Los devotos que esperaban pacientemente bajo la lluvia en el exterior del monasterio de Santa Faz han obtenido su premio con la bendición del Rostro de Jesús, que el obispo de la Diócesis, José Ignacio Munilla, ha sacado en sus manos y protegida por un palio, al término de la misa que ha oficiado en el recinto ante las condiciones meteorológicas que impedían la consagración al aire libre. Acompañado por su antecesor, el obispo emérito Jesús Murgui, han sacado a la Faz Divina para bendecir también al pueblo de Alicante e invocar la protección de Cristo. La Peregrina ha vuelto este jueves tras dos años de ausencia por la pandemia, el paréntesis más largo desde la Guerra Civil.
Esta tradición se repite desde hace 533 años (1489) en un acontecimiento en el que se venera uno de los pliegues que usó la Verónica para secar el rostro de Jesucristo en su camino al monte Calvario. La Reliquia que se custodia en el monasterio la trajo hace más de cinco siglos desde Roma un sacerdote de Sant Joan y se sacó en rogativa para que lloviera ante una pertinaz sequía. Cuentas las crónicas que del lienzo brotó una lágrima, comenzó a llover y así estuvo durante ocho días.
También hoy llovía y no ha parado, lo que ha forzado un cambio de planes para celebrar la eucaristía presidida por la Reliquia dentro del monasterio en lugar de su marco habitual, la plaza de Abad Penalva, al aire libre. Ha sido una mañana accidentada en el templo del caserío, con dos apagones de la electricidad, el primero, de unos siete minutos en los que el monasterio ha estado a oscuras, se presume que por una sobrecarga en los equipos de sonido, que tuvieron que ser trasladados sobre la marcha; y el segundo, muy breve, pero coincidía con el final de la homilía del obispo, interrumpiendo el tradicional "¡Faz Divina, misericordia!, que se quedó a medias.
Antes de que el prelado sacara la Reliquia al exterior para impartir la bendición, el rector del santuario, José Luis Casanova, trasladó la Reliquia a la mesa del altar para que las monjas Canónigas Regulares Lateranenses de San Agustín que se encargan desde el verano de 2019 de la custodia de la Santa Faz procedieran a cantar letanías a la Faz Divina.
Después el obispo, que ha viviendo una intensa jornada nueva para él ya que llegó a la Diócesis hace dos meses, ha entrado en la clausura de las monjas, en el coro bajo, para que las Agustinas pudieran venerar el Rostro de Jesús en su primera Peregrina como protectoras de la Faz de Cristo dado que en 2021 y 2021 no pudieron hacerlo al cancelarse los actos por la pandemia. Ante el cambio de planes por la lluvia para celebrar la misa en el interior, las hermanas han cedido el coro alto, donde iban a contemplar la ceremonia, a la Coral Tabaquera que, tras las rejas de la clausura, ha amenizado el acto.
Protocolo del siglo XVII
"Ten misericordia de nosotros y del mundo entero", ha señalado el obispo Munilla para finalizar la misa y las bendiciones con la Reliquia en sus manos. A continuación se ha procedido a devolver a la Reliquia a su sagrario, con el cierre de las cuatro llaves del tabernáculo, de lo que ha levantado el acta el secretario municipal tras garantizar los caballeros custodios, Salvador de Lacy y Eleuterio Llorca, que la Santa Faz sigue intacta tras su salida y está tal cual como se custodiaba. Este acto se realiza de acuerdo a un protocolo del siglo XVII promulgado por el rey Carlos II con numerosos testigos como el propio obispo, los canónigos custodios, y los alcaldes de Alicante y Sant Joan, entre otros.
Tanto la extracción de la Reliquia para la misa como su devolución a la hornacina donde descansa durante todo el año se ha realizado sin incidencias. El concejal síndico titular, Antonio Peral, introdujo en la cerradura del sagrario una llave de las llaves que custodia el Ayuntamiento y el síndico suplente, Adrián Santos, la otra. El capellán José Luis Casanova procedió con las dos llaves que custodian las monjas Agustinas, y en la devolución de la imagen cerró el camarín y pidió por la paz en el mundo.
Donativo
Al término de la misa, el alcalde, Luis Barcala, ha visitado a las hermanas en su clausura haciéndoles entrega de un donativo de 3.000 euros por parte del Consistorio. Tanto el edil como el el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, se han reunido, tras finalizar la romería, con las Monjas de la Sangre, custodias de la reliquia, para testimoniarles su compromiso en las obras rehabilitación del monasterio, anunciadas este miércoles.
Obras en el monasterio
Mazón ha anunciado, al respecto, la puesta en marcha de un plan director, en coordinación con el consistorio alicantino, “con todos los recursos necesarios”. En este sentido, ha asegurado que en la elaboración de este proyecto participarán “los mejores arquitectos, porque este enclave es un espacio protegido que debe tener un cuidado especial. Tenemos extraordinarios técnicos preparados para hacer el mejor proyecto de reforma y realce que merece algo tan queridísimo para nosotros como el monasterio de la Santa Faz”.
Según ha concretado el presidente de la Diputación, “las obras en la cubierta serán la primera intervención, porque es lo más urgente, pero el resto del edificio, con el tiempo y cuidado que se merece, lo rehabilitaremos también”. El presupuesto estimado para desarrollar esta actuación se ha cuantificado en unos 400.000 euros.
