La Policía Nacional ha detenido en Alicante por estafa a un camionero de 34 años por usar de manera fraudulenta la tarjeta de combustible de uno de los camiones de la empresa de transportes en la que había trabajado hasta ser despedido el pasado año. En un periodo de ocho meses se gastó más de 57.000 euros, según ha informado la Comisaría Provincial.

Agentes del Grupo de Delincuencia Económica de la Brigada de Policía Judicial de Alicante iniciaron la investigación tras la denuncia del propietario de una empresa de transportes de la capital alicantina que sospechó de repostajes irregulares que se estaban produciendo con una de las tarjetas de gasolina de la mercantil.

Los investigadores no tardaron mucho tiempo en descubrir que el autor de los hechos podría ser un extrabajador. Este antiguo empleado había sido despedido, pero al parecer hizo una copia de las llaves del camión cuando accedió al mismo antes de irse con la excusa de recoger sus objetos personales del vehículo que utilizaba.

Según la Policía Nacional, el ahora apresado accedía por la noche cuando el camión se encontraba estacionado en la empresa y sustraía la tarjeta de combustible. A continuación la usaba en una gasolinera cercana en la carretera de Ocaña y la devolvía a su lugar original para que nadie se diera cuenta de lo acontecido. Así estuvo operando desde octubre de 2021 hasta el pasado mayo.

Gracias a las indagaciones practicadas por los investigadores, la toma de declaración de los testigos y el visionado de las cámaras de seguridad los agentes pudieron establecer cómo se llevaba a cabo la estafa. El principal investigado una vez con la tarjeta en su poder se personaba en la gasolinera más cercana, donde a su vez ya había quedado con diferentes personas que repostaban sus vehículos, los cuales llegaban con los maleteros cargados de garrafas que también llenaban.

Al finalizar todos los repostajes el presunto autor se dirigía al mostrador donde pagaba todo con la tarjeta sustraída. Terminado los repostajes regresaba a donde se encontraba el camión estacionado y utilizando la copia de la llave volvía a dejar la tarjeta en su lugar.

La empresa denunciante ha calculado que el perjuicio económico causado supera los 57.000 euros. Según se revela de la investigación, el arrestado ofrecía el litro de combustible a un euro, cantidad sustancialmente más barata que el precio oficial.

La investigación no se da por finalizada y se continúan las pesquisas por si alguno más de los implicados pudiera tener alguna responsabilidad penal por sus actuaciones, en concreto las personas que se beneficiaron de los repostajes fraudulentos.