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Santa Faz 2022

La Santa Faz, a la vista de los fieles después de la Peregrina

Decenas de personas visitan el santuario en un día soleado, opuesto al lluvioso de la romería. Los devotos abarrotan el monasterio en las misas ante la Reliquia. Se espera un fin de semana de gran afluencia

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Santa Faz, un día después de la Peregrina 2022 Pilar Cortés

Los devotos que han acudido este viernes a visitar a la Santa Faz han disfrutado de un día soleado, opuesto al de la romería, que fue pasado por agua, y han podido ver a la Reliquia sin multitudes, aunque la afluencia al monasterio ha sido elevada, sobre todo en las horas de celebración de las misas ante el Rostro de Jesús que se venera en el santuario alicantino.

Entre el público, autobuses repletos de personas mayores que han acudido a venerar a la Faz Divina y a pedirle su ayuda. Se han formado algunas colas de peregrinos en la entrada. Se espera que a lo largo del fin de semana las visitas se multipliquen, al igual que a la feria de atracciones y a los puestos del mercadillo.

Los fieles han copado también la tienda de recuerdos del monasterio, donde este año han tenido mucho éxito los dulces y mermeladas elaborados por las monjas Canónigas Regulares Lateranenses de San Agustín, que desde el verano de 2019 custodian a la Reliquia desde su clausura.

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Imágenes de las Monjas Agustinas de Santa Faz preparándose para su primera Peregrina Héctor Fuentes - Información

Los alicantinos volvieron a cumplir este jueves con la Peregrina en el 533 aniversario del milagro de la Lágrima, cuando se salió a la calle para suplicar agua tras una acuciante sequía en la huerta alicantina. Esta vez, fue la lluvia, que no dio respiro durante toda la mañana de ayer, la única que pudo contener en parte las ganas de realizar la romería tras dos años de obligado parón por la pandemia de covid.

Según las estimaciones de la Policía Local, unas 100.000 personas realizaron una romería pasada por agua de principio a fin, frente a las 300.000 que completaron la Peregrina en 2019, la última edición previa a la pandemia. Ese día de mayo de 2019 lució el sol y nada se sabía del SARS-CoV-2 que meses después lo iba a cambiar todo. Se disfrutaba de la normalidad sin saberlo. En el regreso de la Peregrina, calificada por muchos como la Santa Faz de la "esperanza", el "reencuentro" y la "recuperación", apenas se registraron incidentes y no hubo ni rastro del botellón en la playa de San Juan.

Como marca la tradición, los romeros madrugaron también este 2022. No faltaron los blusones y el pañuelo a cuadrados al cuello. Tampoco las 15.000 cañas que el Consistorio alicantino puso a disposición de los peregrinos desde las siete de la mañana en la plaza del Ayuntamiento y la concatedral de San Nicolás. Al recinto religioso, minutos antes de las ocho de la mañana, fueron llegaron las autoridades políticas, con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde de Alicante, Luis Barcala, al frente.

Un detalle de veneración del Santo Rostro JOSE NAVARRO

También se dejaron ver un buen número de consellers del Botànic (Ana Barceló, Arcadi España, Rafael Climent, Carolina Pascual y Mireia Mollá) y el presidente de la Diputación y líder regional del PP, Carlos Mazón. Todos llegaban mirando al cielo, que por entonces ya se mostraba amenazante. La advertencia se acabó convirtiendo en realidad minutos después. Las previsiones meteorológicas menos optimistas se cumplieron.

Dentro de la concatedral, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la romería: "Solicito en nombre de la ciudad que se inicie la Peregrina de 2022". Afuera esperaban cientos de personas para acompañar a la comitiva oficial, compuesta por representantes religiosos o políticos. Entre los que debutaban, el obispo de la Diócesis, Juan Ignacio Munilla.

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