Investigadores de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Facultad de Educación de la Universidad de Alicante, fundadores de la empresa de base tecnológica, la spin-off Kinetic Performance, dan un paso más allá en el análisis del rendimiento físico con la inclusión de sensores a través de software en tejidos y el uso de la Inteligencia Artificial para la recopilación de datos.
Entre las pioneras del parque científico de Alicante, la empresa que dirige que catedrático José Antonio Pérez Turpin colabora desde hace años con el Mando de Operaciones Especiales, MOE, de Rabasa en la mejora del rendimiento de los equipos humanos más especializados, y el próximo paso al respecto apunta precisamente hacia la detección mediante la inteligencia artificial del estrés, tanto físico como psicológico, entre los miembros más preparados del Ejército mediante la aplicación de distintos sensores.
Trabajamos en un prototipo que favorezca la prevención del estrés que genera la tensión de las misiones
“Colaboramos con el MOE y trabajamos con una empresa de IA así como con AITEX, el Instituto Tecnológico del Textil, para conseguir un prototipo que favorezca la prevención del estrés que genera la tensión de las misiones entre los militares, y que puedan contar con datos científicos para determinar quiénes van a un tipo de misión u otra”, indica el catedrático.
La tecnología artificial y la textil se suman en este proyecto en el que está plenamente involucrado el Ejército a través del MOE de Rabasa, a tenor de las colaboraciones que han llevado hasta el momento con los mismos investigadores que ahora proponen ir más allá en sus mediciones para afinar al extremo el mejor de los rendimientos, subraya el a su vez CEO de Kinetic.
Resultados
Desde el convencimiento de que “la investigación y desarrollo de nuevas técnicas ayudará a los miembros de las fuerzas especiales a desempeñar de una manera más efectiva y segura su ya de por sí complicada labor”, los investigadores han presentado el resultado de las pruebas llevadas a cabo durante un año con especialistas del grupo militar en Alicante, que revelan mejoras de rendimiento de entre el 15% y el 20%, aseguran.
El comandante y jefe de comunicación del MOE, Alfonso Blas, añade que en la unidad tratan siempre de buscar lo mejor para sus integrantes, y que lo mismo que se procura en cuestión de materiales como de vehículos, lo procuran para la plataforma que constituyen los hombres y mujeres de operaciones especiales, que deben disponer de las mejores capacidades.
En este punto es en el que los investigadores de la UA pueden aportar un plus con sus análisis científicos sobre cómo afecta en el entrenamiento cualquier tipo de tensión, ya sea física o psicológica.
Bas explica que los militares arrancan una misión al cien por cien de sus posibilidades, pero que hasta llegar al objetivo se produce un desgaste, por ejemplo cuando hay que saltar a 7.000 metros de altura o navegar 40 kilómetros y caminar otros 10, o incluso por tener que nadar 10 millas desde que se abandona un barco.
El proyecto investigador de la UA valora el desgaste que se produce en situaciones de máximo estrés a partir de la medición de las pulsaciones en momento extremos, mediante simuladores, incluso en situaciones en que se producen disparos, para que finalmente se pueda acometer cada una de las posibles operaciones lo más cerca del cien por cien de las capacidades originales de sus integrantes.
Es un proyecto innovador con el que buscamos estar a la última en instrucción y adiestramiento
Innovación
La investigación del grupo de la UA se enmarca en el plan MOE 35, que prevé “dar respuesta a desafíos futuros, prepararse para ellos y obtener una serie de capacidades nuevas que implican tanto tecnologías novedosas como materiales muchos más capaces”, tal y como contempla su filosofía.
El proyecto de innovación y especialización global del Ejército abarca varias áreas y entre ellas se prevé apuntalar la actividad física y psicológica de los activos operativos del MOE, a través de nuevas oportunidades de adiestramiento -entre las que figura el proyecto de la EBT Kinetic Performance- que les permita prepararse para hacer frente a acciones únicas, incidiendo por ejemplo en su potencial de contraterrorismo, entre otros.
“Es un proyecto innovador con el que buscamos estar a la última en instrucción y adiestramiento, y la comodidad que es la capacidad de estar bien en las mejores circunstancias. Y se trabaja de forma colaborativa con la UA para mejorar” -abunda el comandante Blas-.
Los investigadores elaboran programas de instrucción para enfatizar en el desarrollo físico que arroja el análisis de los datos, e incluso mediante programas de concentración específicos para cortos periodos en los que los militares no pueden estar al aire libre.
Los especialistas lo son porque están capacitados para actuar en cualquier situación y terreno, indica el jefe de comunicación de la Unidad, pero además buscan “llegar en las mejores condiciones” con la novedosa aportación de sensores en la ropa y la inteligencia artificial que aporta la investigación.
