Solemos volver de nuestros primeros paseos primaverales por las playas del Postiguet, San Juan, la Almadraba o San Gabriel sorprendidos por la cantidad de algas secas que se acumulan en la orilla. Incluso es habitual escuchar quejas por el aspecto y el olor de estos conglomerados vegetales que parecen estar ahí con el único propósito de dificultar la entrada al mar y el disfrute de la playa. Pero si conocemos un poco mejor la historia de estas murallas de plantas secas, la próxima vez que nos las topemos las miraremos con gratitud. Estos arribazones de posidonia defienden la frontera entre el agua y la arena y permiten que nuestras playas estén vivas y conserven toda su extensión. Son verdaderos guardianes naturales que impiden año tras año que el mar y el viento se lleven la arena de las playas.

UTE Alicante sigue desde hace años criterios medioambientales marcados por el Instituto de Ecología Litoral y otras instituciones para abordar los servicios de limpieza de playas, en los que prima el respeto a las múltiples funciones sistémicas que cumplen las arribazones de posidonia.

Las alpacas de posidonia funcionan como un potente adhesivo que retiene la arena en la orilla y que de otra manera sería desplazada tierra adentro o hacia el mar por la acción del viento y la resaca TONY SEVILLA

Así se forma un muro vegetal

Las grandes acumulaciones de algas y plantas marinas se forman en las orillas de las playas tras desprenderse de forma natural del sustrato rocoso o arenoso de la costa. Los arribazones de restos se producen por efecto de grandes oleajes y temporales en la franja costera.

¿Por qué se suelta la Posidonia oceanica del lecho marino? Al ser una planta de hoja caduca, la posidonia desprende sus hojas de forma natural al final del verano. Además, numerosos organismos animales y vegetales viven en ellas, por lo que el peso de estas colonias y la pérdida de vigor al final de su ciclo biológico favorece su desprendimiento. Pero los temporales intensos con alturas de ola superiores a 1,5 m pueden arrancar en cualquier momento del año hojas de posidonia y otros materiales vegetales como matas vivas, raíces y rizomas. Lanzados en cualquier dirección por la fuerza del mar, estos materiales se reciclan tanto si se quedan en la propia pradera de posidonia como si llegan mar adentro. Y si llegan a la orilla, su vida útil no se agota.

Más bien al contrario: es entre la arena y el agua donde estas plantas marinas ejercen como guardianas de la playa frente a la violencia del viento y el mar. Los grupos de posidonia que vemos en la playa no son un error natural, sino una importante pieza para el equilibrio del ecosistema.

Muchos municipios de nuestro entorno optan por retirar, erróneamente y de forma mecánica, estos restos antes de la temporada.

Beneficios de los arribazones de posidonia

Las alpacas de posidonia alcanzan varios metros de grosor en nuestras costas. Funcionan como un potente adhesivo que retiene innumerables granos de arena en la orilla que de otra manera serían desplazados tierra adentro o hacia el mar por la acción del viento y la resaca. Un estudio del Instituto de Ecología Litoral encargado por UTE Alicante estima que por cada kilómetro de playa los arribazones retienen hasta 500 metros cúbicos de arena. Además, estas murallas orgánicas favorecen el desarrollo de microorganismos y funcionan como reserva de alimento para las comunidades vegetales de la costa y juveniles de peces, insectos o aves marinas.

Muchos municipios de nuestro entorno optan por retirar de forma mecánica estos restos antes de la temporada e incluso en invierno por desconocimiento de su función o por presión de la industria turística. Lo cierto es que estas operaciones sólo consiguen exponer sus playas a la temible erosión marina: el efecto por el que la playa cede terreno el mar. Según el citado trabajo, los movimientos de maquinaria en la retirada de arribazones eliminan la rugosidad de las superficies de arena efímera y las compacta, con lo que se acentúa el ángulo de incidencia del viento y su capacidad de erosionar la playa.

UTE Alicante, empresa adjudicataria de los servicios de limpieza viaria y tratamiento de residuos de la ciudad, está comprometida con la conservación de nuestras playas. Jose Navarro

La limpieza de posidonia de UTE Alicante

UTE Alicante, empresa adjudicataria de los servicios de limpieza viaria y tratamiento de residuos de la ciudad, está comprometida con la conservación de nuestras playas y convencida de la compatibilidad de los roles ambiental y turístico de los arenales. Por esta razón, la compañía aplica estrictamente los criterios de limpieza de barreras de posidonia marcados por el Instituto de Ecología Litoral.

Los equipos mecánicos de UTE Alicante sólo retiran los arribazones cuando están secos, ya que es en este estado cuando pierden la mayor parte de su capacidad de retención de arena, así como sus nutrientes. Además, estas operaciones se aplazan cuando existe viento fuerte para evitar la pérdida de sedimentos. La adjudicataria del servicio limita la retirada de estos restos naturales a uno o dos servicios al año en función de la frecuencia de temporales a fin de mantener el equilibrio ambiental y turístico en las playas alicantinas.

Que la Costa Blanca sea conocida en todo el mundo por sus magníficas playas depende de todos. La posidonia no es basura, es un regalo que nos permite disfrutar de las playas más generosas en extensión y en calidad de la arena y el agua del país. Gran parte de ello se lo debemos a nuestras praderas de posidonia y a los científicos que nos ayudan día a día a darles el valor que merecen. 

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