El polvo sahariano en suspensión o calima con el que convivimos desde ayer ha convertido a España en uno de los países con peor calidad del aire del mundo. La contaminación provocada por el polvo sahariano que ha irrumpido estos días en nuestro país ha posicionado la península entre los lugares con la calidad del aire más baja del planeta, según la web aqicn.org.
La plataforma, a la que ha hecho referencia en sus redes sociales el Laboratorio de Climatología de la UA, recopila en tiempo real los índices de contaminación registrados en las diferentes estaciones de monitoreo de calidad del aire de todo el mundo.
Según estos datos, España se encuentra actualmente en un Índice de Calidad del Aire (ICA) de 638 ug/m3, cuando el limite para una calidad del aire óptima son 50 ug/m3, por lo que nos encontramos ante un nivel de contaminación extremadamente desfavorable en el que es recomendable el uso de mascarilla y evitar esfuerzos al aire libre.
Además, en este ranking se puede ver también la calidad del aire en las diferentes estaciones de medición de nuestro país y los resultados no son muy halagüeños. Encabeza la lista Medina del Campo (Castilla y León) con un ICA de 890, esta zona parece la más afectada actualmente.
El sureste de España y la provincia de Alicante tampoco se libran de la contaminación y destacan las estaciones de medición de Elda y Alicante con un ICA de 354 y 189, respectivamente. La provincia de Alicante se encuentra, por lo tanto, en niveles de calidad del aire y contaminación extremadamente desfavorables llegando, incluso, a constituir un peligro para personas vulnerables.
¿Puede afectar a nuestra salud?
La respuesta a esta pregunta es sí. Este polvo en suspensión puede provocar afecciones respiratorias y/o circulatorias. La AEMET ha realizado un estudio del impacto de esta calima en la salud a nivel ciudad en Barcelona, Madrid y en las Islas Canarias.
Así las conclusiones arrojan que en Barcelona aumentaron los casos de enfermedad meningocócica cuatro semanas después de la intrusión del polvo y un estudio específico estableció “un aumento de la mortalidad en los días con intrusiones de polvo sahariano frente a los que no se da ésta circunstancia, relacionándolo con la fracción gruesa PM10-2,5”.
