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Los agricultores tomarán Alicante a finales de abril aunque la lluvia les garantice agua hasta el otoño

La amenaza del aumento de los caudales ecológicos en el Alto Tajo no ha variado pese a que el Gobierno se lo replantee en otras cuencas

Los agricultores han ampliado la campaña y el cartel sigue en la Puerta del Sol

Tras el Paseo de la Castellana, a finales de abril tractorada por las calles de Alicante. El éxito cosechado en la manifestación del domingo en Madrid por agricultores y empresarios hortofrutícolas de la provincia, contra el ninguneo que sufren del Gobierno, ha reforzado la posición de los regantes, que esperan ahora una reacción de Ejecutivo y también del Consell, que siguen sin mover la ficha que quieren los agricultores.

No obstante, la situación, ahora mismo y gracias a las lluvias, ha cambiado radicalmente, pues los agricultores tienen prácticamente asegurado el suministro de agua hasta final de año. De hecho, hay hectáreas de secano que estaban en barbecho por condicionantes ambientales de la UE, que ahora se han regado de forma natural, por lo que se ha pedido que “podamos sembrar”, apunta José Vicente Andreu, presidente de Asaja-Alicante.

En 2021 se sembraron en Alicante 6.800 hectáreas de cereal, hortícolas al margen. Por tanto, este 2022 se pueden sembrar del orden de 700 hectáreas más de girasol o cereal, más los barbechos de las hortícolas, que son mucho mayores. Por el acuerdo que tomó este lunes la Unión Europea, en Alicante se podrían activar unas 700 hectáreas más de cereal, y más de 10.000 de hortalizas o cereales de regadío en la Vega Baja, según datos de Asaja.

Las lluvias permiten ahorrar hasta mil metros cúbicos por hectárea y las noticias que llegan desde la cabecera del Tajo son extraordinarias. En el complejo de embalses de Entrepeñas y Buendía están entrando 6 hm³ semanales y se espera que en breve la reserva alcance los 700 hm³, lo que garantizará el trasvase mensual máximo del Tajo (27hm3) durante todo el verano. Algo imposible hace un mes, según subraya José Vicente Andreu, presidente de Asaja-Alicante.

Por otro lado, el único ministro que ha dado la cara tras la marcha del domingo ha sido el de Agricultura, Luis Planas, que ha anunciado que España ha conseguido una partida especial de 64 millones de euros para ayudas a la agricultura, pero sin especificar su destino.

La próxima tractorada será en Alicante, previsiblemente a finales de abril y se va reforzar también la vía legal por si al final se aprueba el aumento de los caudales ecológicos en el Tajo, lo que a juicio de los regantes condenará el trasvase al reducir, de entrada, el envío de agua en más de 100 hm³ de agua al año.

José Vicente Andreu, presidente de Asaja-Alicante, insiste en que “el Gobierno debe replantearse la política rural" y aplicar "medidas estructurales" en vez de "parches", en relación al paquete de medidas de apoyo al sector primario aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros. "Han bajado un poco el precio del agua pero necesitamos un cambio de política y medidas estructurales que den viabilidad al mundo rural. Que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria (precios de venta por encima de los costes) y se desarrollen planes hidrológicos justos y solidarios", insiste Andreu. 

Por su parte, Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Tajo Segura, apunta que “no podemos bajar la guardia en el tema de los caudales ecológicos porque en ese tema nos jugamos el futuro del trasvase. Me consta que parece que la manifestación ha tenido su efecto y van a revisar el tema de los cuadales en todas las cuencas hidrográficas salvo, ojo, en el Alto Tajo. No es oficial pero si ocurre nos tendrán en la calle y donde haga falta”. De momento, se ha ampliado la campaña visual en Madrid y el cartel denunciado la situación sigue en la Puerta del Sol.

La provincia de Alicante ha perdido en los últimos 31 años (1989-2020) el 28% de su superficie agrícola de regadío al pasar de las 136.253 hectáreas en explotación de 1989 a las 98.190 hectáreas en 2020. En total, la provincia (secano y regadío) cultiva 169.732 ha, por las 300.735 ha de 1989, un 42% menos. En esta reducción influyen, entre otros factores, los recortes que han venido sufriendo los agricultores del agua del trasvase Tajo-Segura, y también los bajos precios. Paradójicamente, durante el mismo periodo en el que la provincia veía reducirse su sector primario, en Castilla-La Mancha, la superficie de regadío ha crecido un 52%, al pasar de la 352.452 hectáreas de 1989 a las 539.105 ha actuales, destacando las cifras de dos provincias próximas a Alicante como Albacete y Ciudad Real. La primera ha visto crecer su censo agrario de regadío un 76% y tiene en explotación 173.187 ha, por las 98.360 ha de 1989 y en Ciudad Real la superficie ha crecido un 58%, con 207.760 ha por las 133.433 de hace 30 años. Ambas provincias superan al total del regadío de la Comunidad Valenciana.

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