Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Alicante han intervenido una tonelada de productos pesqueros frescos y congelados en varias inspecciones realizadas en dos almacenes de Alicante y Altea y en dos restaurantes de Elche. El pescado intervenido estaba destinado a su comercialización pero fue incautado al no cumplir los requisitos establecidos para su venta al público. Las irregularidades denunciadas por el Seprona están castigadas con sanciones de entre 601 y 30.000 euros.

La incautación del pescado ilegal se realizó el pasado mes de junio durante una campaña en la que agentes del Seprona inspeccionaron numerosos establecimientos de comercio y hostelería dedicados a la venta de productos pesqueros. El objetivo de estas inspecciones era garantizar la calidad de la mercancía que llega a los consumidores, así como proteger tanto el medio natural como la supervivencia de las distintas especies, según explica la Guardia Civil.

Las inspecciones de esta campaña se llevaron a cabo en Alicante, Altea, Elche, Santa Pola y Teulada. Durante estas inspecciones los agentes detectaron diversas infracciones, entre ellas la localización en Alicante y Altea de dos establecimientos de almacenamiento, distribución y transformación de productos pesqueros que carecían de autorización ni registro sanitario para desarrollar la actividad. Además, en uno de estos establecimientos la autorización había sido suspendida por la autoridad sanitaria por haber dejado de reunir los requisitos preceptivos de calidad sanitaria.

El Seprona también descubrió en dos restaurantes inspeccionados en Elche que almacenaban productos pesqueros que carecían de etiquetado o cualquier otra trazabilidad con la que poder determinar su origen y condiciones para el consumo.

Pescado intervenido por el Seprona de Alicante. INFORMACIÓN

Según la Guardia Civil, en los dos almacenes de Alicante y Altea y en los dos restaurantes de Elche han intervenido más de una tonelada de productos, tanto frescos como congelados. La especies intervenidas son atún rojo, musola, pulpo, calamar, sardina, quisquilla y langostino. El Seprona entregó a centros benéficos para su consumo el pescado aprovechable una vez se realizaron los pertinentes controles de calidad, mientras que el resto de productos fueron destruidos.

Los responsables de los dos almacenes de Alicante y Altea y de dos restaurantes de Elche fueron denunciados por infracciones clasificadas como graves, por lo que se enfrentan a posibles sanciones de entre 601 y 30.000 euros. Los expedientes instruidos han sido remitidos a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y a la Consellería de Sanidad y Salud Pública.

La Guardia Civil afirma que estas inspecciones se llevan a cabo en el marco del Plan Anual de Control e Inspección de las Actividades Pesqueras (PACIAP). Los agentes de la Guardia Civil las realizan de forma periódica y tienen como finalidad el control de los productos de la pesca para un aprovechamiento sostenible. Estos controles determinan la legalidad del origen y las condiciones sanitarias de los distintos productos destinados al consumo. Los productos perecederos, entre otros controles, se someten a una estricta vigilancia de la cadena de frío, para evitar su deterioro.