El sureste español vive en un permanente riesgo de sequía. Algo que pone en peligro el abastecimiento hídrico para la agricultura, uno de los sectores económicos más importantes en España y que representa en las provincias de Alicante, Murcia y Almería alrededor del 10% de su Producto Interior Bruto (PIB).

El suministro de agua, además, puede agravarse en los próximos meses en caso de que se haga realidad la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico de aumentar el caudal ecológico del Tajo en Toledo y Aranjuez hasta los 8,5 metros cúbicos, una decisión que representará la pérdida aproximada de 105 hectómetros cúbicos del agua del trasvase Tajo-Segura.

En este contexto y para buscar soluciones de abastecimiento para el riego, el periódico INFORMACIÓN organizó junto con ACCIONA la jornada titulada «Desalación para la agricultura, un modelo sostenible», un encuentro en el que diferentes expertos analizaron la situación actual hídrica y explicaron las ventajas e inconvenientes de la desalación para el uso agrícola. El evento contó con la participación de Manuel Navarro, director del Ciclo del Agua de ACCIONA; Joaquín Melgarejo, director y coordinador de la Cátedra del Agua, así como director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante (UA); Belén Castellano, gerente de Riegos de Levante; y Juan Luis Paredes, gerente de la Comunidad de Riegos de Levante – Margen derecha del Segura.

Interior de la desaladora de Torrevieja, de ACCIONA. TONY SEVILLA

Disminución de entre 100 y 120 hectómetros cúbicos al año

Para el director del Ciclo del Agua de ACCIONA, la realidad muestra que las propuestas de planes hidrológicos de cuenca en España para el periodo 2022-2027 contemplan en la zona afectada por el trasvase del Tajo-Segura una disminución entre 100 y 120 hectómetros cúbicos al año por las nuevas exigencias de caudal ecológico, lo que hace que «tengamos un plazo de cinco años para buscar alternativas». Por ello, consideró que la desalación es la mejor opción que existe en estos momentos como complemento a los recursos hídricos actuales.

«La desalación es la última frontera cuando otras soluciones se han agotado. Es cierto que no existe ningún aval técnico que justifique el aumento del caudal ecológico del Tajo en Aranjuez, pero este incremento va a ser una realidad y va a implicar la pérdida de agua para el sureste español. Tenemos que buscar soluciones en una zona donde, además, tenemos unos acuíferos explotados y que no podemos seguir exprimiendo», apuntó Manuel Navarro. Por ello, abogó por utilizar el agua desalada para agricultura como una respuesta complementaria para paliar el déficit estructural del trasvase Tajo-Segura.

Manuel Navarro - Director del Ciclo del Agua de ACCIONA HECTOR FUENTES

Desde un punto de vista técnico, el experto aseguró que la desalinización es una práctica madura y con un alto componente de eficiencia energética. En cuanto a su coste económico, explicó que la tarifa energética es responsable del 50% del precio del agua desalada. Sin embargo, recordó que las empresas compran la energía a largo plazo, con un máximo de 15 años, y que a día de hoy el coste es de 50 euros el MW/hora, por lo que «nosotros podemos ofrecer al agricultor un suministro seguro y un precio estable».

Un coste que es más elevado que el del agua procedente del trasvase Tajo-Segura, «pero la inexistencia de agua tendría un coste mucho mayor», apuntó. En esta línea, defendió que la tarifa hay que verla dentro del conjunto de las aportaciones de agua existentes como son las del río, pozo, reutilizada. «El agua de desalinización requiere una mezcla de caudales y un mix de precios. No quiero el 100% del agua más barata ni el 100% del agua más cara. Es lo que proponemos a las comunidades de regantes».

Un recurso complementario

Joaquín Melgarejo, que incidió en que la decisión del Gobierno actual de reducir el trasvase Tajo-Segura «es una decisión ideológica y sin ningún fundamento técnico», defendió el uso del agua desalinizada como un complemento, aunque también puso como principal barrera su alto coste económico para el agricultor, así como el energético. A pesar de ello, el experto sí se mostró a favor de introducir esta desalinización como un recurso complementario «para ser utilizado cuando sea necesario», considerando que la solución para utilizar esta agua desalada sería encontrar una «iniciativa particular y privada que diera un precio al agricultor de unos 40 céntimos por metro cúbico, algo que ahora, tal y como lo presenta el Ministerio, no es viable».

Joaquín Melgarejo - Director y coordinador de la Cátedra del Agua y Director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante HECTOR FUENTES

La gerente de Riegos de Levante, Belén Castellano, fue la más escéptica sobre el uso del agua desalinizada para agricultura debido a que «todavía tiene problemas que no están resueltos al 100%». Entre ellos, señaló que el primer obstáculo es el alto índice de boro del agua, que no se elimina con la desalinización y requiere ser mezclada con otros tipos de agua con nutrientes. En segundo lugar, al igual que los otros ponentes, reiteró que «es imposible que el agricultor pueda colocar el coste de esta agua entre sus gastos diarios» al indicar que, hoy en día, el Ministerio ofrece un precio subvencionado de 0,526 euros frente a los 0,16 euros por metro cúbico del trasvase. «No podemos utilizar esta agua de forma exclusiva». sentenció.

«El mercado no sería capaz de absorber el incremento de costos y el agricultor terminaría abandonando. Cuando no tengamos otro recurso habrá que recurrir al agua de desaladora, pero, de momento, solo algunos productos como el aguacate pueden repercutir el coste de esta agua en su precio. El cultivo de aquí, como los cítricos, no lo puede hacer», lamentó.

Más optimista fue Juan Luis Paredes, gerente de la Comunidad de Riegos de Levante-Margen derecha del Segura, quien opinó que «si metemos el agua desalada del mar dentro del conjunto de las aportaciones que tenemos (río, pozo, reutilizada…), eliminamos la idea de sustitución y la integramos en el conjunto de soluciones hídricas, creo que puede ser un complemento interesante para el agricultor y ayudar a paliar el déficit estructural hídrico que tenemos en la zona de Levante».

Desalación para la agricultura, un modelo sostenible

Desalación para la agricultura, un modelo sostenible R. E.

En favor de una agricultura de alto valor añadido

El futuro de la agricultura del sureste español dependerá de su reconversión en una industria de alto valor añadido que pueda elevar el precio de sus productos. En opinión del representante de ACCIONA, el sector tiene que dar un paso en busca de la profesionalización para llevar a cabo la transformación del agricultor tradicional al empresario agrícola. De este modo, el sector podrá ofrecer una agricultura sostenible desde un punto de vista económico (lograr rentabilidad) y también medioambientalmente. 

«Nos encontramos en una zona que es la ‘huerta de Europa’ y no va a ser sustituida por el Norte de África. Necesitamos tiempo para adaptarnos a los nuevos precios»., concluyó.

Belén Castellano - Gerente de Riegos de Levante HECTOR FUENTES

Reducir el precio del agua desalinizada con los fondos Next Generation EU

La principal barrera para el uso del agua desalada en la agricultura es su precio, muy superior al del agua procedente del trasvase Tajo-Segura. Por ello, reducir el precio del metro cúbico es algo fundamental para que este recurso pueda ser utilizado de una forma habitual en el regadío. Para minimizar este coste, Manuel Navarro consideró que la subvención por parte del Gobierno de la construcción de este tipo de infraestructuras dentro de los fondos Next Generation EU es una opción que permitiría a los agricultores acceder a esta agua por un coste que rondaría los 30 céntimos el metro cúbico.

«El futuro y el complemento del agua para el riego viene de la desalación. De eso no hay duda. Lo que está en duda es el tiempo que vamos a dedicar a hacer este cambio», señaló el representante de ACCIONA, al mismo tiempo que señaló que «si el Estado subvencionara el 50% de las inversiones en estas infraestructura, el precio del agua de la desaladoras podría reducirse a 0,30 céntimos el metro cúbico»

Esta subvención sería solo para el uso agrario. Para argumentar esta ayuda económica, Manuel Navarro recordó que estas infraestructuras van a ayudar a conseguir una transición hídrica en España al permitir un menor uso del agua procedente de los ríos, aumentado su caudal y, por tanto, teniendo un impacto directo y beneficioso en el medio ambiente. «Creo que es justificable una subvención parcial de este tipo de obras, lo que permitiría reducir el coste del precio del agua para el agricultor quien también debería tener un periodo de transición de 10 o 15 años para que interiorizara los nuevos precios que, inevitablemente, serán más elevados que los actuales del trasvase Tajo-Segura».

Juan Luis Paredes - Gerente de la Comunidad de Riegos de Levante – Margen derecha del Segura HECTOR FUENTES

Ventajas y desventajas de la desalinización

Ventajas

  • Los productores de agua desalinizada pueden generar este bien de una forma permanente y a unos precios estables. Debido a que empresas como ACCIONA compran la energía a largo plazo (15 años) pueden adquirirla a un precio que en la actualidad es de 50 MW / hora. Esta energía procede, además, de fuentes sostenibles.
  • El origen del agua desalada es, prácticamente, inagotable. El agua del mar es mucho más extensa que la de los ríos. Además, la producción no depende de la climatología. Es un recurso que puede hacer autosuficiente a la industria agraria.
  • El agua desalada es la única solución y complemento para enfrentarse al déficit hídrico estructural y permanente que vive el sureste español. 

Desventajas

  • Las complejas instalaciones de ósmosis inversa requieren un gran consumo de electricidad. Según Melgarejo, el coste energético es de 3,4 KW/ metro cúbico, y si hay que añadir 0,70 KW para agregar la interconexión, el coste puede llegar a 5 KW por metro cúbico frente al 1,1 Kw del trasvase y postrasvase Tajo-Segura. 
  • El agua desalada tiene un alto índice de boro, por lo que tiene que ser mezclada con otras que aporten nutrientes para ser utilizada para el riego.
  • El precio del agua desalinizada es más cara para el agricultor. La propuesta subvencionada (temporalmente) por el Ministerio es de 0,562 euros, considerada inasumible por los agricultores.