Ir desde Alicante a la mayoría de playas de la zona en Tram es gratis los domingos. Hacerlo con algo de espacio, misión imposible. La gratuidad del tranvía alicantino el último día de la semana, vigente desde el inicio de mayo y hasta final de julio, ha logrado su objetivo: la gente se ha animado a dejar el coche en casa y a desplazarse en Tram.

El Consell tiene como una de sus prioridades la movilidad sostenible y entre sus acciones del Pla Reactiva está el fomento del uso del transporte público. Solo en el mes de mayo, la afluencia los domingos se duplicó, según datos de la Generalitat. De las cerca de 18.700 personas que viajaban en el Tram los domingos hasta mayo, se pasó a 35.000 de media.

Y es que las líneas 1 (Benidorm), 3 (El Campello) y 4 (Plaza La Coruña), las que van hacia la playa, se abarrotan desde las primeras paradas. Incluso aquellos tranvías que tienen un doble vagón articulado, agotan su aforo rápidamente. En la estación Marq-Castillo, la tercera del recorrido de estas tres líneas desde su inicio en Luceros, los vagones ya están llenos y la gente solo puede estar de pie. En esta parada hay una trabajadora del Tram y dos guardias de seguridad, que indican que, precisamente este fin de semana "no hay tanta gente como otros domingos", en su opinión "porque la gente lleva una semana de fiesta con las Hogueras y muchos de ellos el lunes trabajan y están descansando".

También esta parada es de alta afluencia por los pasajeros que hacen transbordo desde la L2 que baja desde San Vicente. Una línea que, desde Alicante, es la única en la que sus tranvías no están llenos de gente.

Las estaciones de pago del tranvía, desactivadas los domingos. A.L.

La gratuidad no impide, sin embargo, que haya varias personas despistadas que intentan pagar su billete. Una tarea imposible, dado que las máquinas dentro de los trenes aparecen con el letrero "Fuera de servicio" y los tornos, en aquellas paradas que los tienen, están abiertos. Muchos de estos pasajeros despistados son turistas, aunque también hay alguna persona con uniforme de trabajo. Una confusión no tan extraña, ya que dentro de las paradas no hay apenas carteles que adviertan de que el viaje los domingos es gratis, como sí los hay de la bajada del 50% en el precio de los billetes, vigente desde el pasado 17 de junio.

Cabe destacar que la gratuidad no es óbice para que la gente incumpla la normativa sobre las mascarillas, que siguen siendo obligatorias dentro de los vagones. La gran mayoría de las personas la lleva bien colocada, y son una excepción aquellos que la llevan por debajo de la nariz.

Los tranvías se vacían conforme llegan a sus paradas en las playas, y en los trayectos de vuelta a Alicante los vagones están prácticamente vacíos, con muy pocas personas que no tienen asiento en algún momento del trayecto.

Los más afectados por esta masificación del último día de la semana son las personas con movilidad reducida, que apenas pueden abrirse paso dentro de los vehículos hasta encontrar a alguien que les ceda un asiento, o aquellas que portan un carrito de bebé, que tienen que dejarlo mal colocado en un pasillo ante la imposibilidad de llegar a la zona de preferencia que hay dentro de los coches. Cabe mencionar que las bicicletas y los patinetes no pueden acceder los domingos mientras se mantenga esta bonificación.