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El Puerto de Alicante ultima al fin la puesta en marcha de la nave cerrada para graneles

La infraestructura, pendiente desde finales de 2020, se pondrá a prueba este mes de mayo. La Plataforma por un Puerto Sostenible presenta un recurso para que cese la actividad al aire libre

La nave cerrada para el tratamiento de graneles en el puerto de Alicante, con el castillo de Santa Bárbara al fondo. INFORMACIÓN

La nave cerrada para el tratamiento de graneles en el puerto de Alicante, un paso más cerca de estar operativa. La infraestructura -cuya finalización se esperaba para finales de 2020- se encuentra prácticamente concluida a falta de la instalación de maquinaria y en este mismo mes de mayo se pondrá a prueba antes de su entrada en funcionamiento definitiva. El grupo Eiffage ejecuta las obras de la terminal cerrada con el objetivo de estrenarla lo antes posible, más de cinco años después de la resolución de la Dirección General de Medio Ambiente de la Generalitat, que ordenaba a dotar a los muelles de esta infraestructura.

La construcción, situada en el Muelle 17, cuenta con una superficie de ocupación en planta de casi 14.000 m2 y una altura aproximada de 26 metros. Una obra cuyo coste ha ascendido hasta los 17 millones de euros, cinco más de los 12 millones previstos inicialmente, y que dará cabida a toda la maquinaria necesaria para el tratamiento de los graneles, en sus procesos de carga y descarga al buque, eliminando las emisiones de partículas a la atmósfera.

Según informan fuentes del Puerto, la nave comenzará a realizar pruebas en vacío en pocas semanas, para comprobar su correcto funcionamiento con el objetivo de que pueda ponerse en marcha lo antes posible. Una inauguración que se ha demorado varios años a causa del parón de la pandemia, los diferentes parones de transportistas y los problemas de abastecimiento de materiales.

Los trabajos de finalización de la nave cerrada del Muelle 17. INFORMACIÓN

Su cometido será el de albergar aquellos materiales que puedan resultar perjudiciales para las personas que viven a pocos kilómetros de la zona, especialmente aquellos como el "clinker", el principal componente del hormigón, o la caliza. Sin embargo, esto no supondrá el final definitivo del tratamiento de graneles al aire libre en el puerto de Alicante. Las mismas fuentes confirman que "aquellos que no sean perjudiciales", como la biomasa (fragmentos sólidos de restos vegetales destinados principalmente a calefacción) o la escoria (virutas metálicas para fundición), seguirán tratándose fuera de la nave ya que no suponen un riesgo.

Los vecinos no se convencen

Unas explicaciones que no son suficientes para la Plataforma por un Puerto Sostenible, que hace solo unos días denunciaba "la impunidad con la que continúa contaminando el Puerto de Alicante, al duplicar la actividad de carga y descarga de graneles contaminantes a cielo abierto". Una actuación que considera una "grave irregularidad" y una "tomadura de pelo". El colectivo vecinal va más allá y asegura que el Puerto está "actuando con total impunidad ante la pasividad y complicidad del Ayuntamiento de Alicante y de la conselleria de la que depende la autorización de emisiones a la atmósfera".

Tratamiento de graneles al aire libre. INFORMACIÓN

Según la plataforma, se sigue trabajando con este tipo de materiales en los muelles 11 y 13. Una situación que denuncian que viene sucediendo durante los últimos cuatro años, en los que "se ha estado contaminando más que nunca para desesperación de las personas afectadas". Por todo ello, la agrupación ha interpuesto un recurso Contencioso Administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, contra la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, para que la Dirección General de Calidad Ambiental intervenga y no permita la actividad no autorizada de carga y descarga de graneles al aire libre. Algo que el colectivo considera que es responsabilidad de la Dirección General, por "su obligación de velar por la calidad ambiental del aire de nuestra ciudad y evitar las emisiones contaminantes a la atmósfera".

"Tenemos autorización para ello"

Unas acusaciones que el Puerto rechaza por completo. Fuentes de la Autoridad Portuaria aseguran que esta denuncia vecinal carece de fundamento ya que se dispone de la autorización necesaria para efectuar las descargas de graneles de los muelles 11 y 13. Apuntan a que el de Alicante es un puerto comercial en el que es absolutamente normal que se muevan mercancías de este tipo y que "todos los materiales que puedan generar un impacto en el entorno o en las personas se meterán en la nave".

Además, las mismas fuentes destacan que existen numerosas medidas de prevención para evitar que la actividad industrial afecte a las zonas residenciales como el lavado preventivo de los camiones para evitar que se genere polvo o, la más efectiva, una estación medidora a tiempo real del nivel de material en suspensión en el aire. Cuando los niveles se acercan al límite permitido, se detienen los trabajos que se estén llevando a cabo en ese momento. Un parón que puede suponer pérdidas de varios miles de euros para las empresas que se vean obligadas a realizarlo.

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