El PSOE alicantino hace vida sin su portavoz municipal, Francesc Sanguino. Se volvió a demostrar, de manera más patente si cabe, este martes, en un desayuno informativo organizado por el partido para abordar asuntos de actualidad tras la reciente reelección del secretario local, Miguel Millana. A la cita, celebrada en el ático de un hotel céntrico de Alicante, acudieron, entre otros, el propio Millana y la portavoz de la dirección, la también concejala Trini Amorós. Ni rastro, más allá de que fuera un acto de partido, del portavoz municipal, que sigue en la rampa de salida a la espera que del PSPV de Ximo Puig le pueda encontrar acomodo en el segundo escalón de la Generalitat Valenciana, tal y como confirmaron fuentes socialistas tras la reciente crisis de gobierno aún pendiente de cerrarse con nuevos nombramientos.
En la tertulia se habló de asuntos municipales, como la ejecución presupuestaria y la rebaja impositiva, junto la falta de voluntad del bipartito para llegar a acuerdos con la oposición de izquierdas, según los socialistas. También se abordaron cuestiones como las futuras elecciones municipales, con un PSOE que no oculta sus deseos de que se queden fuera del tablero los "nuevos" partidos. "¿Que se vuelva al bipartidismo? Ojalá", reconoció Millana. Además se trataron asuntos actuales como la vuelta de las Hogueras, el retraso en la revisión del PGOU o la implantación de la tasa turística, donde los socialistas insistieron en la "deslealtad" de Compromís por llevar el debate al Pleno municipal.
De lo que no se habló fue de Sanguino, como tampoco del futuro alcaldable socialista para 2023 en Alicante, donde por ahora todos los focos siguen apuntando a la recién nombrada síndica de las Cortes, la sajeña Ana Barceló. Ni una palabra de la posible salida del actual portavoz ni tampoco de la posible llegada de la hasta ahora consellera de Sanidad. Como si no hablar de las cuestiones pendientes facilitara su resolución.
