El Ayuntamiento de Alicante asegura que las marcas que se aprecian a simple vista en la piedra de la fuente de Luceros no son fisuras sino que son cicatrices fruto de la restauración. El concejal de Cultura y portavoz del bipartito, Antonio Manresa, ha explicado que las impresiones muy visibles en algunas partes del monumento, como las patas de los caballos, o la base con volutas en que se apoyan los corceles, son fruto del relleno que se hizo durante la reciente mejora del Bien de Relevancia Local, que concluyó en diciembre con una inversión de 300.000 euros. Días atrás el bipartito aseguró que la fuente fue inspeccionada cuando se retiraron los cajones que protegían los caballos de las vibraciones de los fuegos artificiales durante las mascletás de Hogueras y "las grietas no estaban".
En la intervención que acabó en Navidad se emplearon técnicas láser y de infrarrojos para mejorar la precisión del trabajo a cargo de los autores de la restauración de la Catedral de Santiago de Compostela, Estudio Métodos de la Restauración. Hoy la Junta de Gobierno ha aprobado la certificación final de las obras, que aún así están en garantía.
Manresa ha destacado que hoy mismo ha realizado una inspección ocular de la fuente el director facultativo de las obras, que fue contratado por el Ayuntamiento en una labor de control y supervisión de su ejecución, para comprobar si hay algún deterioro o alguna grieta, y "puedo afirmar porque así nos lo ha dicho de viva voz que no hay ningún desperfecto. Lo que se ha visto en que en los caballos había unas fisuras, que se han rellenado y queda una especie de cicatriz, y eso es lo que él ha observado. La fuente no ha recibido ningún daño aparente", indica el edil.
"Antes sí que había fisuras y en la intervención lo que se hizo fue limpiar el interior de las piezas del monumento, remozarlo, ponerlo nuevo, quitar los hierros que estaba oxidados e instalar unas barras de un material que no se oxida y entonces se rellenó la fisura una vez limpia, como si fuera una intervención quirúrgica. Se rellenó con un cemento específico para ese trabajo y entonces quedó como una cicatriz pero no hay ninguna fisura", ha insistido el responsable del área municipal de Cultura, de Ciudadanos.
Aún así, el equipo de gobierno ha solicitado a Jaume Giner, que redactó el proyecto y que ha hecho la revisión ocular de hoy, que "lo que ha dicho oralmente, lo ponga por escrito. Cuando tengamos el informe, si quieren los grupos municipales, se lo pasaremos porque es evidente que cuando se quitaron los cajones ya se hizo una inspección ocular y no se vio absolutamente nada, nos extrañaba que a los 15 ó 20 días volvieran a salir grietas. Lo ha visto, no hay ninguna fisura, es simplemente una cicatriz, como cuando te operan y queda una marca", ha recalcado.
Manresa ha añadido que ese aspecto será permanente, "una cicatriz con el mismo tipo de material para que no haya diferencias de color y se queda así. En principio la restauración está pensada para 20 años", ha apuntado. El trabajo realizado en la fuente no obstante está en garantía.
En cuanto a la mancha negra que ensucia uno de los caballos, y que chorrea a su parte inferior, ha indicado que puede ser polvo "pero nada grave. Irá el área de Infraestructuras y hará un mantenimiento".
También ha valorado que la fuente no ha sufrido desde que fue restaurada ningún acto vandálico y que la gente está respectando el monumento. En 2019 una persona dañó los corceles con un martillo.
El rápido deterioro de la fuente, inaugurada en 1931, cada vez que se restaura es una constante, aunque expertos consultados por este diario señalan que debería durar en perfectas condiciones un mínimo de 5 años contemplando el envejecimiento de los materiales dado que este tipo de intervenciones se hacen para que duren al menos 20 años.
La celebración de las mascletás en torno al monumento ha generado en estas Hogueras 2022 una enorme controversia, que acabó en los tribunales tras la denuncia de una asociación de defensa del patrimonio.
Los servicios jurídicos municipales presentaron alegaciones a la pieza de cautelares que abrió un juzgado para que éste se pronunciara antes de la fecha prevista de inicio del concurso de mascletás. Finalmente el juez dio su visto bueno "ante la indiciaria falta de acreditación de unos daños de imposible o difícil reparación" en la fuente fruto del disparo de los fuegos.
El juez contempló en su decisión que los propios demandantes mencionaban la influencia de otras causas (que concurrirían con las vibraciones por los espectáculos pirotécnicos) como las generadas por el “tráfico rodado cercano” o también “el agua de la fuente con la corrosión de los elementos metálicos embebidos en la masa del cuerpo de la fuente”. Otros aspectos que los expertos consideran que pueden influir en el deterioro de este Bien de Relevancia Local son el paso del tranvía, la humedad, el ambiente salino y la mala calidad de los materiales empleados para su construcción, cemento blanco con arenilla de mármol.
Antes de Hogueras, un responsable de Patrimonio del Ayuntamiento elaboró un informe descartando afección de las mascletás al monumento.
Expertos consultados por este diario señalan que los daños están a la vista, como algunas grietas, manchas por el humo y otras oscuras que achacan a que el polvo en suspensión de los fuegos artificiales entra en el material con que está hecha la fuente, que es muy poroso.
