Si eres alicantino de pura cepa y te gustan las Hogueras, seguramente habrás rectificado en alguna ocasión a alguien que haya llamado falla a algún monumento fogueril: «Oiga, que aquí no se llaman Fallas, aquí son Hogueras».

Por sus innegables puntos en común, muchos foráneos tienden a asimilar las Hogueras de San Juan de Alicante con las Fallas de Valencia. En un principio las hogueras alicantinas llegaron a ser llamadas Fallas, aunque de eso ha llovido mucho ya.

Repasamos algunas de las principales diferencias entre las Hogueras de Alicante y las Fallas:

1. Para empezar, las fechas. Las Fallas se queman el 19 de marzo y las Hogueras se queman el 24 de junio. Eso sí, en ambos casos al acto de quemar los monumentos se le llama «cremà».

2. Ambas fiestas tienen a la mujer como su máxima representante, pero en Valencia se llama Fallera Mayor y en Alicante, Bellea del Foc. En común, que estas dos figuras tienen una corte de damas de honor. También hay representantes infantiles. Los procesos de elección sí son distintos.

3. Sobre los monumentos, se suele considerar que las Hogueras son más conceptuales, alegóricas y críticas, mientras que en Valencia domina casi siempre la sátira por encima de todo.

4. En cuanto a los colores, aunque haya debates al respecto y cambios de tendencias, las Hogueras los suelen lucir más claros y las Fallas, más intensos.

5. Los buñuelos de calabaza, o bunyols de carabassa en valenciano, son la receta más típica de las Fallas. En las fiestas de Alicante el producto más característico es la coca amb tonyina (coca con atún) y las bacores (brevas).

6. La «banyà» es exclusiva de Alicante. En Valencia los bomberos no dirigen los chorros de agua de sus mangueras al público como en las Hogueras, donde esta tradición tiene una grandísima participación, sobre todo entre los más jóvenes.

7. En Fallas es típico beber el Agua de Valencia y en Hogueras, no nos engañemos, todo lo que contenga alcohol... No obstante, es muy alicantina la «paloma» o «palometa», que es la mezcla de anís con agua.

8. Se suele decir que en Valencia si no perteneces a ningún casal no vives igual las fiestas. En cambio, aunque en las Hogueras también están las barracas y racós, hay muchos más espacios populares abiertos a todo el mundo.

9. Los castillos de fuegos artificiales que se lanzan en Valencia se pueden ver todas las noches de fiesta. En Alicante, en cambio, se disparan tras la cremà de los monumentos y los días posteriores.

10. Ambas fueron declaradas en su día de Interés Turístico Internacional, pero el negocio generado en torno a las fiestas valencianas se cifra en unos 500 millones de euros, mientras que es mucho menor el volumen en Alicante, donde se mueve en torno a los 100 millones de euros, en cifras de 2018. Las Fallas fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2016.