Entre matojos, botellas de plástico y cañas pasean varios vecinos de la playa de la Albufereta. Algunos simplemente recorren el camino de sus casas al arenal, otros pasean un perro o simplemente caminan por los pocos espacios de sombra de el barranco del Juncaret, pero todos los hacen esquivando algunos restos de envases y pisando cristales. 

Este encauzamiento, que permite dar salida al mar a un barranco natural que recoge las aguas de diferentes ramblas del municipio, está lleno de restos de basura y maleza. 

El cauce por donde pasa el agua también está lleno de cañas y matorrales que sobreviven de la humedad del barranco y del riachuelo que lo recorre. Y, aunque le dan un agradable color verde a la típica aridez de la zona, también generan restos de maleza que pueden ser peligrosos en caso de riada.  

Pero también, botellas de refrescos, envoltorios que han perdido el color  y cristales de botellas de vidrio se acumulan diseminados por el cauce y en el desagüe que conecta con la playa de la Albufereta se acumulan.

«El estado del cauce es una vergüenza para todo Alicante»,

Ernesto Jarabo - Presidente de la Asociación de Vecinos Albufereta Playa Blanca

En el mejor de los casos ahí es donde acabarán, si llueve todos estos restos irán a parar al mar. En el peor, si hay tormenta o una gota fría, las ramas y los desechos podrían taponar el aliviadero y provocar que no pueda cumplir su función de evacuar el agua del barranco hacia la playa.

De hecho, este último escenario es una de las grandes preocupaciones de la Asociación de Vecinos Albufereta Playa Blanca.

En caso de lluvias, si el barranco no está en buenas condiciones, un tapón provocado por las ramas y la suciedad que transporta el agua podría provocar que el desagüe pierda su capacidad de absorción y que se inunde el área.

Esta asociación ha criticado al Ayuntamiento por "el abandono de la zona". De hecho, denuncian que el consistorio les informó en febrero de que no tenían la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para actuar en el cauce. Pero desde este ente, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, informaron a los vecinos en marzo que el Gobierno municipal ya disponía de este permiso para el mantenimiento del cauce.

Pero, desde la CHJ insisten en que al tratarse de un barranco en un tramo urbano su limpieza y mantenimiento corresponde íntegramente al Ayuntamiento, tal y como se recoge en el artículo 28 del Plan Hidrológico Nacional, que afirma que la limpieza y mantenimiento de los cauces urbanos son competencia municipal.

Por todo esto, los vecinos han reclamado en numerosas ocasiones reunirse con el concejal de Limpieza de cara a arreglar la situación antes del verano, algo que no ha sido posible. Ahora reclaman que la limpieza se realice antes de la temporada de gota fría.

El aliviadero, al final del barranco, acumula basura y restos de botellas PILAR CORTES

Desde el Ayuntamiento afirman que el barranco se desbroza de maleza dos veces al año, habitualmente en octubre, sin perjuicio de que se pueda adelantar en función de las previsiones meteorológicas. En cuanto a la limpieza del cauce, el consistorio insiste en que se actúa "con regularidad" y que los barrenderos acuden a la zona.

Sin embargo, los vecinos que suelen pasear por la zona, en familia o con sus mascotas, insisten en que es necesario mejorar la limpieza y sobre todo evitar los botellones que durante el verano, "diariamente", se producen en algunas zonas del barranco, como bajo el puente de las vías del TRAM.

Desde Compromís se ha sumado a la petición de los vecinos de limpieza y mejora en el mantenimiento del barranco. El portavoz de la formación, Natxo Bellido ha recordado que "la limpieza de los cauces urbanos de ramblas y barrancos son competencia municipal. El gobierno municipal tienen el permiso de la CHJ para acometer estas labores que se deben realizar ante los peligros que supone la llegada de la gota fría o una DANA en el mes de septiembre".

Desde la coalición progresista se recuerda la necesidad de las políticas de prevención y de adaptación de la ciudad ante la gravedad de la crisis climática. "Un reto que no se toma en serio el PP de Barcala y Mazón, que niegan sus socios de Vox, y que Compromís considera el mayor desafío al que se enfrenta Alicante" ha afirmado Bellido.