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Transportes invierte 7,3 millones de euros en la mejora del firme en 26 kilómetros de la A-7 entre El Campello, Alicante y Elche

El tramo es de los más saturados de la provincia con un tráfico de cien mil vehículos diarios por lo que las obras se realizan de noche

El firme está muy deteriorado en los 26 kilómetros del tramo en el que se va a actuar Héctor Fuentes

El Ministerio de Transportes y Movilidad y Agenda Urbana, a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt), ha iniciado esta semana las obras de conservación y mejora del firme de la Circunvalación de Alicante en los tramos de la autovía A-7 Elche-Crevillent y Camino de Castilla, y N-332 Variante de El Campello y Alicante. El presupuesto total de ejecución supera los 7,34 millones de euros (IVA incluido), incluyendo 7,09 millones de euros de inversión y 243.556 euros del contrato de asistencia técnica para el control y vigilancia de las obras y asesoramiento-coordinación materia de medio ambiente.

La A-70 tiene una intensidad media diaria anual superior a los 50.000 vehículos diarios en todo su recorrido, pero en el tramo entre el acceso a San Vicente del Raspeig y la Universidad de Alicante y el enlace con la A-31, a la altura de Mercalicante, alcanza los cien mil. Ni la pandemia del covid, que redujo el tráfico en toda España, permitió que la autovía dejara de estar saturada. En julio de 2019 se alcanzó la cifra de 101.617 vehículos diarios en el citado tramo entre la Universidad y Mercalicante, el mismo mes de 2020 pasado fueron 88.915.

La intervención, que tiene un plazo de ejecución previsto de siete meses, contempla la rehabilitación superficial del firme de más de 26 kilómetros de autovía en el entorno de la ciudad de Alicante. El tramo es de los más saturado de la provincia con una intensidad media de circulación de cien mil vehículos diarios.

Aunque las obras obligan a cortar el carril de la calzada en el que se esté actuando en ese momento, debido al importante tráfico de las vías afectadas los trabajos se desarrollan en horario nocturno desde las 22 horas a las 7 de la mañana de lunes a viernes. Se actuará entre los puntos kilométricos 506 y 511, Camino de Castilla, y del 511 al 526 correspondiente al tramo Elche-Crevillent de la A-7. Este tramo incluye también parte de la autopista AP-7 entre el punto kilométrico 703 y el enlace con la A-7 en el 706. Se actuará también en la variante de El Campello en la N-332.

Se va a sanear el firme, mediante fresado y reposición, en zonas localizadas del tronco, y se extenderá una nueva capa de rodadura en todo el tronco de la autovía y en los ramales de enlace que lo requieren, mejorando con ello las condiciones de seguridad y durabilidad. También se implementarán ocho nuevas estaciones de aforo de tráfico en el ámbito de las carreteras indicadas y se repondrán otras seis existentes.

Estas obras forman parte de los proyectos de adaptación y mejora de la red que Seitt prevé ejecutar entre 2021 y 2025 por hasta 280 millones de euros (IVA incluido), concentrándose el grueso de las inversiones entre 2022 y 2025. El plan incluye, además, actuaciones para la adaptación de los túneles a la nueva normativa y la renovación o mejora de las estructuras, la señalización, el balizamiento, los sistemas y las iluminaciones.

La A-70 es el primer cinturón de circunvalación de la ciudad de Alicante y libre de peaje, en contraposición al segundo cinturón, englobado en la AP-7 y con un peaje convencional. Es la vía de mayor capacidad que conecta las ciudades de Elche y Alicante, y también es un eje de conexión con otros puntos de la provincia y con Murcia. Entre ambos municipios, la autovía consta de dos carriles de circulación por sentido, si bien a partir del denominado Camino Castilla hacia Crevillent pasa a tener tres carriles por sentido.

En las proximidades de Alicante se encuentra el nudo con la A-31, cuyo muy elevado nivel de tráfico provoca notables retenciones, especialmente en el tronco de la A-70. Para aumentar la capacidad de la autovía se planteó un tercer carril entre Elche y Alicante, y un paso inferior en la rotonda de la Universidad de Alicante. Ambas obras costarían 105 millones de euros, según calculó la Cámara de Comercio en un estudio coordinado por el ingeniero Armando Ortuño en 2019. El acceso al Campus de San Vicente resulta un calvario en las horas punta de entrada y salida a la Universidad.

La A-7 es la vía de mayor capacidad que conecta las ciudades de Elche y Alicante, y también es un eje de conexión con otros puntos de la provincia y con Murcia. Entre ambos municipios, la autovía consta de dos carriles de circulación por sentido, si bien a partir del denominado Camino Castilla hacia Crevillent pasa a tener tres carriles por sentido. En las proximidades de Alicante se encuentra el nudo con la A-31, cuyo muy elevado nivel de tráfico provoca notables retenciones, especialmente en el tronco de la A-70. Para aumentar la capacidad de la autovía los autores del informe plantean un tercer carril entre Elche y Alicante, y un paso inferior en la rotonda de la Universidad de Alicante. Ambas obras costarían 105 millones de euros. El acceso al Campus de San Vicente resulta un calvario en las horas punta de entrada y salida a la Universidad.

Un informe coordinado de la Cámara de Comercio reveló hace ya tres años que la provincia necesitaría una inversión urgente de 750 millones de euros para evitar que la autovía Alicante-Villena y la circunvalación de Alicante, las más conflictivas, se colapsen completamente en los próximos diez años, aunque ambas presentan ya serios problemas de congestión. En concreto, las «nuevas» carreteras debieran estar completamente operativas en el horizonte del año 2029, cuando se estima que la A-31 soportará un tráfico de 65.102 vehículos diarios, un 15% pesados, y la ronda de Alicante (A-70), 76.302 vehículos, un 8,5% pesados.

La circunvalación de Alicante, en el acceso a la Universidad, es uno de los puntos viarios más conflictivos Héctor Fuentes

La alternativa ferroviaria actual para la mejora de la movilidad entre Alicante y Villena y rebajar la presión viaria en la A-31 no es operativa. La línea del ferrocarril convencional (ancho Ibérico) sirve como conexión entre Madrid-Alicante y Valencia-Alicante, al discurrir de forma casi paralela a la autovía A-31. Esta línea dispone de paradas en varias poblaciones del corredor como Villena, Elda o Novelda. El entonces Ministerio de Fomento puso en servicio el 22 de octubre de 2018 la línea de cercanías Alicante-Villena, con paradas intermedias en Sax, Elda, Monóvar y Novelda con diez servicios en cada sentido, pero con una frecuencia de paso de 90 minutos durante todo el día. Una actuación que debiera beneficiar a aproximadamente medio millón de vecinos de las comarcas del Alto y Medio Vinalopó y l´Alacantí, pero que no ha servido para descongestionar la carretera.

La falta de mantenimiento que padecen la carreteras de la Comunidad Valenciana ha provocado que se produzca un accidente prácticamente cada tres horas, según un informe que maneja la Conselleria de Vertebración del Territorio. Sería necesaria una inversión total de 212 millones de euros para ponerlas a punto en Alicante, provincia en la que habría que invertir 79.000 euros por kilómetro.

Balance

Un total de 252 personas fallecieron en accidentes ocurridos en las carreteras españolas en los tres primeros meses de este año, tres menos que en el mismo periodo de 2019, lo que supone un descenso del 1 por ciento, informa la Dirección General de Tráfico (DGT).

La DGT, que compara los datos con 2019, ya que en 2020 se produjeron restricciones de tráfico por la pandemia del coronavirus covid-19, destaca que hasta el 31 de marzo ha detectado un aumento del número de fallecidos en vías de alta capacidad (autovías y autopistas) y un descenso en las convencionales.

En marzo se registraron 73 fallecidos en 66 siniestros de tráfico, 27 menos que en el mismo mes de 2019, lo que supone un descenso del 27 por ciento, y de ellos once no hacían uso de los accesorios de seguridad en el momento del accidente, en concreto diez el cinturón y uno el casco, en este último caso un ciclista.

Este descenso en la siniestralidad se ha producido en un contexto en el que también ha descendido el número de desplazamientos de tal forma que se han registrado 31,6 millones de movimientos de largo recorrido frente a los 33,6 millones de marzo de 2019, es decir un 6,04 por ciento menos. Cincuenta de los fallecidos tuvieron lugar en siniestros ocurridos en vías convencionales (22 menos que en 2019) frente a los 23 que se registraron en vías de alta capacidad (cinco menos).

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