“Está siendo espantoso. A nuestros pacientes habituales se suman los 10 o 15 que cada día vienen sin cita, por lo que terminamos la jornada viendo 60 enfermos”. Esta queja de una médico de familia de la ciudad de Alicante resume la situación que se vive en los centros de salud de la provincia, que de nuevo vuelven a verse engullidos por la pandemia de coronavirus.
Una ola, la séptima, que llega además en pleno verano, con un tercio de las plantillas de vacaciones cada mes y con apenas profesionales para sustituir a los que se han marchado. La tormenta perfecta. Las consecuencias las sufren los facultativos en forma de una mayor sobrecarga de trabajo y los pacientes en más demoras para ser atendidos por su médico. Según ha podido comprobar este periódico, actualmente los centros de salud sufren demoras de hasta 20 días para dar una cita presencial o telefónica.
En las agendas de los médicos se llega a citar a dos pacientes de manera simultánea para poder sacar todo el trabajo y el covid acapara buena parte de esta faena. “Más o menos el 40% de los pacientes que atiendo a diario es porque tienen la enfermedad y en las guardias la cifra es aún más elevada”, sostiene otro médico de un centro de salud de San Vicente del Raspeig.
Uno de los principales motivos de consulta derivados del covid es pedir la baja laboral, trámite que ha vuelto a llenar de burocracia las consultas de los galenos. “Los trabajadores siguen teniendo que justificar las bajas de dos y tres días en sus empresas, por lo que irremediablemente terminan en la consulta para hacer este trámite”, lamenta el mismo médico. Durante la sexta ola, la pasada Navidad, la Conselleria de Sanidad habilitó mecanismos para poder agilizar el trámite de las bajas a los trabajadores infectados por covid. Entre otras medidas se permitió a las farmacias notificaran los positivos para que, de esta manera, el paciente no tuviera que coger cita con el médico de familia. A través de la página web de la conselleria, el paciente también podía solicitar la baja laboral, que se concedía de forma simultánea con el alta para siete días después.
Actualmente las bajas por covid han desaparecido y sólo se dan en caso de que el paciente se encuentre muy mal para ir a trabajar. Los médicos pueden dar simultáneamente la baja y el alta por cuatro días, pero si el paciente se sigue encontrando mal después de este periodo el médico debe volver a corregir esa baja, “por lo que finalmente es más trabajo para nosotros”, destaca la médico consultada.
En comunidades autónomas como Cataluña se ha recuperado el sistema de bajas automáticas por la enfermedad, algo que de momento no se ha planteado en la Comunidad Valenciana. En la Comunidad Valenciana, la única medida que de momento se ha puesto en marcha es la de reabrir algunos puntos de vacunación sin cita para las personas a las que les falta alguna dosis de la vacuna.
Afortunadamente, las nuevas subvariantes de ómicron siguen provocando una enfermedad leve, en la que los síntomas más característicos están siendo la fiebre, el dolor de garganta, el malestar general y los problemas de estómago.
Otro de los elementos que está contribuyendo a que este verano esté siendo especialmente complicado es el elevado número de profesionales sanitarios que hay de baja en estos momentos a causa del covid, concretamente 466 en la provincia de Alicante, según los datos proporcionados por el Sindicato Médico. “La situación que se ha generado era más que previsible y la Administración no ha hecho nada por evitarla”, señala Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico en la Comunidad Valenciana. Reprocha Pedrera a la conselleria la tardanza con la que se ha presentado este año el plan de vacaciones, a finales del mes de junio, lo que ha dejado escaso margen para contratar y los pocos médicos que había disponibles para trabajar se han marchado a otras comunidades autónomas.
Al margen de los centros de salud, los hospitales también sufren una importante saturación por el covid. En centros sanitarios como el Hospital General de Alicante se han tenido que aplazar los planes para cerrar plantas debido al aumento de contagios y muchos médicos y enfermeros han aceptado retrasar sus vacaciones para hacer frente a esta pandemia.
