Cada año mueren 50.000 personas por infarto en España, de ellas unas 600 en la provincia de Alicante. Gracias a la implantación hace unos años del código infarto, la mortalidad por esta enfermedad se ha ido reduciendo. Pero el perfil del paciente que sufre una parada cardiaca está cambiando en los últimos años y “cada vez atendemos a un mayor número de mujeres”, explica Ignacio Cruz, presidente de la sección de Hemodinámica de la Sociedad Española de Cardiología. Cruz ha participado esta semana en el 33 Congreso de la Asociación de Cardiología Intervencionista, que ha reunido en Alicante a decenas de expertos llegados de toda España.

Para Cruz las causas de este aumento de infartos en mujeres hay que buscarlas en el incremento de factores de riesgo que antes eran más comunes en los hombres y que poco a poco también se han ido extendiendo entre las mujeres. Factores como la hipertensión, la diabetes, la obesidad o el colesterol. También el consumo de tabaco, hábito al que la mujer se ha incorporado más tarde y que ahora se está traduciendo en un aumento de enfermedades como el cáncer de pulmón.

Ignacio Cruz matiza que hasta la menopausia las mujeres tienen menos riesgo de sufrir infarto, ya que las hormonas le protegen, pero a partir de ese periodo “las cifras se van acercando a las de los hombres”.

Hace nueve años que la Conselleria de Sanidad implantó el código infarto con el objetivo de que el paciente que ha sufrido un infarto esté como muy tarde en hora y media en una sala de hemodinámica de un hospital sometiéndose a un cateterismo. “Lo más importante es abrir la arteria obstruida lo antes posible y poner un muelle para que no se cierre”, explica Ignacio Cruz. Si el tratamiento del infarto llega tarde, el corazón sufre daños irreversibles.

El código infarto requiere de un importante esfuerzo organizativo, “porque hay que tener salas de hemodinámica abiertas las 24 horas del día con personal al frente". Se estima que desde que se instauró este programa, las muertes por infarto han caído un 30%. Los márgenes de mejora en este terreno vienen de acortar los tiempos de traslado y en el reconocimiento de los síntomas por parte del paciente. “Muchos de los retrasos vienen porque el enfermo sufre un dolor en el pecho y espera porque piensa que ya se le pasará”. Ignacio Cruz añade que contactar rápidamente con el 112 ante los primeros síntomas “puede significar que vivas o no o que quedes con más secuelas”. Añade Cruz además la importancia de que se avise a los servicios médicos y que no se acuda por los propios medios al centro sanitario. “La mayoría de muertes en estos casos son por arritmias cardiacas y si en ese momento está el 112 te puede salvar la vida”.

"La implantación del código infarto ha permitido reducir las muertes por esta enfermedad"

Ignacio Cruz - Presidente de la sección de Hemodinámica de la Sociedad Española de Cardiología

Además del tratamiento del infarto, en el congreso de Alicante se han abordado las últimas técnicas en implantación de válvulas cardiacas a través de la femoral, una intervención que poco a poco va sustituyendo a la cirugía abierta y que cada vez tiene más indicaciones. “Inicialmente se intervenía a quienes no se podía operar a corazón abierto, luego a los pacientes de mayor riesgo y actualmente a los de riesgo intermedio”. Este tipo de operaciones reducen las complicaciones y permiten una recuperación más rápida del enfermo.

En el congreso de Alicante se han abordado otros avances, como el tratamiento de la válvula mitral y la válvula tricúspide, así como el cierre de la orejuela izquierda. En este último caso se trata de enfermos que sufren un tipo de arritmia muy frecuente y que puede desembocar en trombos. El tratamiento habitual son los anticoagulantes, “pero hay muchos pacientes que no los pueden tomar”. El 90% de estas arritmias se forman en la llamada orejuela izquierda, “de manera que tapando esta zona a través de la femoral lo solucionamos y los resultados son iguales que tomar anticoagulantes a largo plazo.