En ocasión del Día Mundial de la Salud es vital informar que a diferencia del hombre, en el que su capacidad fértil se mantiene a lo largo de su vida adulta, en la mujer tiene fecha de caducidad. Nuestro cuerpo está en constante regeneración, reemplazando células viejas por nuevas, a excepción de los óvulos.

“La reserva ovárica, es decir, el número total de ovocitos que dispondrá una mujer, queda fijado antes de su nacimiento e irá disminuyendo conforme avance el tiempo”, explica el doctor Rafael Bernabeu.

El doctor Rafael Bernabeu en consulta médica

De los 5/6 millones que crea su cuerpo mientras está gestándose en el vientre de su madre, se habrá reducido a 2 millones en el momento de su nacimiento, no superará el medio millón cuando tenga la primera menstruación y se verá prácticamente agotada al cumplir 4 décadas.

Por tanto, a partir de los 35, cada año que se cumple reduce las posibilidades de ser madre con sus propios óvulos y cuando llega a los 40 la caída es drástica. “A partir de los 36 años se pierde un 2% de posibilidad de embarazo por mes, lo que se traduce en un 24% menos al año. Y este descenso, se vuelve todavía más vertiginoso cuándo se cumple más edad”, advierte el doctor Rafael Bernabeu.

Investigación y personalización para el correcto tratamiento

Sufrir baja reserva ovárica actualmente no implica en todos los casos que no se pueda ser madre con óvulos propios, pero sí complica el proceso de fecundación in vitro (FIV). Este es uno de los grandes desafíos de la medicina reproductiva e Instituto Bernabeu, uno de los principales líderes europeos en investigación de la fertilidad, lleva más de una década enfocando sus proyectos de I+D+I en darle soluciones.

Instituto Bernabeu es uno de los principales líderes europeos en investigación de la fertilidad

Desde su unidad de tratamiento de Baja Reserva Ovárica se diseñan tratamientos individualizados conforme a las necesidades específicas de cada paciente. Por ejemplo, con la aplicación de la farmacogenética -lo que permite adecuar la medicación hormonal conforme al perfil genético del ovario de cada mujer y, de esta forma, obtener más ovocitos tras la estimulación de los ovarios, aplicando su test IBgen FIV-.

Gracias también a sus investigaciones contrastadas, plantean a determinadas pacientes una doble estimulación en fase lútea tras la ovulación, lo que ha demostrado que permite aumentar el número de ovocitos en este segundo ciclo consecutivo.

Medicina regenerativa para el “rejuvenecimiento ovárico”

Actualmente hay una esperanzadora línea de acción a través de la medicina regenerativa que utiliza material biológico de la propia paciente para reactivar su actividad ovárica. El Grupo alicantino aplica las dos técnicas de “rejuvenecimiento ovárico” que se han contrastado científicamente.

Plasma rico en plaquetas

Por un lado, la activación de folículos “dormidos” mediante la administración intraovárica de plasma rico en plaquetas (PRP) y factores de crecimiento de la sangre de la propia paciente, lo que facilita la reactivación de su función ovárica. La segunda estrategia es la activación ovárica mediante fragmentación y autotrasplante de corteza ovárica -OFFA (Ovarian Fragmentation for Follicular Activation)-, para conseguir una respuesta del ovario en pacientes diagnosticadas de menopausia precoz o fallo ovárico prematuro

Instituto Bernabeu en Alicante