Se mueve sola, sin necesidad de que nadie la empuje. La empresa de base tecnológica, QuixMind, ligada al parque científico de la Universidad de Alicante, ha desarrollado una silla de ruedas autónoma, que se maneja gracias a un algoritmo de inteligencia artificial.
Para desplazarse la silla utiliza una tablet en la que previamente se ha mapeado la zona por la que tiene que moverse. “Es tan sencillo como pulsar con el dedo la zona a la que quieres desplazarte y la silla te lleva. También se puede hacer por medio de la voz o con un leve movimiento, para aquellas personas que tengan limitaciones físicas", explica Tomás Martínez, CEO de QuixMind y profesor de Robótica y Telecomunicaciones de la Universidad de Alicante.
Para poner en marcha este prototipo, la empresa se ha valido del sistema de localización y mapeo que ya tiene patentado para el diseño de vehículos autónomos para la industria y los servicios, que es la principal línea de negocio de la mercantil. “El sistema es en este caso más complejo, ya que la silla es más pequeña y en un hospital o en una residencia hay más obstáculos alrededor”. En este sentido, el vehículo es capaz de pararse ante un obstáculo y su margen de error en espacios estrechos es de apenas dos centímetros. “Un humano tiene más posibilidades de chocarse”, explica Tomás Martínez. Además, en un futuro prototipo de esta silla de ruedas “queremos que acuda sola a recargarse”.
Los responsables de este prototipo ven un sinfín de utilidades para su aplicación. “Vamos a una sociedad cada vez más envejecida, con muchas personas que sufren enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el párkinson, por lo que este producto puede mejorar mucho la calidad de vida de estas personas”, explica Federico Juárez, socio de la empresa.
En este sentido, la silla de ruedas que han desarrollado está diseñada para usar en hospitales o en residencias “y así no tener que depender de celadores que lleven a un paciente de un servicio a otro”. También se puede emplear en espacios donde las distancias a recorrer son amplias, como puede ser el caso de un aeropuerto, un campus universitario o un parque temático.
El proyecto cuenta con una ayuda de la Generalitat Valenciana de 180.000 euros dirigida a empresas de nueva creación con alta tecnología y la silla sobre la que han hecho el prototipo ha sido donada por la empresa Total Care. Para poder probarla, los investigadores han contado con la colaboración de Cocemfe, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica.
En los próximos meses los responsables de la empresa quieren terminar de desarrollar el prototipo para iniciar contactos con empresas interesadas en fabricarla para poder comercializarla. “La idea también es contactar con centros, como hospitales o residencias, para que la prueben y también sacar versiones privadas para que cualquier persona interesada pueda tener una silla de estas características”, señalan Martínez y Juárez.
QuixMind es una empresa de Base Tecnológica (EBT) constituida en la Universidad de Alicante (UA) en 2017, cuya actividad principal es el diseño de vehículos autónomos para uso industrial y transporte de pasajeros.
El equipo de la empresa ha desarrollado una tecnología patentada basada en aprendizaje por refuerzo en máquinas (RL) y nuevos algoritmos de creación de mapas y localización (SLAM) en entornos complejos y dinámicos.
La empresa ya ha desarrollado toritos y apiladoras para empresas que se mueven sin necesidad de que nadie las maneje. El algoritmo creado por estos profesores ingenieros es un algoritmo de inteligencia artificial que en lugar de elaborar mapas por rejillas lo hace por contornos. Este nuevo método es el que permite ahorrar tanto en memoria interna de la máquina como en su capacidad de procesado, y reduce a su vez los costes empresariales.
