Los edificios de la provincia son cada vez más verdes. Prolifera el número de azoteas y espacios comunes en las construcciones que deciden guardar un espacio para los vecinos o rehabilitar uno ya existente para darle uso común. La pandemia, indican los expertos, ha catapultado estos proyectos, que ya eran objetivo de las administraciones antes de su inicio. Uno de los principales objetivos de instituciones y arquitectos es dotar de espacios verdes a zonas muy urbanizadas. Otro, por parte de los propios vecinos, tener un lugar más naturalizado en el lugar en el que viven.

El patio interior de un nuevo edificio en General Marvá, con jardín vertical. PILAR CORTÉS

Una de las razones detrás de este auge se encuentra en el actual parque de viviendas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, casi la mitad de los edificios residenciales de la provincia, el 46,28% se construyó antes de 1981. Una construcción que dio respuesta al fenómeno migratorio hacia otros las ciudades desde el interior de España. De hecho, el 48,57% de las viviendas de la provincia se construyeron entre los años 1961 y 1990.

El 48% de los edificios de la provincia se construyeron antes de 1981

Juan Richart, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante, señala que hay una tendencia a los espacios verdes en los edificios, aunque "no tenemos datos concretos porque estamos hablando de una intervención muy específica, nosotros las categorizamos dentro de reformas. Sin embargo, es cierto que la Generalitat está impulsando un decreto para favorecer que los edificios tengan más zonas verdes, al que nosotros hemos aportado nuestra visión técnica". Richart añade: "Creemos que sería bueno, cualquier avance en términos de sostenibilidad mejoraría nuestros edificios". El principal objetivo de instituciones y aparejadores, indica, es la sostenibilidad, algo que se puede aplicar tanto en los edificios nuevos como en los antiguos.

Un ejemplo de estas nuevas construcciones que incorporan un espacio verde es el edificio ubicado en el número 3 de la calle General Marvá de Alicante. Una construcción que cuenta en su interior, en la planta baja, con un amplio jardín vertical en la que hay una gran variedad de especies autóctonas cuyo objetivo es captar el CO2 de la atmósfera. Jesús Gallego, el arquitecto del edificio, explica la motivación que llevó a este diseño: "Somos bastante conscientes de la isla de calor, en el centro de Alicante hay demasiadas zonas duras de asfalto o pavimento porque la ciudad tiene una densidad de población muy alta en esa zona, lo que provoca también esa sensación de que hace mucho más calor del que debería y quisimos combatir ese efecto".

"Cualquier avance en términos de sostenibilidad mejoraría nuestros edificios"

Juan Richart - Presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante

Gallego señala que la forma de combatir estas situaciones en las ciudades es con zonas ajardinadas, pero que esto es un problema en lugares en los que ya hay una construcción masiva: "En el centro y en zonas sin sótano es muy difícil, la única manera que hay de combatir esta situación es como en el edificio de General Marvá, con vegetación en la cubierta que genera un ambiente mucho más húmedo".

Gallego, además, señala que la llegada de la pandemia terminó de explotar estas ideas: "Desde la pandemia, el ciudadano agradece una zona verde lo más naturalizada posible. Se está solicitando mucho más". Sin embargo, el arquitecto indica que en el extranjero hay una mayor sensibilidad con ciudades "que sean sostenibles y comprometidas con el medio ambiente".

"Intentamos incluir vegetación encima de sótanos y en zonas menos habituales para la jardinería"

Jesús Gallego - Arquitecto

De hecho, la propia Unión Europea incluye entre sus fondos Next Generation partidas destinadas a la mejora medioambiental de los edificios. Es el caso de ciudades como Alcoy, que ha recibido 110.000 euros de la Unión para "llevar a cabo un proyecto de renaturalización en la ciudad, con la instalación de jardines verticales, cajas nido para aves o toldos sobre los que crecerá vegetación", según apuntaron fuentes del gobierno local.

Dos vecinos muestran el jardín en la terraza del Edificio Intergeneracional. JUANI RUZ

En Benidorm, el edificio del Ayuntamiento tiene desde el pasado febrero en su fachada un jardín vertical de 98 metros cuadrados. El objetivo, según el concejal de Espacio Público, José Ramón González de Zárate, era no solo para quitar a la vista el hormigón sino medioambiental para reducir gases de efecto invernadero y producir oxígeno.

El estudio de Gallego, Adoras Atelier, ha desarrollado en La Vila un proyecto de regeneración urbana al completo, en una zona en la que había poca sensibilidad con las zonas verdes, apunta: "Se trata de prestar atención a la isla de calor y ver cómo protegerse y meter zonas verdes en la manzana". Además, Gallego señala que los proyectos con alta calificación medioambiental "se están demandando mucho".

También existen, en menor medida, edificios públicos que abogan directamente por incluir estos espacios en su planificación. Es el caso del Edificio Intergeneracional de Alicante. Una construcción que combina espacios como un centro de salud, un centro de día y cerca de 70 viviendas con zonas comunes. Una de estas zonas es un huerto, ubicado sobre la tercera planta del edificio, al que pueden acceder los vecinos para cultivar sus propias frutas y verduras, y que tiene como resultado la ubicación de una zona verde en medio de la ciudad y dentro del propio edificio.

Dos vecinos del Edificio Intergeneracional cuidan el huerto. JUANI RUZ

Los viveros señalan que, desde la pandemia, los particulares demandan más plantas para cubrir sus azoteas

Sin embargo, estas actuaciones no se limitan únicamente a grandes proyectos de edificios enteros o de rehabilitación de los mismos. Muchos vecinos apuestan por decorar sus propios patios o azoteas con plantas. En la empresa alicantina Viveros Orts, aseguran que hay una tendencia en los últimos años, tras la pandemia, a que haya particulares que les pregunten por este tipo de proyectos: "Sí es algo que sea común a nivel particular. Mucha gente viene a demandarnos plantas", señalan, aunque aclaran que no suelen recibir presupuestos por parte de las comunidades de vecinos, sino que es algo de iniciativa particular.

Una azotea llena de vegetación, en Elche. ANTONIO AMORÓS

Gallego señala que en los edificios en los su estudio ha incluido espacios verdes hay una respuesta positiva por parte de los vecinos: "Nos trasladan un feedback por el ahorro de agua y por utilizar especies autóctonas. Siempre nos han dado la enhorabuena por intentar incluso incluir vegetación encima del sótano y en zonas menos habituales para la jardinería". El arquitecto concluye la idea con una explicación sencilla: "Lo que hemos hecho es meter verde donde se pueda".