La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura (ATS) ha aprobado por primera vez en la historia del trasvase Tajo-Segura el envío de forma extraordinaria de tres hectómetros de agua por la denominada “tubería manchega” para el abastecimiento de varios municipios que, en teoría, debieran recibir agua del Guadiana. Además, el ministerio ha autorizado 3 hm³ para aliviar la situación del parque natural de las Tablas de Daimiel, algo que no sucedía desde hace 17 años. Agua que se capta en el complejo de embalses de Entrepeñas y Buendía, en los que el caudal almacenado es, en teoría, para alimentar el trasvase a Alicante y Almería, tal como figura en la Ley del Trasvase.
Solidaridad con Castilla-La Mancha que coincide, paradójicamente, con el hachazo que se va a dar este martes al futuro del Tajo-Segura, al votarse en el Consejo del Agua del Tajo el plan hidrológico que recoge el aumento del caudal ecológico del río, que recortará 105 hm³ el trasvase, al elevar dos metros cúbicos de media el caudal del Tajo en Aranjuez, Toledo y en las inmediaciones del embalse de Bolarque, punto de arranque del trasvase.
"Recurriremos todos los cambios que se considere son lesivos para los regantes, porque tenemos razones técnicas, jurídicas, sociales y económicas".
En este sentido, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reiterado en Dolores el compromiso del Consell en la defensa del trasvase Tajo-Segura e insiste en que recurrirá todos los cambios que considere “lesivos para los regantes porque tenemos razones técnicas, jurídicas, sociales y económicas". El Consell refuerza su apuesta por la Vega Baja con una inversión adicional de 12 millones para mejorar la red de infraestructuras de riego en la comarca
La comisión ha autorizado las derivaciones excepcionales de agua para la cuenca alta del río Guadiana, considerando que son conformes con la explotación optimizada del trasvase prevista por la ley. Estos envíos consisten 3 hm3 para atender las necesidades para abastecimiento con motivo de las pruebas previstas en el proyecto de reparación y puesta a punto de la infraestructura de la “tubería Manchega” y otros 3 hm3 como dotación de ayuda en su regeneración hídrica al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico trabaja ya para la puesta en marcha de la denominada “tubería Manchega” y uno de los primeros pasos para ello ha sido el diagnóstico de su situación. En septiembre de 2021 el ministerio formalizó un contrato para el estudio del estado actual de la infraestructura y la redacción del proyecto para su reparación. Esta prueba de la tubería servirá para avanzar en la tramitación de su puesta en funcionamiento.
Castilla-La Mancha abre así la denominada “tubería manchega” (término eufemístico porque no deja de ser un trasvase con agua que deja de llegar a Alicante), en concreto el primer tramo, que abastecerá de agua a un total de 15 municipios de Cuenca, Albacete y Ciudad Real, y para lo que está previsto derivar entre 8 y 10 hectómetros anuales de los 50 hectómetros que tiene asignados esta infraestructura. Once pueblos de la provincia de Cuenca, dos de Albacete y otros dos de Ciudad Real los que se beneficiarán del trasvase interno en Castilla-La Mancha.
Los municipios son Pedro Muñoz y Socuéllamos, en Ciudad Real; Belmonte, Los Hinojosos, Horcajo de Santiago, Las Mesas, Mota del Cuervo, El Pedernoso, Las Pedroñeras, El Provencio, San Clemente, Santa María de los Llanos y Villamayor de Santiago, en la provincia de Cuenca y Minaya y Villarrobledo, en Albacete. El agua, que se derivará desde la cabecera del Tajo, se utiliza para el abastecimiento urbano.
La infraestructura, planteada en su día por el gobiernno de José María Aznar, se aprobó construir con Rodríguez Zapatero de presidente de España, pero nunca se había utilizado. “Este año, en medio de la polémica por el recorte del Tajo-Segura y con un primavera muy lluviosa han decidido activarla”, subraya Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique.
Y todo, además, cuando este martes está previsto que el Consejo del Tajo dé vía libre al aumento del caudal ecológico del Tajo en la parte alta de la cuenca, donde cualquier modificación al alza restará caudales al trasvase Tajo-Segura. En concreto, un 43% en los próximos cinco años, así como el "recorte" en la misma medida de los envíos de agua a las provincias de Murcia, Almería y Alicante a través del trasvase. Se cumplen así las estimaciones de la propia Confederación Hidrográfica del Segura, según las cuales este progresivo recorte de al menos 105 hectómetros cúbicos anuales va a suponer la inviabilidad productiva de 12.000 hectáreas, un impacto económico de 122 millones de euros, la pérdida de miles de empleos directos e implicaría problemas medioambientales para estas provincias derivados de la desaparición de sumideros de CO2, según han advertido a la vicepresidenta Teresa Ribera sus propios técnicos. Al margen del daño a la agricultura, esta decisión tendrá también consecuencias para el precio del agua para el abastecimiento urbano.
El Sindicato Central del Acueducto Tajo-Segura reitera, por su parte, que todos los nuevos planes de cuenca, incluido el del Tajo, a excepción de los tramos que afectan a la viabilidad futura del trasvase, han flexibilizado las medidas inicialmente previstas. El incendio provocado por el Ministerio para la Transición Ecológica al llevar el martes la aprobación del plan hidrológico del Tajo con la reducción, en principio a la mitad, del trasvase Tajo-Segura a partir ya de este año, ha provocado que el Gobierno se vaya a enfrentar a cinco pleitos judiciales, entre ellos uno del Consell, del mismo color polìtico, otro del Ayuntamiento de Elche, ambos del mismo color político que el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central insiste en que “es inaudito y deja claro el objetivo. No han tocado, por ejemplo, el caudal del río Jarama, muy contaminado por la mala depuración de las aguas de Madrid y que desemboca en el Tajo. Vergonzoso”, subraya el presidente de los regantes.
Por primera vez en la historia de la planificación hidrológica en Espala va haber dos, dos planes hidrológicos enfrentados y contradictorios. El del Segura que advierte del desastre del recorte del trasvase Tajo-Segura y el del Tajo que recorta el acueducto. “El Gobierno escuchadas las partes dejará caer su todopoderosa espada de Damocles, partiendo por la mitad el trasvase Tajo-Segura. Falta saber con qué clase de falacias”, sostiene Lúcas Jiménez. Si el martes se consuma lo que nadie duda, el golpe socioeconómico para Alicante tendrá consecuencias impredecibles si todo estos no lo para un juez.
“Pedro Sánchez lo prometió en su campaña electoral de 2018, el cierre del Tajo-Segura y cuatro años después empieza cumplir su promesa”. Así de rotundo pronuncia el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura tras conocer que el próximo martes, 3 de mayo, está convocado el Consejo del Agua de la Confederación del Tajo y en el orden del día sigue, negro sobre blanco, la subida del caudal ecológico del Tajo en Toledo y Aranjuez, entre este año y 2027, lo que certifica prácticamente, si no hay marcha atrás, el principio de la cuenta atrás para el final la llegada del agua del Tajo a Alicante y y Murcia.
Adhesiones
Por su parte, La Unióde Llauradors se ha sumado este lunes a su "compromiso inquebrantable" a favor del trasvase Tajo-Segura, como fuente de suministro de agua de calidad para una de las zonas más ricas agrícolamente de toda Europa, como son las comarcas del sur de Alicante.
En este sentido, la organización agraria impugnará cualquier acuerdo que suponga una reducción en los caudales de agua trasvasada desde la cuenca del Tajo a la del Segura, en cumplimiento de su defensa de los intereses de los agricultores y de los ciudadanos en general, a disponer de recursos alimentarios de calidad, que sólo pueden lograrse mediante un suministro adecuado de agua para el riego agrícola.
LA Unió recomienda a las autoridades competentes que planteen una solución integral en los recursos hídricos, integrando propuestas vertebradoras y constructivas para todos, en evitación de conflictos entre territorios.
A juicio de la organización agraria, España debe alcanzar una soberanía alimentaria -y, por tanto, agrícola- que sea suficiente para sus habitantes, como se ha demostrado con la crisis generada por la pandemia del coronavirus y también con la guerra de Ucrania. Solo desde esa visión de cohesión interterritorial se pueden alcanzar soluciones duraderas y positivas para el conjunto del Estado.
La coordinación entre las diferentes Confederaciones Hidrológicas, la habilitación de planes hidrológicos nacionales e incluso europeos, entre otras medidas, son pasos indispensables para resolver los conflictos. Las propuestas destructivas y cainitas sólo conducen a incrementar esos mismos problemas y a crear otros nuevos. Por ello desde La Unió se reclama una visión de Estado a todos los gobernantes, “porque hay que socializar las soluciones, no los problemas”.
La realidad actual nos indica que otras alternativas viables al trasvase con un precio asumible para que los agricultores puedan mantener sus explotaciones no existen y, por lo tanto, no es momento de asumir ahora recortes de agua, justo cuando los costes producción están desorbitados.
