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Sanidad regulará los menús de los comedores escolares para atajar la obesidad en los niños

El futuro decreto prohibirá la venta de productos insanos en colegios, hospitales o universidades - Un tercio de los menores entre 2 y 17 años en la Comunidad problemas de peso

Una nueva norma obligará a que los menús de los colegios sean sanos David Revenga

Es otra epidemia, quizá más silenciosa, porque sus efectos pasan desapercibidos hasta que dan la cara años después. Pero las cifras de obesidad y sobrepeso siguen aumentando sin freno en la Comunidad Valenciana. La mitad de los adultos ya tienen problemas con los kilos de más y los niños tampoco escapan a esta tendencia. Un tercio de los menores valenciano entre 2 y 17 años ya sufre sobrepeso u obesidad. Diabetes, hipertensión, problemas cardiacos…. Los efectos derivados de esta epidemia no son pocos y ya empiezan a sufrirlos los jóvenes, quienes los arrastrarán a la etapa adulta.

De ahí que la Generalitat Valenciana quiera poner coto a la situación garantizando que en los colegios se sirven menús saludables a través de un proyecto de decreto que verá la luz en pocos meses. Cuando entre en vigor por vez primera en la Comunidad Valenciana se obligará a centros escolares, universidades, hospitales y en general a todo espacio de restauración colectiva a dar una alimentación sana.

“Lo que antes eran recomendaciones, ahora serán de obligada aplicación a todo tipo de centros y con un régimen de sanciones en caso de incumplimiento”, señala Isaura Navarro, secretaria autonómica de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público de la Conselleria de Sanidad.

La nueva norma regula cómo deberán confeccionarse los menú en diferentes ámbitos. En el caso de los centros escolares, estos deberán ceñirse a la dieta Mediterránea. Tendrán que incluir todos los días una ensalada y cinco o más raciones por semana de verduras y hortalizas. La fruta fresca deberá estar presente cuatro veces o más a la semana y los colegios tendrán que ofrecer tres variedades diferentes a la semana. Nada de manzana y pera todos los días.

Las legumbres tendrán que estar en los menús escolares al menos dos veces a la semana. Los huevos y el pescado deberán ofrecerse una o dos veces a la semana. En el caso del pescado, como mínimo una de las raciones a la semana será de pescado azul, aunque no estarán permitidos el pez espada, el atún rojo, el tiburón o el lucio por su alto contenido en mercurio.

Alumnos comen en un centro escolar, en imagen de archivo RICARD CUGAT

La carne se tendrá que ofrecer dos veces a la semana y preferiblemente deberá ser blanca. La pasta se reserva para una vez a la semana y los fritos y precocinados como las croquetas o las pizzas estarán en las bandejas de los niños como mucho tres veces al mes, de la misma manera que las salsas preelaboradas.

La norma obliga a cocinar con aceite de oliva virgen extra o virgen y a que el agua que se ofrezca sea de la red pública. Las botellas de agua mineral se reservan para casos excepcionales, como pueden ser las excursiones fuera del centro. El pan también deberá ofrecerse a diario como acompañamiento.

El ámbito de aplicación de la norma será tanto para centros públicos como para privados, así como a los privados sostenidos con fondos públicos.

Además, con la nueva norma quedará prohibida la venta de productos insanos en colegios, universidades u hospitales. Productos como caramelos o golosinas, bollería industrial rica en hidratos de carbono y grasa, productos de aperitivo, bebidas que contengan muchos azúcares añadidos, excepto lo horchata, o demasiada cafeína.

En las cafeterías de universidades u hospitales se ofrecerá la opción de pedir medios menús o medias raciones y siempre habrá disponible agua de la red de forma gratuita.

Las empresas que opten a los concursos para servir menús en colegios, hospitales y otros de los centros incluidos en la norma deberán garantizar que un 15% de los productos que ofrecen proceden de la producción ecológica a partir de los seis meses de la publicación de la norma hasta llegar al 25% en el tercer año. También a partir de ese momento, las frutas, verduras y hortalizas deberán ser frescas, de proximidad y de temporada hasta un 80%.

Isaura Navarro destaca que en la elaboración de la nueva norma, además de la Conselleria de Sanidad han participado la de Educación, Agricultura y la de Igualdad. También el colegio de Nutricionistas de la Comunidad Valenciana. “Todo ha sido coordinado y consensuado artículo por artículo”, destaca Navarro. El espíritu de la norma es no sólo ofrecer comida más sana en los colegios, también que sea sostenible, con productos ecológicos y de proximidad. “Queremos que los productos que tenemos aquí se queden aquí, en los colegios”. Destaca la secretaria autonómica que es la primera vez en la Comunidad Valenciana que se hace una norma de estas características y que su entrada en vigor podría ser una realidad a mediados del curso que viene.

La norma recuerda las bondades de la dieta mediterránea. “La adhesión a la dieta mediterránea de las personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular puede prevenir alrededor del 30% de los infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y muertes por enfermedades cardiacas”.

Pese a que la Comunidad Valenciana es la cuna de la dieta mediterránea, es una de las autonomías con los índices de sobrepeso y obesidad más elevados de toda España, junto con Andalucía. El aumento de sobrepeso y de obesidad a edades tempranas provoca que se estén detectando en niños enfermedades más propias de los adultos, como la hipertensión, la diabetes tipo 2, colesterol e hígado graso.

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