Escasez de vacunas y deficitario control de la enfermedad. Es la conclusión a la que llegan facultativos de Medicina Preventiva en la provincia, que se han visto obligados a dejar de vacunar contra la viruela del mono a alguno de los contactos por falta de dosis, además de asegurar que no se está controlando bien la expansión de la enfermedad porque hacen falta "profesionales del rastreo" en este caso.
Al tratarse de una enfermedad que lamentablemente puede estigmatizar al infectado, ya que hasta el momento hasta el 80% de los casos positivos registrados en todo el mundo corresponden a hombres que han tenido sexo con otros hombres como lamenta la catedrática de Preventiva y Salud de la Universidad de Alicante, Teresa Ruiz, la notificación de las posibles relaciones con el entorno no se declaran abiertamente.
Es algo que ha detectado claramente el doctor Juan Francisco Navarro, quien al igual que Ruiz demanda más vacunas para contribuir a frenar la expansión de este virus, pese a que ha demostrado que no tiene ni de lejos la capacidad mortal que arroja el coronavirus.
La vacunación es muy importante para que no se extienda más, costó que llegara con el coronavirus también, pero llegará
"Mientras no se recomiende otra cosa la vacunación es muy importante para que no se extienda más", indica la experta de la UA en Medicina Preventiva, "porque en la medida de que no tengas la enfermedad, no hay masa que contamine". Aunque también reconoce que está pasando como con el coronavirus en sus inicios. "Costó que llegara el material y las vacunas, pero llegarán", señala plenamente convencida, ya que la posibilidad -ya apuntada en informes internacionales- de que su contaminación también se expanda por vía área puede "agravar" mucho más la situación "si no se toman medidas", indica.
Navarro, jefe de servicio en el Hospital General de Elche que a su vez preside la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva, abunda que "ya nos hemos visto en el caso de no tener vacunas para algún contacto, aunque de momento ayuda que hay pocos casos", concreta con el propósito de no alarmar sobre la situación.
Afirma la escasez de vacunas, constatada porque hay que pedirlas al servicio central de cada provincia donde "las guardan de forma celosamente para casos de postexposición".
En el Hospital ya nos hemos visto en el caso de no tener vacunas para algún contacto
También refiere que el hecho de que los contactos notificados por cada caso no lleguen "ni a uno" en numerosas ocasiones, da a entender el retraimiento de los afectados a la hora de comunicarlos, y la necesidad de que se eche mano de especialistas en la materia para que el control de la enfermedad sea realmente efectiva.
A esto debía referirse recientemente la ministra de Sanidad cuando declaró la necesidad de aumentar de forma significativa el control de la enfermedad por parte de las autonomías a las que se han enviado vacunas que están resultando insuficientes a juicio de los especialistas. "Es necesario concienciar a la población y la vacuna es además importantísima como profilaxis, tanto pre como post exposición porque es clave. La vacuna no debe faltar pero está faltando, es difícil de conseguir" abunda Navarro.
El doctor subraya que el hecho de que se trate de "una enfermedad de difícil contagio" convierte en un "auténtico fracaso" ´que se expanda tanto. "Esto dice muy poco sobre cómo se está haciendo el rastreo de los contactos" para una enfermedad decretada alerta internacional por la OMS. "Da la sensación de que debe profesionalizarse más el cribado de contactos", insiste.
Prevención
Tras más de tres décadas de ejercicio de la profesión apunta la necesidad de incidir en el control de los contactos. "También la tuberculosis en su momento era objeto de estigmatización pero prácticamente ha desaparecido ya, lo que demuestra que la prevención es clave para la salud pública".
Apela además a la "educación sanitaria" para que aquellos que presenten síntomas "no tengan más contactos". El doctor Navarro sopesa que el hecho de que hayan surgido casos graves demuestra que haya que apelar a la conciencia del enfermo para que no se convierta en diseminador.
Si nos centramos en la vacunación, dada su escasez, hay que priorizar empezando por los grupos de más riesgo
También el doctor Rafael Ortí, especialista en preventiva que preside la Sociedad Española de Medicina Preventiva, sostiene que aunque la vacuna sería lo fácil "como siempre, falta educación sanitaria y medidas preventivas sobre los contactos" para que la vacunación pudiera quedar en un segundo plano.
"Si nos centramos en la vacunación, dada su escasez, hay que priorizar empezando por los grupos de más riesgo. Contactos postexposición, y vacunación preexposición en grupos de mayor riesgo", incluido el personal sanitario, y a continuación el resto de la población.
Desde la Conselleria de Sanidad no aportan ni la cantidad de vacunas recibidas, ni el número exacto de las que se han puesto hasta el momento, pese a la insistencia de este diario a lo largo de toda la semana. Remiten al Ministerio de Sanidad, que ha repartido las dosis por comunidades en función del tamaño poblacional.
