El propietario de un supermercado de la playa de San Juan denunciado por la Policía Local por haber vendido alcohol a menores de edad el día de la romería a la Santa Faz ha asegurado a este diario que es incierto y que se siente perseguido porque las cámaras de seguridad del autoservicio demuestran que sus empleadas pidieron los DNI a los compradores.

El problema, según se aprecia en las grabaciones, es que uno de los jóvenes mayores de edad que compró tras enseñar su documentación le dio luego la cerveza a una chica, que debía ser menor, "pero ese ya no es mi problema; solo me falta hacer también de policía", afirma Tomás.

El responsable del establecimiento se queja de que ha intentado sin éxito que la patrulla de la Policía Local que le sancionó acuda al local para verificar las grabaciones, donde "se ve claramente cómo les piden el DNI físico y a uno que lo enseña con el móvil le dicen que no sirve". Según Tomás, "me han dicho que presente los vídeos y recurra, pero yo me dedico a trabajar".