El peso de la elección del horario escolar en la provincia de Alicante genera dificultades el curso próximo para poder completar la plantilla de profesores en el único colegio de la capital que todavía no tiene jornada continua.
Educación admite problemas para encontrar profesores que, de entrada, elijan unos puestos cuyo horario no se ajusta en general a las preferencias de los docentes. La jornada partida en el colegio Ramón Llull, ubicado en el barrio de San Blas-Santo Domingo, no resulta atractiva para los funcionarios de la enseñanza que prefieren la jornada continua o única, con horario lectivo entre las 9:00 y las 14.00 horas diarias.
En el resto del medio centenar de colegios públicos en la ciudad de Alicante ya está aprobado este horario continuo porque también lo han ratificado las familias, una vez que los profesores en claustro primero, y el consejo escolar también, dan el correspondiente visto bueno.
Pero al colegio Ramón Llull se le atraganta este horario pese a que desde el centro educativo se ha solicitado formalmente ya hasta en tres ocasiones, con sus respectivas votaciones. Las familias que matriculan a sus hijos en este colegio son las que finalmente echan para atrás el pretendido proyecto de jornada única.
Pequeño
Se trata de un colegio pequeño, en el corazón de un barrio, con solo un aula por curso, es decir nueve clases de las que tres se destinan a los niños de Infantil de 3 a 5 años y el resto a alumnos de Primaria, desde los 6 a los 11 años de edad.
La idiosincrasia que aporta su ubicación, tamaño y día a día de los padres no ha favorecido hasta el momento el cambio de horario escolar por el que sí han optado ya el resto de centros de Infantil y Primaria de la ciudad de Alicante y una amplía mayoría de los del resto de la provincia.
De hecho, de los 498 centros públicos y concertados que hay en la provincia el 75% tiene horario continuo este próximo curso, 375 del total, y los 123 restantes que en su inmensa mayoría son concertados excepto, entre otros pocos, el Ramón Llull de Alicante, siguen con la jornada partida cuyo horario lectivo se prolonga desde las 9:00 hasta las 17:00 horas, con un par de clases en horario de tarde.
En el resto de colegios las familias también tienen la opción de recoger a sus hijos a las 17:00 horas si así lo desean, pero tras el horario de comedor los niños no tienen clases, solo actividades extraescolares concentrando la enseñanza en horario de mañana únicamente.
Medidas
Es una jornada que, por lo mismo, prefieren los docentes y en el caso del Ramón Llull ya origina problemas para completar todas las plazas docentes. Es lo que ha llevado a Educación a catalogar a este centro como si se tratara de un centro Caes, que son los de actuación educativa singular porque al menos un tercio del alumnado necesita refuerzo escolar por las dificultades socioeconómicas tanto del entorno en el que se encuentran como de las familias.
La especial catalogación decidida por Educación es lo que favorece que los maestros que dan clase en estos centros puedan prolongar voluntariamente el ejercicio de su profesión durante dos cursos. No están obligados como el resto a volver a pedir plaza sin saber dónde les tocará de un curso para otro.
De esta manera Educación trata de estabilizar la plantilla lo más posible, y es lo que también trata de hacer en el Ramón Llull para ofrecer un incentivo a los docentes frente a que la jornada partida que prefieren las familias.
"Difícil provisión"
Desde el sindicato mayoritario de la enseñanza, STEPV, añaden al respecto una dificultad añadida de cara al curso próximo en este centro, ya que entre los errores consignados por el programa informático de Educación en el proceso de adjudicación de plazas a interinos figuran también algunas de las vacantes del referido colegio.
La catalogación del centro como de "difícil provisión", siempre según este sindicato, no se ha consignado de forma adecuada en el programa y ha generado confusión entre los interinos a la hora de pedir estos puestos.
Otros colegios calificados específicamente Caes por las características socioeconómicas de las familias del alumnado matriculado mantienen como curso anteriores este incentivo que permite a los docentes que lo deseen repetir dos años sin cambiar de plaza.
En la provincia hay una treintena de centros catalogados de este tipo y doce de ellos se encuentran en la ciudad de Alicante. En estos centros donde se ha mantenido la posibilidad de repetir plaza, los directores consultados aseguran que se nota en el programa educativo porque la medida permite dar continuidad y la plantilla acaba haciendo piña y sintiéndose a gusto como para solicitar estos puestos incluso antes que otros.
