Reducir los residuos y generar nuevos materiales biodegradables. Es el doble objetivo que persiguen los investigadores del grupo de Análisis de Polímeros y Nanomateriales de la Universidad de Alicante (Nanobiopol) que participan en un proyecto internacional para aprovechar residuos de la industria agrícola y alimenticia, en este caso semillas y pieles de tomates, sandías y manzanas, para extraer compuestos de alto valor que, posteriormente, son utilizados en envases para uso alimentario y de higiene personal.

Econfuco (Eco sustainable multifunctional biobased coatings with enhanced performance and end of life options) es el nombre de este proyecto del que forman parte 17 socios de ocho países y que está financiado con fondos europeos.

"Obtener nuevos materiales más sostenibles y reciclables y contribuir a la economía circular son dos de los principales ejes de Eeconfuco", explica la investigadora principal de la UA en el proyecto Mª Carmen Garrigós, miembro de Nanobiopol.

En este sentido, desde los laboratorios de la Universidad de Alicante se obtienen sustancias con propiedades antioxidantes, aceites o biopolímeros como la cutina de las pieles del tomate, la sandía, la manzana y de las semillas del tomate, que han sido utilizados por otros socios del proyecto para la obtención de materiales innovadores y sostenibles. 

Imagen del equipo que integra el proyecto Ecofunco en la UA

El grupo Nanobiopol de la UA ha llevado a cabo la extracción de los compuestos activos presentes en los residuos agroalimentarios y, mediante el uso de técnicas de extracción sostenibles basadas en microondas y ultrasonidos, han conseguido obtener nuevos extractos de alto valor añadido. Estos compuestos han permitido el desarrollo de recubrimientos antimicrobianos y antioxidantes para productos de higiene personal como pañuelos de papel.

Proceso de extracción

También han desarrollado plásticos para el envasado de productos frescos que permiten que los alimentos tarden más tiempo de degradarse. También han usado estas sustancias en envases de cartón de un sólo uso, como bandejas, platos, vasos, con propiedades de barrera al agua mejoradas. De esta forma se contribuye a reducir los plásticos de origen petroquímico, “ya que los materiales que obtenemos son biodegradables, por lo que se descomponen de una forma más natural”.

En este sentido, además de obtener productos con nuevas ventajas y aprovechar la biomasa que se genera en el sector agroalimentario, todos los productos desarrollados con los compuestos extraídos por los investigadores de la UA son reciclables y biodegradables.

Con una duración de tres años (2019-2022), el proyecto europeo Ecofunco cuenta con un consorcio de más de una quincena de socios de países como Italia, España, Bélgica, Alemania, Israel, Gran Bretaña, Turquía y Croacia, entre empresas y centros de investigación. Con un presupuesto de 4,6 millones de euros, Ecofunco ha sido financiado por la organización BBI JU (Bio Based Industries Joint Undertaking) dentro del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. El coordinador del proyecto es el Consorzio Interuniversitario Nazionale per la Scienza e Tecnologia dei Materiali de Italia.

Los investigadores barajan extender el proyecto con financiación para la puesta en el mercado de los prototipos que han desarrollado con el objetivo de poder dar una salida comercial a sus investigaciones.