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¿Cereales y girasol de Alicante como alternativa a la falta de agua y a la guerra de Ucrania?

Productores de la provincia se lanzan a la siembra de girasol y de otros cereales al constatar la subida de precios de hasta el 80% la tonelada

Un agricultor arando este miércoles una plantación de girasol en la comarca del Alto Vinalopó Juani Ruz

La guerra en Ucrania y sus repercusiones negativas en la economía mundial en general y en la agricultura en particular, derivadas en gran medida por la crisis del cereal por el bloqueo de producción y exportación en el antiguo “granero de la URSS”, ha relanzado las posibilidades de este cultivo en la provincia de Alicante, donde hasta ahora es una producción menor con unas 7.500 hectáreas. La subida de los precios por encima del 50% de media y con puntas del 80% (trigo) anima a muchos agricultores que hasta ahora tenían este cultivo como algo casi testimonial.

Ahora mismo se está plantando girasol, que no se pudo en primavera por la lluvias, y también existen posibilidades, incluso para el trigo, que se está pagando a 515 euros la tonelada, la cebada (340 euros) el el maiz (350 euros). En la provincia de Alicante existen unas 38.000 hectáreas en barbecho, que puede acoger cultivos de cereales, que vuelven a ser rentable por la desgracia de Ucrania y el bloqueo a Rusia.

"Cultivar cereales vuelve a ser atractivo porque la guerra en Ucrania va a para largo e, incluso, cuando se acabe habrá que trabajar mucho para reconstruir"

José Vicente Andreu - Presidente Asaja-Alicante

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José Vicente Andreu, productor de cítricos y hortalizas, y presidente de Asaja-Alicante, considera que “cultivar cereales vuelve a ser atractivo porque la guerra en Ucrania va a para largo e, incluso, cuando se acabe habrá que trabajar mucho para reconstruir infraestructuras, recuperar empresas. Va a ser un proceso largo y duro”. Andreu tiene constancia de que hay compañeros que están sembrando girasol en la zona de Villena y Beneixama -hasta ahora este cultivo ocupa 435 hectáreas en la provincia-. “No obstante, también hay que advertir de que la guerra y el cierre del mercado ruso, aunque beneficie a la producción de cereal, puede afectar negativamente a nuestras producciones tradicionales como frutas y hortalizas, que se ven muy presionadas por la llegada masiva a Europa de productos de Egipto, Sudáfrica… que dejan sin salida a nuestros cultivos”.

La guerra de Ucrania que arrancó a finales de febrero y el cereal de invierno tiene fecha tope de siembra a principios de enero. Al agricultor que decidió sembrar trigo (1.400 hectáreas en la provincia) , le ha tocado un poco la lotería. Otra cuestión es el cereal de primavera como el maíz, que se va a ver aumentada la superficie de siembra. El alto precio del cereal, que habría que denominar "el justo precio del cereal va a suponer una reestructuración de algunos cultivos como las hortalizas”, apuntaron ayer fuentes del sector.

Los precios medios de salida de almacén de los cereales en España se encuentran hasta un 80% más caros que hace un año y hasta un 25% más que al inicio de este 2022, según la última comparativa de cotizaciones que semanalmente realiza el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El trigo duro se vende ahora a 515,00 €/t, un valor un 80% más alto que 2021 (286,11 €/t).

El precio de la cebada de pienso alcanza los 323,82 €/t, lo que supone un alza anual del 72,60 % (187,61 €/t) y del 13,39 % en el acumulado del año, ya que su primera cotización media en 2022 fue de 285,57 €/t. La cebada malta (333,89 €/t) ha subido en un año un 74,18 % (221,55 €/t en la semana 9 de 2021) y un 14,77 % desde el inicio de este ejercicio (290,90 €/t). El maíz grano, en su última cotización, se pagaba de media a 350,29 €/t, lo que representa un 53,10 % más que en la misma semana de 2021 (228,79 €/t) y un 25,54 % más que en la primera de 2022 (279,02 €/t).

En la Comunidad Valenciana hay aproximadamente 19.010 hectáreas cultivadas de cereales (sin contar el arroz), de las que el 57% se ubican en la provincia de Valencia, el 22% en la de Alicante y el 21% en la de Castellón. El suelo cultivado de cereales en nuestro territorio representa aproximadamente el 3% del total de suelo agrícola, aunque representa sólo el 0,32% de la renta generada por la Producción Vegetal Valenciana o el 0,25% de la Renta final agraria. 

Las comarcas con mayor superficie cultivada son Utiel-Requena, Valle de Ayora y Los Serranos. No obstante, la importancia del cultivo de cereal respecto a los totales del suelo cultivado es distinta según comarca. Así, por ejemplo, en Els Ports es el principal cultivo y ocupa el 54% del total cultivado de la comarca. En el Valle de Ayora supone el 22% del suelo cultivado, en el Alt Millars representa el 14%, en l'Alcoià el 12% y en el Rincón de Ademuz el 11%.

En el cultivo de cereales grano destacan también Canarias, Comunidad Valenciana, Navarra y Cataluña comunidades en las que la siembra directa supera el 20% de la superficie de cereal. Sin embargo, en las autonomías más cerealistas como Castilla y León o Castilla – La Mancha solo se siembra directamente el 11,90% y 2,82% respectivamente. En Islas Canarias, a pesar de la poca superficie cerealista, el 35,88% de los cereales grano se cultivan en siembra directa.

En cuanto al girasol, Castilla y León y Andalucía, comunidades que representan el 71,23% del cultivo del girasol, la siembra directa no supera el 7% de la superficie en ninguna de ellas. En la Región de Murcia y Comunidad Valenciana, a pesar de no ser el girasol un cultivo predominante, el 100% del mismo se cultiva bajo siembra directa. La Rioja (60,44%) y Navarra (55,06%) son otras regiones donde destaca la siembra directa en el cultivo del girasol.

El maíz forrajero con siembra directa destaca en Murcia con el 100% y en Extremadura con el 42,63% a pesar de la poca superficie de este cultivo en estas comunidades. El 100% de otros cultivos forrajeros de la Murcia se siembran en su totalidad directamente sobre rastrojo anterior.

"Es previsible que la superficie de cultivo destinada al cereal se incremente, aunque no somos una comunidad con vocación cerealista".

Roger Llanes - Secretario autonómico de Agricultura

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Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, apunta que "a la vista de la situación en la que se encuentra el mercado internacional de los cereales a causa de la guerra de Ucrania es normal que suban los precios de manera significativa, tal como está sucediendo, y es previsible que la superficie de cultivo destina al cereal en la Comunidad Valenciana experimente un incremento, aunque no somos una comunidad con vocación cerealista".

Llanes subraya, no obstante, que "se trata de una situación meramente coyuntural, a causa del conflicto bélico, que beneficia a los productores de cereal por la tendencia alcista de las cotizaciones, pero que no resulta, ni mucho menos, tan favorable para otros colectivos como los ganaderos que están sufriendo un acusado aumento en los precios de los piensos para alimentar el ganado. Otro aspecto destacable es que no hemos tenido problemas de suministro, gracias en gran media a la rápida actuación del Gobierno, que autorizó la plantación de nuevas hectáreas de cereal y adopto medidas para favorecer las importaciones de grano de determinados países para que la industria pudiese seguir elaborando los piensos".

El precio de los alimentos básicos se ha situado desde la invasión rusa en Ucrania, en el nivel más alto de la historia. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y las agriculturas revela que el índice de precios de los alimentos se situó en febrero en un promedio de 140,7 puntos, es decir, un 3,9 % más que en enero y un 20,7 % más que hace un año. Este precio seguirá en aumento en función de como avance el conflicto armado en Ucrania, pero los principales damnificados serán los países en vías de desarrollo. La carne y los biocombustibles, entre muchos otros productos, se ven afectados por la subida de este indicador.

Descarga de trigo en la tolva antipolvo del puerto de Alicante Pilar Cortés

Esta subida generalizada en todos los productos de cereal se produce debido a la guerra. Ucrania es uno de los principales exportadores en toda la Unión Europea y distribuye su materia a la mayoría de países del este y de centro Europa. España es otro de los mayores productores de cereal entre los 27, aunque la mayoría del producto se consume dentro del territorio, lo que más se exporta es: "maíz y trigo blando", según los datos del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación recogidos en 2019/2020.

El mundo tiene unas 10 semanas de reservas de trigo almacenadas cuando la guerra de Ucrania entra en su cuarto mes. Estas son las estimaciones que ha realizado una experta en suministros alimentarios en la ONU. Sin embargo, otros factores contribuyen también a esta situación, como la sequía en las principales regiones productoras.

Sara Menker, directora general de la empresa de análisis agrícola Gro Intelligence, ha declarado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la guerra entre Rusia y Ucrania no fue la causa de una crisis de seguridad alimentaria, sino que "simplemente echó leña al fuego que ya ardía desde hace tiempo". Ucrania está considerada el "granero" del mundo y Rusia y Ucrania juntas representan casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo. 

Plantación de trigo en Villena Información

El maíz y el arroz son fuentes muy importantes de calorías para el ser humano. Ambos cereales han estado sujetos a la selección humana durante miles de años. Mejorar la producción es uno de los objetivos que se han marcado los científicos en los últimos decenios; sobre todo porque, a medida que el planeta se va calentando a causa del cambio climático, preocupa cada vez más la capacidad para cultivar suficientes alimentos para alimentar a una población en constante crecimiento

Buena parte de los estudios científicos que buscan mejorar el rendimiento de los cultivos de maíz y arroz se centran en aspectos relacionados con el número de granos por planta. Un equipo de investigadores chinos y alemanes ha descubierto que desactivando determinados genes en el maíz y el arroz mejoran los rendimientos de los cultivos. El hallazgo abre asimismo la puerta a la creación de nuevas especies más resistentes al cambio climático mediante la manipulación genética.

En su artículo, que acaba de ser publicado en la revista ‘Science’, el grupo de investigadores describe el mapeo de los genomas de ambas plantas como una forma de buscar genes asociados con el rendimiento del grano, utilizando el editor de genes CRISPR, una nueva técnica de edición genética que está revolucionando la biología.

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