Las excavaciones en 18 fosas comunes del cementerio de Alicante que ya están efectuándose, que están licitadas o que se realizarán a través de subvenciones ya concedidas prevén la exhumación de 367 víctimas de la represión franquista en las comarcas del sur de la Comunidad.

La Conselleria de Transparencia, Participación, Cooperación y Calidad Democrática dedicará a estos trabajos un total de 462.565 euros, entre actuaciones directas y subvenciones destinadas a los ayuntamientos de Alicante, Petrer y Castalla, a través de las convocatorias de ayudas de 2021 y 2022.

La consellera de Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, ha subrayado este viernes, en una nueva visita al camposanto, que “cada vez estamos más cerca de conseguir ese territorio libre de fosas, un objetivo básico para seguir avanzando con nuestra democracia”.

"Cada vez estamos más cerca de conseguir ese territorio libre de fosas, un objetivo básico para seguir avanzando con nuestra democracia”

Rosa Pérez Garijo - Consellera de Calidad Democrática

El Ayuntamiento de Alicante solicitó y obtuvo subvención para excavar las fosas 3, 11, 12, 15, 17, 19 y 27. En esta parte del cementerio se espera encontrar a la mayoría de las víctimas. Según los datos más actuales están enterradas 238. El montante total de las ayudas concedidas por la Generalitat al consistorio para estas actuaciones asciende a 224.532 euros.

Las exhumaciones promovidas por el Ayuntamiento de Castalla, dotadas con 79.756 euros, se centran en las fosas 31 y 32, donde se buscan los restos de 47 víctimas de la represión franquista. En esta última, la 32, se han iniciado los trabajos para hallar a 19 personas que fueron represaliadas entre el 29 de abril y finales de julio de 1942, de los municipios de Alicante, Castalla, Pinoso, Granja de Rocamora, Rojales, Ondara, Pilar de la Horadada o Gandía. Aquí los trabajos empezaron el pasado 13 de julio y de momento se han hallado en torno a media docena de cuerpos.

La consellera, en la visita de este viernes

Álex Calpe, codirector de estas excavaciones, de la empresa ArqueoAntro, explica que entre ellos había viajantes, zapateros, impresores, fabricantes de estufas o jornaleros, según los archivos que se manejan. Es la segunda fosa en la que trabajan en el cementerio de Alicante. Es el mismo equipo de arqueólogos que abrió la primera, que dio paso a la búsqueda de represaliados en el camposanto, la X, donde no se hallaron restos completos. "Revisando el registro de enterramientos, hemos visto que, al contrario que aquella, no hay inhumaciones posteriores a 1942, por lo que no está alterada". Calculan que terminarán en tres semanas y después se iniciarán los trabajos antropológicos y genéticos, que dependerán del estado de conservación de los restos, para cotejar el ADN con familiares.

En esta fosa se busca a tres mujeres, entre ellas una madre y una hija. A ellos se suman ya en la zona trabajando otros equipos, uno para el Ayuntamiento de Alicante, y otro para la agrupación de familiares. Según los listados, en todo el recinto cementerial fueron inhumados hasta 735 represaliados.

La excavación de las fosas 4 y 18, donde hay registradas 15 víctimas la llevará a cabo la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo del Cementerio de Alicante. El ayuntamiento de Petrer, por su parte, se encargará de la fosa número 12, con 8 víctimas probables. Las subvenciones ascienden a 38.055 y 15.516 euros respectivamente.

Aparte de la concesión de ayudas a entidades y ayuntamientos, la Conselleria realizará actuaciones directas en las fosas 9, 28, 30, 37, 38 y 40 del cementerio de Alicante, donde se tratará de localizar los restos de 59 personas. La dotación para estos trabajos es de 104.705,39 euros.

Trabajos simultáneos en varias fosas

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Primeros hallazgos

Hasta el momento, en 4 fosas se han encontrado 73 víctimas procedentes de las localidades alicantinas de Aspe, Alcoi, Ibi, Novelda, Elx, Benejúzar, Almoradí, Banyeres, Callosa de Segura, Elda, Torrevieja, Onil, Monforte del Cid, Rojales, Cocentaina y Monòver, además de Madrid y La Unión, en Murcia. En la fosa 20 se realizó en diciembre uno de los hallazgos más llamativos, un ojo de cristal, que facilitó la identificación de un represaliado, que se lo quitó y se lo guardó en el bolsillo del pantalón antes del fusilamiento, según contó la familia a los investigadores.