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Las malas condiciones laborales dejan sin cubrir 1.500 puestos de camareros en Hogueras

Sindicatos y empleados del sector critican la cantidad de horas que se trabajan en fiestas y los bajos sueldos que se cobran

Un camarero sirve una cerveza en un local de hostelería DANIEL MUNOZ

“No encuentro camareros para trabajar estas fiestas”. Es la queja unánime de propietarios de bares y restaurantes, que sufren con especial intensidad estos días la falta de personal que afecta al sector desde comienzos de año. Según cálculos de la Asociación de Restaurantes de Alicante, la ciudad necesita 1.500 camareros para trabajar estas fiestas.

Una falta de mano de obra que contrasta con las cerca de 17.000 personas del sector de la hostelería que en la provincia de Alicante están inscritas en las listas del paro. ¿Cuál es la causa de que no case esta oferta y esta demanda? Sindicatos y trabajadores del sector lo tienen claro. Muchas horas de trabajo, horarios intempestivos, poco salario y economía sumergida. Denuncian que las condiciones en las que trabajan los camareros, sobre todo en Hogueras, son muy precarias, lo que provoca que la gente que puede se esté buscando la vida en otros sectores menos sacrificados.

Un camarero sirve mesas en una terraza de la provincia, en imagen de archivo AXEL ALVAREZ

“Siempre hay excepciones, empresarios que cumplen con las limitaciones de horas, con el descanso, que pagan bien… pero lo habitual estos días es trabajar muchísimas horas al día en turnos partidos. Entrar a las 11 de la mañana, terminar a las 17 horas y volver a entrar a las 20 horas hasta las 3 de la mañana. Es como hacer dos jornadas en una”, lamenta un camarero de Alicante. Un horario intempestivo “por unos 40 ó 50 euros al día, propinas al margen, que en Hogueras no son muy abundantes”, lamenta este trabajador.

Unas condiciones que, asegura, se extienden después al resto del verano. “Están ofreciendo por ahí contratos de 10 horas diarias, seis días a la semana, por apenas 900 euros al mes. La falta de mano de obra que sufre ahora el sector no es más que la consecuencia de años de maltrato a sustrabajadores”, lamenta este profesional.

Otra camarera explica que también es práctica habitual en fiestas que se produzcan irregularidades con los contratos que se ofrecen. “Te hacen contrato de obra y servicio o te dan alta en una categoría inferior a la que te corresponde con tal de pagarte menos”. Esta profesional lleva muchos trabajando en la ciudad de Alicante y explica que durante la pandemia de coronavirus fueron muchos los compañeros que se quedaron en paro o en ERTE. “Una buena parte de quienes se quedaron sin empleo aprovecharon para reciclarse en otros sectores, por lo que ahora es complicado encontrar gente dispuesta a trabajar y menos por unas condiciones tan duras y precarias”.

Igual que hace unos años fue el sector de la construcción el que atrajo a trabajadores de la hostelería en busca de mejores salarios y condiciones, ahora es el sector del reparto, en pleno auge por el boom del comercio on line, el que está absorbiendo esa mano de obra cansada ya de servir mesas y atender clientes por poco dinero al mes y muchas hora de trabajo.

Los sindicatos comparten la misma visión del problema. “La gente está harta de que se les explote y no quieren trabajar en la hostelería”, señala Yaissel Sánchez, secretaria general de UGT. Lamenta la dirigente sindical que en este sector “sigue habiendo mucha precariedad y mucha economía sumergida. Muchos empresarios que dan de alta por cuatro horas y luego obligan a trabajar muchas más”. Recuerda la responsable de UGT que recientemente se acaba de renovar el convenio colectivo del sector. “Una cosa es que lleguemos a un acuerdo en la mesa de negociación y otra que las empresas lo cumplan”.

Reclama Francisco García, secretario general de CC OO, que al margen de mejorar las condiciones en las que se trabaja en este sector se ofrezcan ventajas adicionales que atraigan la mano de obra. “En otras comunidades autónomas dan ayudas, por ejemplo para costear el alojamiento. No puedes esperar que venga gente a trabajar y se gaste buena parte del salario en alquilar un piso o una habitación”, afirma García.

Los problemas de falta de mano de obra en la hostelería no se limitan sólo a estas fiestas. Los establecimientos de hostelería de la provincia afrontan el verano con un déficit de nada menos que 18.000 camareros, debido a que no encuentran personal suficiente dispuesto a trabajar en el sector. La consecuencia es que numerosos bares y restaurantes optarán por mantener los aforos del covid y reducir turnos, medidas estas que, lógicamente, también supondrán una reducción de la oferta para los clientes. Mientras desde las asociaciones empresariales se advierte de que el problema es una amenaza para la recuperación turística, los sindicatos consideran que el asunto se solucionaría con una mejora de las condiciones laborales.

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