La excepcionalidad con que arrancó este mes de agosto en cuestión de organización hospitalaria, ante el temor de un repunte del covid ha llegado a su fin. Sanidad decidió mantener abiertas las camas inicialmente, frente al habitual cierre de cada verano, para poder hacer frente al virus, pero el significativo descenso de la incidencia de la pandemia la última semana junto a la previsión de que siga en caída, ha llevado a las autoridades sanitarias a ordenar el cierre de hasta 300 camas entre los principales hospitales de la provincia, de cara a la revisión de la organización hospitalaria prevista cada quincena.

Así, entre el conjunto aproximado de 3.500 camas hospitalarias de que disponen la decena de centros públicos con mayor capacidad, Sanidad ha decretado el cierre de tres centenares de puestos, alrededor del 9%.

Libres

Los datos que avalan esta medida señalan una ocupación actual de camas hospitalarias por covid en la provincia que no llega al 2% del total, y sigue habiendo, siempre según datos facilitados por Sanidad, más de un tercio de camas libres teniendo en cuenta que otro 64% las ocupan ingresos de todo índole en los inicios de la segunda quincena del mes de agosto.

En cifras absolutas el 2% de camas con pacientes covid implica que están ocupadas alrededor de 65 a causa de la pandemia, y de ellas no llegan a la veintena en las unidades de críticos en la totalidad de los centros hospitalarios de la provincia.

La actual ocupación de camas por infectados de covid se asimila a los niveles que arrojaba la provincia en marzo del año pasado, que sufrió un pico de ingresos en el mes de julio, doblándolo incluso a finales de enero de este año 2022, en que más del 15% de las plazas en hospitales correspondían a enfermos covid, y habiendo descendido ahora de forma significativa porque no llegan al 2%.

Prepandemia

En los términos que emplean las autoridades sanitarias se puede decir que los hospitales han vuelto a la normalidad prepandemia de los meses de verano, concretamente este cierre de camas se puede asimilar al del año 2019, dado que los refuerzos que se habían mantenido por el covid no van a recuperarse porque suponía doblar espacios.

Desde la conselleria subrayan que no vuelven a abrirse camas excepcionalmente habilitadas a consecuencia del virus porque no forman parte de la organización estructural de los hospitales.

Para Sanidad, a partir de lo que queda de este verano se acaban las medidas excepcionales. Obras de reforma y reducción del volumen de intervenciones quirúrgicas por las vacaciones de los profesionales médicos, que solo se sustituyen sobre el papel en un tercio de los casos, marcan de nuevo el paso que conlleva el citado cierre de camas.

Séptima ola

Los mínimos que empieza a arrojar la circulación del virus permiten dar prácticamente por finalizada la séptima ola del coronavirus al registrar la cifra más baja de casos positivos en la Comunidad y la provincia desde que el Ministerio de Sanidad determinó asimilar también el covid a la gripe en su modo de proceder con los contagiados y la población en general.

De hecho la incidencia ha caído a 289 casos por 100.000 habitantes en 14 días según el informe semanal del Ministerio de Sanidad que analiza la situación de la pandemia tanto por autonomías como por provincias.

En el margen de las últimas dos semanas, la primera quincena de agosto, los ingresados en la Comunidad han descendido desde 846 a 589 y el nivel de camas ocupadas es de otros dos puntos menos, de un 7,85% a un 5,52% en el conjunto de la Comunidad.

Son cifras que a 7 días de previsión incluso mejoran porque los ingresos han descendido hasta un 100%, desde 14,29 por cada 100.000 habitantes a 6,48. Todo ello contribuye a considerar lo que queda de este mes desde la misma perspectiva que la segunda quincena de agosto en 2019, antes de que se produjera la pandemia, con lo que el nivel de camas cerradas vuelve también a esos niveles lo que queda de verano.