Jaime Baeza es profesor de Ecología de la Universidad de Alicante y ha realizado su labor investigadora sobre incendios forestales. En un verano en el que han ardido más de 200.000 hectáreas en España cuando todavía queda más de un mes para terminar la temporada de incendios este experto analiza la situación de la provincia y las causas y consecuencias de estos desastres medioambientales.

¿Cómo están los montes de la provincia en este momento?

Mal. Los montes del Mediterráneo no escapan de la situación que se encuentran los montes de otras comunidades como Castilla y León o Extremadura. En el ámbito forestal la situación de peligro y la problemática de riesgo prácticamente es la misma. De hecho, en Cataluña han tenido un par de fuegos por encima de las 1.500 hectáreas y en Valencia hace poco uno de 1.300 hectáreas. Probablemente igniciones habrá a diario pero los medios de prevención hacen su papel y de alguna manera están controlando la situación.

¿Qué condiciones generan los grandes incendios?

Ola de calor y además con predominio de vientos de poniente son la tormenta perfecta. Si además coincide con despistes o casos de poca atención por parte de la sociedad que genere muchas igniciones es un problema, porque hay una dispersión de los medios y entonces las dimensiones que pueden alcanzar los incendios se nos van de las manos. Ya no es una cuestión de que el bosque esté mejor o peor, puedes tener un bosque muy bien conservado y unas medidas de prevención muy altas, pero ante situaciones de calor y con meteorología adversa si algo prende es muy probable que llegue a ser un incendio, por muy bien gestionado que esté el monte.

"Los servicios de prevención están desbordados y eso que no hemos tenido incendios en Alicante. Crucemos los dedos"

¿Podría pasar en la provincia de Alicante un incendio de grandes magnitudes y de momento nos hemos librado por suerte?

Sí, cruzamos los dedos. Porque estamos a final de julio y la campaña de fuego en con la Comunidad Valenciana se alarga hasta finales de septiembre y no creo que las condiciones meteorológicas vayan a cambiar en exceso desde aquí hasta finales de agosto. A partir de septiembre si llueve un poco y se humedece la vegetación mejor y si no llueve seguiremos manteniendo un riesgo alto o muy alto. Los servicios de prevención y restauración están desbordados y no estamos teniendo incendios. O sea que si los tenemos... Crucemos los dedos.

Y no hay nada que se pueda hacer para evitar un incendio de este tipo?

Hay medidas preventivas de gestión del bosque y de permitir el acceso al medio natural a los equipos de prevención. Pero realmente ante una situaciones de calor como esta, la única medida preventiva eficiente es estar muy en alerta. El mayor problema es que la sociedad cuando se sumerge en el medio forestal no percibe el riesgo de sus acciones y eso es muy serio.

¿Es cuestión de educación?

Yo tampoco diría una cuestión de educación. La gente en general es respetuosa con el monte pero no percibe el riesgo. Por ejemplo, una persona que trabaja con una radial a 20 metros de un bosque donde hay un montón de vegetación por alrededor soy consciente de que no quiere pegarle fuego, pero no percibe el riesgo. O quien tira una colilla desde el coche o desde un mirador en un parque natural, no quiere provocar un incendio pero puede hacerlo. Hay muchas negligencias humanas.

"En el monte no se fuma ni se hace fuego. Incluso en situaciones de riesgo como las olas de calor ¿por qué no cerrarlo?"

Entonces, ¿qué se puede hacer?

La única forma que veo de abordar el problema a nivel sociales son medidas muy restrictivas. En el monte no se fuma, ni se hace fuego. Incluso ante situaciones de riesgo como olas de calor ¿por qué no cerrarlo? Si hay riesgo alto de incendio con temperaturas extremas no se accede y se realiza una campaña para informar a la sociedad para que sean conscientes del problema.

Cerrar el monte suena muy drástico, ¿no hay nada más que se pueda hacer?

Hay que empezar a considerar que igual los bosques empiezan a costarnos dinero, no es solo una cuestión de los servicios ecosistémicos que nos dan, sino que habrá que invertir en el rural. Los bosques necesitan manejo y gestión, pero también invertir en fijar población rural, si el número de alumnado en un aula en la ciudad es de 25 y en un pueblo tiene que haber ratios de 5 alumnos pues lo pagamos y nos aguantamos. Las estadísticas dicen que hasta los años 40 los incendios en la Comunidad Valenciana eran residuales, pero en aquella época el 80% de la población era rural. Movilizar recursos para las comunidades rurales es conseguir que los recursos lleguen al medio natural, porque a día de hoy lo están haciendo muy escasamente y no en la magnitud que se supondría en una situación como a la que enfrentamos de cambio climático.

"Cuando los incendios alcanzan dimensiones por encima de las 5000 hectáreas con los recursos que me digas no es suficiente"

Entonces ¿hacen falta más recursos de prevención y extinción?

El problema es que es como poner puertas al monte. Dimensionar los recursos necesarios es muy difícil. Cuando los incendios alcanzan dimensiones por encima de las 5.000 hectáreas con los recursos que me digas no es suficiente. Yo creo que los gestores en este sentido también tienen la problemática de decir hasta donde. Otro tema es el del personal, tiene que estar debidamente formado adecuadamente en condiciones de abordar su labor. No estamos hablando de milongas, hablamos de incendios móviles, que se desplazan a lo largo del relieve de las montañas y las personas capaces de funcionar en ese medio tienen que tener unas condiciones mínimas, físicamente pero también respecto a su contrato. El personal tienen que trabajar en condiciones adecuadas y eso implica recursos. Pero otro tema es los medios, cuando un incendio se desborda tengas lo que tengas no vas a poder evitar el problema, estamos hablando de un evento natural de unas dimensiones importantes, de llamaradas de 20 m de altura, con una energía desprendida impresionante. Cuando algo así revienta lo único que puedes hacer es apartarte.

Parece una película de ciencia ficción es decir es como que vamos a tener que empezar a pagar por el bosque

Pues por ahí van los tiros. Porque tú imagínate que nos enfrentamos realmente una situación de que cada año de España se nos queman medio millón de hectáreas, con las situaciones de años próximos y olas de calor, la situación sería dantesca. Creo que la perspectiva no es demasiado halagüeña. Cuando se quema un bosque afecta a la regulación del ciclo del ciclo del agua, a la captación de carbono fijación de dióxido de carbono de la atmósfera. No es una cuestión solo de tener brigadas en condiciones y si no que asistimos a un problema mucho mayor y que habría que abordarlo con mayor implicación e ímpetu.