«Hay alguien a quien debes conocer». La sugerencia de Ana Laguna, histórica primera vicerrectora de la Universidad de Alicante, abriendo una puerta para que retornara la luz a su vida profesional, iba a conducir a Celia Sánchez San Juan hacia un destino insospechado en el lugar donde creció. Teniendo en cuenta su extraordinaria trayectoria, nada hace presagiar que en Alicante, ciudad de la que salió con 17 años al iniciar sus estudios universitarios, iba a ser tarea fácil encontrar un lugar que borrara la añoranza a su pasado reciente.
La grave enfermedad de su madre, a quien quería acompañar tras tantos años de obligada separación, la trajo de vuelta a casa, frenando en seco una intensa carrera que la llevó a escalar posición laboral y a recabar reconocimiento por media Europa.
Hasta llegar a ese cruce, la carrera de Celia discurría marcada por la intensidad. Hija única de un matrimonio vasco dedicado al magisterio, llegó a Alicante con cinco años, cuando sus padres decidieron abandonar Bilbao, hastiados de la sinrazón del terrorismo etarra salpicando todos los rincones de Euskadi.
Tomada la decisión, María Julia San Juan y Antonio Sánchez desplegaron un buen día un mapa de la península para decidir qué lugar de España elegían como destino. El sol, el mar y el afable carácter de su gente inclinaron la decisión por Alicante, una ciudad que habían conocido tiempo atrás como turistas.
En la capital alicantina, Celia pasa por el Liceo Francés, por el Instituto de San Blas y Jesús María hasta completar el Cou en Maristas. Su inquietud por los idiomas desde muy niña le lleva a dominar el inglés y el francés con fluidez así como el alemán, lenguas que le facilitan el ingreso en ESIC, universidad valenciana especializada en administración y dirección de empresas y un centro de negocios que presumía por aquel entonces de un convenio para presentar alumnos a la prueba de acceso de la prestigiosa escuela de negocios europea ESCP Europe, donde finalizó con una triple licenciatura en administración de empresas tras estudiar en en París, Oxford y Berlín.
Esa escuela en los tres idiomas le permitió enriquecer su interés y sensibilidad sobre las relaciones interculturales, combinando prácticas en los tres países, al tiempo que despertó todavía más el valor del trabajo en equipo como miembro de una promoción de sesenta alumnos procedentes de veinte nacionalidades distintas.
Aquellos estudios empresariales también sirvieron para avivar una perspectiva tecnológica por la que siempre sintió atracción. De hecho, su tesis de final de carrera -realizada en francés- se basó en una estrategia de conexión social para Leroy Merlin a través de internet.
Esa tesis se tradujo en una clara declaración de intenciones acerca de los parámetros que iban a marcar su futuro profesional, cuyo camino echó a andar en la misma Alemania.
Precisamente, es en tierra germana, coincidiendo con el grado de satisfacción generado durante su última práctica en la empresa Siemens de Munich, donde le llega la primera oferta de trabajo.
Siemens la ubica en el área de consultoría, más concretamente en el apartado de transformación digital para clientes. En esa empresa, donde permanece algo más de tres años, traza el hilo conductor de su carrera: la transformación y digitalización o, lo que es lo mismo, el desarrollo del plan para que una organización pueda digitalizarse y dé un giro en su estrategia.
Pasado un tiempo, Siemens le propone un cambio de destino para liderar un nuevo planteamiento en su sede en Tres Cantos (Madrid), donde ocupa varios cargos de responsabilidad en comunicación y compras hasta que la dirección le sugiere instalarse en Bilbao, donde se encarga de liderar la transformación de una empresa nacional en un centro de excelencia internacional.
La trayectoria de la alicantina no pasa desapercibida entre las grandes empresas, hasta el punto de que otra de ese selectivo círculo, Orange, le tienta para dirigir el área de compras de comunicación y servicios profesionales. En este último destino cubre una nueva etapa hasta que queda embarazada de gemelas y decide echar mano de una excedencia para centrarse en su familia.
Durante ese paréntesis de desconexión, Celia recibe una oferta de Adidas, concretamente desde la sede de la marca deportiva en Herzogenaurach, donde acepta el reto de crear y asumir la dirección de un departamento de compras de servicios profesionales.
En ese nuevo ciclo, conjuntamente con otro alto directivo del área financiera, la alicantina impulsa la transformación de la función global de compras del Grupo.
A esto se le suman dos proyectos que se colocan entre las diez más importantes de la marca a nivel internacional: la digitalización de la gestión de los trabajadores externos y el primer programa global de captura de ahorros, incluyendo acciones en todos los países y empresas del grupo.
La consolidada y ascendente trayectoria profesional de Celia Sánchez choca con una circunstancia inesperada que hace detener su marcha: la enfermedad de su madre. Por tal motivo, decide regresar a Alicante y acompañar a María Julia durante ese delicado proceso.
En 2019, Sánchez se desvincula de la marca deportiva y decide permanecer en Alicante, donde no encuentra un cobijo profesional que cubra las expectativas de una ejecutiva de su trayectoria hasta que Ana Laguna pronuncia las palabras mágicas: «Hay alguien a quien debes conocer».
La recomendación se llevó a la práctica poco después, sentando frente a frente a Andrés Pedreño, exrector de la UA metido de lleno en el campo tecnológico, y a la exdirectiva de Siemens, Orange y Adidas. En aquel encuentro solo hubo que esperar unos minutos para certificar que ambos estaban llamados a unir su talento en el mismo cauce: 1MillionBot, un proyecto de Inteligencia Artificial que se inició basado en asistentes conversacionales virtuales -Chatbots- para cubrir necesidades de comunicación, una iniciativa de éxito que ha ido creciendo y expandiendo su alcance desde entonces.
En Pedreño, Celia ve a un sabio visionario, generoso con la sociedad, que suma y desarrolla alianzas ganadoras para todos, así como a un líder sólido que aglutina talento al frente de 1MillionBot, donde la alicantina ha asumido la dirección general de esa empresa con sede en Torre Juana, un conjunto patrimonial en el entorno de las Torres de la Huerta de Alicante, con una edificación del siglo XVI restaurada con exquisito mimo, convertida en un espacio abierto al talento y a las ideas aplicadas a la tecnología.
Paralelamente a su actividad empresarial, convencida del talento desperdigado de esta tierra, Celia Sánchez creó junto a Laura Cárdenas y Josefina Bueno «Las 20 de Torre Juana», think tank que tiene como objetivo visibilizar y promover la capacidad femenina de la provincia de Alicante, especialmente necesario en tecnología y en el ámbito de la Inteligencia Artificial.
De momento, «Las 20 de Torre Juana», entre otras actuaciones y junto a este periódico, han puesto en marcha el foro Talent-A, un espacio de diálogo destinado a generar visibilidad de la mujer.
Y en esas sigue Celia, involucrada en todo lo que pueda favorecer a Alicante y en descubrir el camino de regreso a tanta gente cualificada que tuvo que abandonar esta tierra por falta de oportunidades.
