Los precios disparados de los vuelos por la subida del combustible y el coste también más caro del alojamiento están frenando la recuperación de los viajes de los alicantinos al extranjero este verano. Las agencias de viajes tienen grandes problemas para vender destinos en el exterior por la subida en hasta un 30% en el coste de aviones y hoteles respecto a las vacaciones prepandemia. Caribe es por ahora lo más "barato" en el extranjero al haber más oferta de vuelos chárter y dentro del territorio nacional los desplazamientos en tren son una de las modalidades que más se han encarecido, según las agencias consultadas, incluso hasta el doble. La inflación está dejando ya en el camino a familias que no pueden viajar ni rebajando la categoría de los hoteles.

La  Asociación Empresarial Valenciana de Agencias de Viajes (Aevav) alerta de que el sector está trabajando más que nunca para ganar lo mismo que antes o menos. "Demanda hay pero cuesta más hacer una venta porque la gente está explorando diferentes destinos. Los precios de los alojamientos y de las compañías aéreas se han disparado, y los viajes en general. El cliente valora distintas opciones y cuesta cerrar más los viajes, en función del poder adquisitivo y de cómo se comportan los destinos en cuanto a precio", señala Miguel Jiménez Martínez, presidente de Aevav.

"Los precios de los alojamientos y de las compañías aéreas se han disparado, y los viajes en general. El cliente valora distintos destinos y cuesta cerrar más los viajes"

Miguel Jiménez - Asociación de Agencias de Viajes

"Se puede decir que la subida de precios frena la recuperación", admite el representante del colectivo, que había conseguido alcanzar el 90% de negocio perdido en la pandemia y en algunos destinos superando los datos anteriores a 2019, tendencia que se ha visto frenada por la inflación alcista.

Según una encuesta realizada por una cadena de hoteles de alta gama, el 83% de los consultados muestra su preocupación acerca de la inflación y el aumento de los costes en transportes y otros servicios, convencidos de que serán condicionantes que frenarán las opciones de viajar.

Respecto a los precios, el Caribe es el que menos ha subido en proporción siempre que no se contrate una línea de vuelo regular. "Hay muchos vuelos chárter, con lo cual hay una competencia mayor y la subida es menor por la ley de la oferta y la demanda", señala el representante de las agencias de viajes. Por contra, la tarifa aérea a Estambul es más cara que hace años, "porque hay menos oferta y menos plazas de avión, y el coste de la tarifa aérea sube".

Benidorm Viajes, que es agencia emisora, también percibe un "incremento de precios brutal" con respecto a 2019. "Ya no hablo de hoteles de costa sino de ciudad, de interior, aviones, trenes, es una locura", señala Emilio Ródenas. Este agente señala que la situación está provocando que vuelva a haber familias que no pueden viajar, como sucedía en los años 90. "No les llega el presupuesto ni bajando la categoría de los hoteles a los más sencillos. Se nota sobre todo en familias con dos o tres niños, que no pueden irse de escapada".

"Hay familias a las que no les llega el presupuesto ni bajando la categoría de los hoteles a los más sencillos. Se nota sobre todo en las que tienen dos o tres niños, que no pueden irse de escapada"

Emilio Ródenas - Viajes Benidorm

Así, Ródenas afirma que cualquier producto, "desde un fin de semana en Praga a un hotel en Barcelona o un viaje a Punta Cana" cuesta ahora entre un 20% y un 30% más que en 2019.

Por este motivo, los agentes de viajes aconsejan no esperar a última hora esperando un mejor precio. "Hay que reservar con tiempo, cuanto que se conocen las vacaciones, con cinco o seis meses de antelación, porque a última hora te puede costar un 60% o más, puede ser escandaloso", señala Jiménez. En cuanto a los requisitos derivados del covid-19, destaca que en la Unión Europea no pero que hay países que siguen como mínimo el certificado de vacunación, como Estados Unidos, y test de antígenos o PCR negativo a la llegada.

Dentro del país, el turismo nacional pide tanto interior como costa, a un 90% de normalidad pero temen que empeoren las cifras tras el verano. "Nos da miedo septiembre y octubre, cuando se vaya el turismo exterior, y se pase el deseo de la gente de viajar. Ahora hay demanda pese a la subida de precios, en temporada baja va a caer bastante. Ya era baja otros años pero en este 2022, con las subidas de combustible y de la energía la gente en invierno hará como el caracol".

El tren, precio duplicado

También desde la agencia de viajes Florida Travel de Alicante indican que el precio está tirando para atrás a muchos clientes. "La gente quiere viajar pero es tremendamente caro, antes ir a Madrid costaba 100 euros en tren y ahora casi 200 euros, es una barbaridad, son precios desorbitados y la gente quiere viajar pero no puede. Hay menos opciones, menos flexibilidad y en algunos casos cuesta el doble". Este negocio está saliendo adelante porque organiza viajes de empresa "pero la gente de la calle se está quedando sin vacaciones por el precio".

Según la citada encuesta de una cadena hotelera, el 73% de los viajeros confiesa que la crisis vivida a raíz del covid-19 ha tenido un impacto en la forma en la que actualmente planean sus vacaciones. Están los que organizan y planifican compulsivamente todas aquellas actividades de las que se han visto privados en los últimos tiempos (37%), y aquellos que, fruto de la experiencia vivida, han incorporado la improvisación y la reserva de última hora a su forma de viajar (36%).

Cuando se les pregunta por la seguridad, solo un 5% de viajeros admite sentirse inseguro; un 52% afirma sentirse totalmente confiado y protegido, y un 43% ha incorporado nuevos hábitos y prevenciones vinculadas a la protección. La gran mayoría de los encuestados no sienten ninguna inquietud por desplazarse a destinos masificados o zonas concurridas. Solo un 21% se decanta por llevar a cabo rutas culturales e itinerarios por pequeñas y medianas ciudades frecuentadas, prosigue el informe.

Los viajeros también vaticinan que los viajes a partir de ahora serán más cortos, reduciendo el número de noches por desplazamiento, aunque por contra serán más frecuentes, como ya demuestran las cifras registradas en los últimos tiempos, lo que tiene también relación con los altos precios.

Te puede interesar:

Según otro estudio realizado por una plataforma de medios de pago, solo un 43,8% ha formalizado su reserva, lo que refleja la incertidumbre a la hora de planificar viajes que viene sobrevenida desde la crisis sanitaria de 2020. Por otra parte, un 8,1% está esperando a recibir alguna oferta que les permita ahorrar costes y un 79,4% estaría dispuesto a pagar por adelantado si el precio fuera inferior.