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Los pizzini del Plan Zonal

Horas y horas de conversaciones desde el terminal del empresario Rafael Gregory evidencian obscenas componendas para la adjudicación del Plan Zonal de la Vega Baja donde lo que menos importaba era el interés público. Si en lugar del móvil hubieran utilizado los papelitos que usa la Cosa Nostra para dar instrucciones importantes al menos habían evitado los pinchazos

José Joaquín Ripoll y Ángel Fenoll en una de las sesiones del juicio del Plan Zonal. ANTONIO AMORÓS

Si en vez del teléfono los acusados en el proceso del Plan Zonal de residuos de la Vega Baja hubieran utilizado los famosos pizzini, los pequeños trozos de papel con que la Cosa Nostra comunica sus instrucciones importantes, quizá habrían acabado con la mitad de los bosques de Canadá, pero se hubieran evitado horas y horas de grabaciones que dan fe de obscenas componendas en torno a la adjudicación de una infraestructura pública donde lo que menos importaba, a juzgar por el contenido de esos pinchazos, era el interés público.

Afición al móvil la había en general, pero por su condición de nexo entre los intereses del expresidente de la Diputación José Joaquín Ripoll y de los empresarios Enrique Ortiz y Ángel Fenoll, destaca la frenética actividad del terminar del también empresario y asimismo acusado Rafael Gregory, cuyas conversaciones han ocupado varias sesiones del juicio que por estos hechos se está celebrando. Y aún quedan.

Charlas a tres bandas en las que Gregory, en función de sus intereses, expurga la información que facilita cada a uno de sus interlocutores y en las que, como ayer se escuchó en la sala, llega a utilizar un lenguaje convenido. 

Como cuando se refiere a «los limones», una expresión que aparece hasta en medio centenar de ocasiones en los pinchazos recogidos en el informe policial y que los investigadores identifican con las dádivas (dos pisos o su valor en dinero) que supuestamente iba a recibir Ripoll por su mediación en la adjudicación del macro vertedero. «Los limones se recogerán cuando paguen. Si no pagan nada», se les escucha decir con nitidez en una conversación entre él y Fenoll.

Ortiz: «Que convoque el consorcio y pagamos» 

Es el 1 de febrero de 2009. Gregory habla con Ortiz sobre la estrategia que ha marcado el propio Ripoll.

Gregory: Joder, que me ha dicho que lo convoca cuando tú.. habla tú con él 

O: No… no, no, no, él que convoque el Consorcio y nosotros una semana antes le hemos pagado , ¿me oyes? (...) él convoca el Consorcio ya y me dice, el día 24 hay Consorcio , yo diez días antes te doy el dinero a ti, firmamos y te doy el dinero. 

G: Venga, venga, a ver, es que no… es que 

O: Yo no le puedo decir a mi gente, a mis socio que le damos el dinero a éste para él .. y sin convocar el Consorcio, él tiene que convocar el Consorcio y nosotros diez días antes firmamos .

O: ¿Sabes lo que pasa, pero sabes lo que pasa Enrique?, sois la hostia macho, primero era que se cambiara la finca, ahora que también que se convoque, si yo te digo que lo con… yo te he dicho que hables con él , coño.. tío

 E: ¿Cómo que cambiara la finca, qué quieres que cambiara la finca? 

G: Vamos a ver, cuando se… que se aprobara el sitio por el Consorcio, se aprobó el emplazamiento, ahora se ha aprobado, ahora quieres… 

O: Como nos han chantajeado y nos chalaneado.. 

G: Qué cojones te han chantajeado 

O: No ni poco 

No es único término agrícola que usan. El «riego por aspersión» para referirse a la solución transitoria (con la que Anticorrupción sostiene que Ripoll presionaba a Ortiz para que Fenoll no se fuera con las manos vacías tras no conseguir la contrata) es otra de ellas. O cuando habla Fenoll de que Ripoll, con el que Gregory le dice que va a cenar esa noche, «lo que tiene que hacer es el camino de Santiago». A lo que el exgerente de Autisa le responde: «El camino de Santiago está hecho». 

Mención especial merece el contenido de los pinchazos en los que se retrata cómo el empresario Enrique Ortiz pone sus embarcaciones al servicio de la causa. Como en una de ellas tiene compromisos, el promotor le dice al Gregory que utilice la otra, una Pershing modelo 62 con capitán incluido a la que la mujer de Ripoll se refiera como «la lanchita».

«Nos deja Enrique la Pershing para que nos vayamos donde nos salga de los cojones, pero él no puede venir», le comunica Gregory a Margarita de la Vega, quien en un gesto nada agradecido responde que «mucho mejor ir sin él», aunque después le dijera que le echaban de menos. Y eso que el deseo de Ortiz, según recogen los pinchazos, era que la mujer del entonces presidente de la Diputación estuviera «cómoda».

Gregory a Fenoll: «Los limones los recogerán cuando paguen»


El 22 de diciembre de 2008 fue una fecha clave en el proceso del Plan Zonal: el Consorcio aprobó el cambio de finca donde se construiría el vertedero que obligaba a Ortiz a adquirir los terrenos de Ángel Fenoll. Minutos antes de la reunión del Consorcio, el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, y su amigo Rafael Gregory se citaron en una gasolinera. Gregory transmitió a Ripoll los intereses de Ángel Fenoll: aprobar el cambio de ubicación, pero no la solución transitoria, utilizada para presionar a Ortiz, según la acusación. Previo a este encuentro, Gregory acuerda con Fenoll l el mensaje que le tiene que trasladar a Ripoll. Hablan en lenguaje convenido. Según el informe policial, usan la expresión «riego por aspersión para referirse a la solución transitoria» .

Gregory: te parece bien, ¿no?, que arreglen lo de cambio de sitio, de los limones.

Fenoll: pero ese punto sólo

G: exacto, más puntos que los dejen para después.

F: exactamente, más puntos no que si no le damos todas las ventajas.

G: Y así, el riego, el riego por aspersión, ¿no? (...)

F: Dile que el tío que le hemos vendido los limones que nos ha estado puteando y todo eso y seguimos sin cobrar.

G: exactamente eh? pero ese punto del cambio de los limones sí, eh?

El informe policial relaciona una conversación en la que se habla constantemente de «los limones» y de su recogida con unos pisos por valor de un millón de euros situados en la avenida Pérez Galdós de Alicante, que el mismo informe apunta a que podrían ir destinados a Ripoll como dádiva para compensar su intervención en este proceso. La Policía también interpreta la «caída del precio de los limones» con el desplome del precio de la vivienda.

F: ¿Ha firmado ya o no?

G: Vamos a ver, le he dicho lo siguiente, ¿no?, oye, que hoy cambian lo de los limoneros, ¿eh?, y los limones los recogerán cuando paguen, después de Navidad.

F: Si... un tema solo

G: Exactamente, el cambio de los limones

F: Vale, vale y ya está, ¿eh?

G: Y los limones los recogerán cuando paguen.

F: Exacto, si no pagan los limones nada, ni un punto.

G: Eso está dicho ya, ¿eh?

F: Está dicho, ¿no?

G: Sí

Fenoll: vale, vale, vale, muy bien, vale, vale. Esperemos que sea así, ¿no?, no nos vaya...

G: Si no, no, es así seguro

F: Que los limones están colgados.

G: No, no y además es que no los recoge, que no le dejo yo recogerlo, ¡coño¡ y si mañana firma, y si mañana firma pues oye, ya recogerá los limones después.

F: Claro, ¿sabes?, se le puede dar más plazo

G: Claro

F: ¿Sabes?, están baratos, están cayéndose del suelo.

G: (risas), Venga.

F: ¿Eh?

G: Está todo arreglado

Tras las anteriores conversaciones, Gregory le comunica a Ortiz lo que, según el informe, «acuerda» con Ripoll.

G: Oye, vamos a ver, esto se va a hacer como hemos dicho, y después de navidades se va a hacer lo otro.

Ortiz: Se va a hacer lo de aprobar el suelo.

G: No, el suelo ya.

O: sí

G: Y la transitoria

O: Y lo otro después

G: Después de navidades, que va a ponerle fecha hoy.

O: Vale.

G: Entonces mañana tú y yo, yo me he comprometido, le he dicho que tú y yo mañana vamos a arreglar el tema.

O: Sí, pero...

G: Una vez que esté aprobado, el suelo

O: Vale, vale, no, lo que tienes que hacer es recoger cómo, qué es lo que aprueban.

Las conversaciones giran en torno a asegurarse que el Consorcio ha aprobado el cambio de ubicación, pero la Policía destaca una charla sobre una contraprestación que Ortiz debe entregar a Gregory.

G: Los limones se cambian de, de... los vamos a cambiar los árboles, ahora cuando pase la campaña, ¿no? de ubicación (...) que van a ir a la zona nuestra, y luego para recogerlos, no los puede recoger el tío, ¿no?

F: Sí

G: Hasta que no pague... y cuando pague después de Navidad, si ha pagado, ¿no?, hablaremos de, de, de la recogida de los limones

F: Vale (...) Y sabes tú que te debe a ti los otros limones de la otra finca tuya, que también tiene que arreglar eso.

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