Un incendio forestal que se inició este jueves a las tres y media de la tarde aproximadamente en La Cañada del Fenollar en Alicante obligó a desalojar a los vecinos y animales de dos viviendas como medida preventiva y Adif tuvo que interrumpir la circulación ferroviaria entre San Vicente del Raspeig y Agost. Ésta quedó restablecida a las 19.15 horas. El incendio, en cuya extinción trabajaron medios terrestres y aéreos, quedó controlado ya poco antes de las cinco de la tarde y afectó a monte bajo y matorral, así como a algunos árboles. Los primeros indicios apuntan a que el fuego se originó en las vías del tren, bien por alguna chispa u otra causa. Según el Consorcio Provincial de Bomberos, interrumpió la tensión en la vía del tren y se han identificado dos focos en el origen del fuego.

Cuatro dotaciones de Bomberos del SPEIS de Alicante, otras cuatro del Consorcio Provincial de Bomberos y dos unidades de bomberos forestales de la Generalitat participaron en las labores del extinción. Asimismo, participaron tres medios aéreos, entre ellos una avioneta y un helicóptero, y también se desplazaron al lugar un agente medioambiental y un coordinador forestal, según ha informado el 112 de Emergencias.

Imagen de bomberos forestales en el incendio en La Cañada.

El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat activó la situación 1 del Plan Especial frente al riesgo de Incendios Forestales (PEIF) por la proximidad de viviendas. De hecho, los moradores de dos de ellas, así como los animales que había en ambas fincas, fueron desalojados, según fuentes de la Concejalía de Seguridad.

Dada la proximidad de las llamas se interrumpió la circulación ferroviaria a su paso por Agost. La incidencia afectó a los trenes de ancho convencional que realizan el recorrido Alicante-La Encina, según informó Adif mediante sus redes sociales.

El nivel 1 de alerta del PEIF se establece cuando una situación de emergencia provocada por uno o varios incendios forestales puede afectar gravemente a bienes forestales o afectar levemente a la población y bienes de naturaleza no forestal, para cuya extinción puede ser necesario incorporar medios extraordinarios.