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La falta de personal impide que todos los hospitales cuenten con unidades de Rehabilitación Cardiaca

Tres centros sanitarios de la provincia, que atienden a una población de 600.000 personas, aún no cuentan con este servicio que reduce la mortalidad tras un infarto o una angina de pecho

Programa de Rehabilitación Cardiaca en un hospital de la provincia, en imagen de archivo PILAR CORTES

Está demostrado que las Unidades de Rehabilitación Cardiaca reducen la mortalidad y la aparición de complicaciones en los pacientes que han padecido un infarto o una angina de pecho. Sin embargo, no todos los hospitales de la Comunidad Valenciana ni de la provincia cuentan con este servicio.

En concreto, en la provincia de Alicante son tres centros -el Hospital de Sant Joan, Marina Baixa y Orihuela- los que aún no disponen de esta unidad. Los tres dan servicio a una población de casi 600.000 personas. “La falta de personal es el gran problema para poder poner en marcha una Unidad de Rehabilitación Cardiaca, ya que además de cardiólogos son necesarios fisioterapeutas y enfermeros”, lamenta Lorenzo Facila, presidente de la Sociedad Valenciana de Cardiología, quien participa en el XXXIX Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares de la Comunidad Valenciana, que estos días se celebra en el Hotel Meliá de Alicante.

En el conjunto de la Comunidad Valenciana la situación es peor, ya que según Facila la mitad de los hospitales no cuentan con este servicio, que atiende a pacientes a los pocos días de padecer un infarto o angina de pecho para que empiecen a hacer ejercicio para una recuperación más rápida del estado físico, psicológico y sociolaboral de las personas con enfermedad cardiovascular. Según un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología, la supervivencia a los diez años de los pacientes que han sido atendidos en estas unidades es del 91,8%, frente al 81,7% de quienes no han pasado por una Unidad de Rehabilitación Cardiaca. Además, las complicaciones se redujeron del 63% al 35%.

Durante las jornadas celebradas en Alicante se ha hablado de las enfermedades más prevalentes que afectan al sistema cardiovascular y que han cambiado radicalmente en los últimos años. “Antes la enfermedad con más prevalencia era hipertensión y cardiopatía isquémica, ahora en primer lugar se sitúa la insuficiencia cardiaca”, explica Julio Núñez, cardiólogo en el Hospital Clínico de Valencia.

El aumento en la esperanza de vida está detrás de este incremento de casos de insuficiencia cardiaca, una enfermedad que provoca un agotamiento del corazón, que no cumple bien con su función y por tanto el riego sanguíneo no llega a todos los tejidos. El principal síntoma es que el paciente se ahoga. En los últimos años, los nuevos medicamentos y los nuevos tratamientos han cambiado el devenir de esta dolencia. “Hace unos años el 30% de los enfermos morían de insuficiencia cardiaca al año del ingreso hospitalario y en quienes estaban estables, la mortalidad era del 50, el panorama era peor que el de un cáncer avanzado”, añade Núñez. La aparición de nuevos medicamentos específicos para esta enfermedad y la apertura en los hospitales de unidades exclusivas para atender a los pacientes de insuficiencia cardiaca ha ido, poco a poco, dando la vuelta a esta estadística.

Prueba de corazón a un paciente, en una imagen de archivo

Fármacos prometedores que llegan con retraso

En el encuentro celebrado en Alicante también se ha hablado de los nuevos medicamentos que están apareciendo en el campo de la Cardiología. Fármacos que no llegan con la rapidez que los especialistas desearía. “Desde que concluye un ensayo clínico hasta que tenemos el medicamento en la consulta pueden llegar a pasar hasta dos años por la lentitud de las agencias reguladoras que los autorizan y fijan los precios”, lamenta Lorenzo Facila, presidente de la Sociedad Valenciana de Cardiología.

En estos momentos, los cardiólogos están a la espera de dos prometedores medicamentos. El primero de ellos dirigido a la insuficiencia cardiaca, la enfermedad que en estos momentos más impacto tiene en el terreno del corazón, incluso por encima del infarto. “Estamos esperando la llegada de un medicamentos que en origen se ha utilizado para la diabetes, pero que se ha visto su beneficio para la insuficiencia cardiaca”.

También está por llegar, y ya se aplica su uso en Reino Unido, el primer medicamento contra el colesterol que se administra cada seis meses. “Este fármaco nos va a ayudar a manejar mejor a los pacientes, porque sólo el 30% de las personas que han sufrido una enfermedad cardiovascular, como ictus o infarto, cumplen con la medicación frente al colesterol, que en estos momentos se deben tomar todos los días”. El nuevo fármaco “se administra a través de inyecciones “lo que hace que el paciente tenga que venir a la consulta y de esta forma se estrecha el seguimiento”.

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