La Asociación de Campos de Golf de la Costa Blanca y Comunitat Valenciana ha realizado un estudio comparativo de las salidas de todos sus campos miembros de enero a junio durante los últimos 4 años (2019-22), cuya principal conclusión es que en el primer semestre del 2022 se ha vuelto prácticamente a la misma situación prepandémica de 2019, recuperando así el tremendo agujero en la ocupación que generó el covid en 2020 y 2021.
Las salidas globales se han incrementado un 57,2% respecto al 2021, rozando ya las cifras alcanzadas en 2019. Teniendo en cuenta que la pandemia afectó también al principio de año de este año y la primavera lluviosa obligó a cerrar los campos muchos más días de lo normal, la lectura es positiva y de mantenerse esta tendencia "al final de año se debería igualar o superar las cifras del 2019 y volver definitivamente a la normalidad", según apunta la asociación en un comunicado.
Separando las salidas por tipología de clientes, "observamos que las salidas de jugadores locales (socios y abonados de los campos) ya están por encima del 2019, habiendo aumentado un 19,9% respecto al 2021, lo que demuestra que el golf sale fortalecido tras la pandemia al percibirse como una actividad muy segura y saludable".
Por otro lado, las salidas de jugadores visitantes están aún por debajo del 2019, pero han experimentado un incremento del 150,1% respecto al 2021, lo que nos muestra una fuerte tendencia al alza.
Respecto al peso que representan las salidas de jugadores locales y las de visitantes respecto al global, en el siguiente gráfico se observa cómo la situación también se ha normalizado y se ha vuelto a rozar el 50%-50% que había antes de la pandemia:
La asociación lleva 30 años promocionando la Costa Blanca y la Comunidad Valenciana como destino de golf y difundiendo los importantes beneficios económicos y sociales que genera en el territorio. El golf es uno de los elementos más desestacionalizadores del turismo, generando 500.000 pernoctaciones anuales en los hoteles de la Comunidad Valenciana, un impacto económico anual de 745 millones de euros y más de 9.000 empleos al año.
Los expertos consideran que el turismo de golf tiene la capacidad de desestacionalizar la actividad la oferta turística, ya que los picos de ocupación son en primavera y en otoño, por tanto fuera de la época estival. El turista que viene a jugar al golf a la provincia suele tener un nivel adquisitivo superior a la media, dejando un elevado beneficio en sectores como la hostelería, el alojamiento o el comercio de nuestra ciudad. Alicante ofrece todo lo que el turista de golf necesita: excelente clima, inmejorables conexiones, campos de golf de calidad, una gran oferta de hoteles y restaurantes y, sobre todo, miles de horas de luz al año.
Recordar, en este sentido que la promotora que impulsa desde hace años la construcción del macrocomplejo turístico de El Plantío, entre Alicante y Elche, solicitó a primeros de este año licencia en el Ayuntamiento para finalizar el proyecto con la construcción de 147 apartamentos turísticos más junto al campo de golf, que estaban paralizados desde 2015. La intención es que con esta ampliación, la definitiva, El Plantío cuente con una oferta complementaria de mil plazas en apartamentos turísticos, gestionados como si fuera un hotel. De momento, acabado ya el plazo para presentar alegaciones se desconoce cuál será la postura oficial del Ayuntamiento de Alicante. Fuentes de Concejalía de Urbanismo que dirige el concejal Adrián Santos Pérez apuntaron que el tema está en manos de los técnicos y señalaron que este martes no podían dar un respuesta a la consulta de este periódico.
El Ayuntamiento ha sacado a información pública la iniciativa, y ya se han presentado las primeras alegaciones, de parte de grupos ecologistas y el PCE de Alicante, representado por Miguel Ángel Pavón, exconcejal de Urbanismo. La formación de izquierdas recuerda el informe municipal desfavorable de enero de 2017, critica la falta de rigor del proyecto, exige que se tengan en cuenta el Catálogo de Protecciones de Alicante y el hito protegido de la Sierra de Colmenares y pide que se revise si procede instar al Consell a declarar la caducidad de la modificación de la Declaración de Interés Comunitario. En juego la urbanización de más de 25.000 m² en una zona verde construida sobre suelo calificado como suelo no urbanizable, pero que desde 2918 cuenta con el visto bueno de la Generalitat.
