68.000 personas mayores de 65 años en la provincia de Alicante son frágiles, lo que quiere decir que tienen más riesgo de caídas, hospitalización, discapacidad y muerte. Detectar estos casos a tiempo y hacerles un seguimiento estrecho para evitar complicaciones es el principal objetivo de un plan puesto en marcha por Sanidad.

El objetivo principal es que las personas que reúnan el perfil de ser pacientes frágiles pasen revisiones cada seis meses para evitar que su situación empeore y puedan mantener el mayor tiempo posible su independencia. Las personas no frágiles se reevaluarán anualmente. Con todas las personas que entren en el programa se realizará promoción de estilos de vida saludable.

Según señalan desde la Conselleria de Sanidad la detección de las personas que presentan fragilidad se haría en el ámbito de Atención Primaria o en el comunitario. Posteriormente se derivaría el caso al sistema sanitario, fundamentalmente a Atención Primaria, en coordinación con atención hospitalaria cuando sea oportuno, seguido de una intervención específica para revertir la fragilidad o evitar sus consecuencias.

De forma oportunista el plan persigue captar a las personas de 70 o más años que acudan por cualquier causa a un centro sanitario. También se hará una detección activa, a personas de esa edad que estén ya inscritas en determinados programas ya establecidos. La fragilidad en España, tiene una prevalencia estimada del 18 por ciento en las personas de 65 años o más, siendo del 12 por ciento a nivel comunitario y de un 45 por ciento en atención sanitaria.

El objetivo principal del plan que ahora arranca y que está coordinado por el Ministerio de Sanidad es que esa longevidad se vea acompañada de buena salud, por lo que propone que se trabaje sobre esta transición vital, para que se pueda desarrollar de forma activa y saludable, disminuyendo los procesos de dependencia o discapacidad, actuando sobre los entornos y los factores modificables como la fragilidad.

Según la estimación de los expertos, las personas frágiles representan un 40% del coste sanitario aunque, un 50% de este gasto sería evitable con un buen manejo. Así, con este plan se apuesta por seguir las pautas del modelo escocés, basado en el cribado, el diagnóstico y el manejo mediante un trabajo multidisciplinar.