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El Gobierno confirma que habrá que pagar por usar las autovías pero elude decir cómo

El anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible alude de forma expresa a establecer «un mecanismo de financiación» para las infraestructuras - La «euroviñeta» o un sistema electrónico como en Portugal podrían ser posibles alternativas

Vehículos circulando por la A-31, una de las autovías con mayor densidad de tráfico de la provincia de Alicante. AXEL ALVAREZ

El Gobierno mantiene la intención de establecer un sistema de pago por utilizar las autovías, una medida que tendría mucha repercusión sobre la movilidad diaria en la provincia de Alicante, aunque por el momento elude decir cómo lo hará.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha negado en las últimas semanas en sede parlamentaria que vayan a ponerse peajes, pero aunque esa no sea la fórmula empleada, la sombra del abono de una tarifa o una tasa por circular por las vías de alta capacidad en España sigue planeando, cuando apenas hace dos años y medio de la caducidad de las concesiones de algunas autopistas y su consiguiente gratuidad.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 1 de marzo el anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible, que ha estado hasta el miércoles de esta semana, 13 de abril, en fase de participación pública. El texto, que continúa siendo accesible para toda la ciudadanía, dice de manera expresa que se creará algún sistema para sostener el mantenimiento de las infraestructuras de transporte.

En concreto, la disposición adicional 13ª señala que "el Gobierno presentará un estudio de alternativas que analizará las distintas opciones viables para establecer un mecanismo de financiación que permita garantizar, al menos parcialmente, los fondos necesarios para un adecuado mantenimiento de la Red de Carreteras el Estado".

El anteproyecto de ley añade que "el mecanismo de financiación procurará basarse en un sistema de pago por uso de, al menos, las carreteras de altas prestaciones de la Red de Carreteras del Estado, que tenga en cuenta criterios de equidad territorial, seguridad vial, y sostenibilidad ambiental".

Y concluye que las medidas que se tomen para poner esto en práctica "estarán siempre amparadas en un amplio consenso social y político y se ajustarán a las circunstancias económicas concurrentes". Es decir, habrá pagar de alguna forma, pero todavía no se sabe de qué forma ni a partir de cuándo

La hipótesis de la vuelta de los peajes o de la aplicación de algún otro método de pago flota en el ambiente casi desde el mismo momento en que comenzaron a liberalizarse autopistas, a finales de 2019. Como ya publicó este periódico, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado el año pasado ya aludía a la implantación de un sistema en esta línea, aunque sin especificar la fórmula.

Se esperaba que esta cuestión quedara de alguna forma dilucidada este año, con la Ley de Movilidad Sostenible, pero por el momento el texto de esta norma es tan ambiguo como los anteriores.

En todo caso, el hecho de que Pedro Sánchez asegurara de manera categórica en el Senado el pasado mes de febrero que no habría peajes en las autovías puede ser una pista de que la fórmula no será la clásica de una barrera fija y el abono in situ de una tarifa.

A priori se antoja más previsible la aplicación de la llamada "euroviñeta", un canon que se aplica en varios países de de la UE como Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos a los vehículos pesados que pasan por sus autopistas. O bien como en Portugal, que desde 2010 cobra por circular por las autovías a todos los vehículos a través de un sistema de telepeaje.

Sea como sea, cada vez parece más claro que, de una forma u otra, acabará estableciéndose un pago por usar las autovías. No obstante, la búsqueda de ese "amplio consenso social y político" al que hace referencia el texto del anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible está dilatando la toma de una decisión.

Hay que recordar que la aplicación de esta medida resulta muy impopular de cara al ciudadano, y muy especialmente para el sector del transporte, más aún en el contexto actual de escalada de precios de los carburantes.

La A-636 en Gipuzkoa sienta precedente

La autovía A-636, en Gipuzkoa, podría servir de modelo para la gestión de otras vías de alta capacidad en toda España, dado que ya aplica un peaje electrónico a todos los vehículos que circulan por ella, salvo a las motocicletas.

Esta vía, construida y explotada por la Diputación Foral guipuzcoana, une las localidades de Beasain y Bergara, y sus apenas 23 kilómetros de longitud tienen una tarifa para el usuario ocasional de poco más de 3 euros. Eso sí, tanto los usuarios habituales como los empadronados en Gipuzkoa tienen importantes bonificaciones.

Para transitar por la A-636 es obligatorio estar dado de alta en el sistema de telepeaje de las autopistas españolas, o bien en el específico de esta vía guipuzcoana. Y si no es así, hay que registrar la matrícula del vehículo antes de realizar el trayecto. En caso contrario, el conductor se expone a ser sancionado.

La vía no tiene barreras de peaje, pero a lo largo de su recorrido existen varios pórticos que leen las matrículas de todos los vehículos que circulan por cada punto. Este es también, a grandes rasgos, el sistema que se aplica en las autovías portuguesas.

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