Al geógrafo griego Estrabón se le atribuyó una cita que venía a decir que una ardilla podía cruzar España de árbol en árbol. En Alicante, un turista, como también cualquier otro vecino, podría cruzar este verano la ciudad de obra en obra. Y es que las zonas más frecuentadas por los visitantes acumulan importantes actuaciones durante unos meses en los que la ciudad está llena. Del frente litoral de la ciudad al Centro Tradicional, sin olvidar uno de esos barrios que aumenta su población notablemente cuando el sol aprieta.
En el puerto se realizan dos obras de envergadura, que acumulan retraso. Ya en las Hogueras del reencuentro, las celebradas el pasado mes de junio tras dos años de cancelaciones por la pandemia, se situó el foco en la situación del paseo y la explanada del puerto, que sigue patas arriba en estos meses.
Las continuas lluvias que cayeron en la ciudad en el primer semestre del año, en uno de los arranques más lluviosos de los últimos años, condicionaron obras en la ciudad... y también en el puerto. Así lo reconocían desde la Autoridad Portuaria, donde desde hace meses ya reconocieron que la actuación sobre la explanada del puerto, el entorno de la oficina de turismo, arrastra retrasos sobre las fechas previstas de ejecución por las recurrentes precipitaciones, ya que impidieron cumplir plazos con los trabajos de impermeabilización.
La única buena noticia respecto a las actuaciones promovidas por el puerto llegó con la apertura al público de la nueva pasarela de madera, que ya este verano, desde principios de julio, está a disposición de vecinos y visitantes, con buena acogida.
En cambio, continúa en obras el tramo del paseo del puerto entre el Club de Regatas y la zona de las tabarqueras, que en un principio se preveía abrir al público para el mes de julio. En ese entorno se debe impulsar una segunda fase de las obras, con la construcción de una nueva pasarela pública que unirá el paseo (muelle 1) con el Panoramis, para evitar a los ciudadanos tener que dar un rodeo para acceder al recinto. Ese proyecto todavía está en el aire, tras el choque entre el club deportivo y la administración pública.
También debe acometerse las obras está el muelle 2, es decir, el tramo entre las tabarqueras y el surfista. Para finales de año se esperaba que esté listo, por último, el tramo entre el entorno del Casino y la gasolinera de la Dársena.
Hace unos meses, en esa transformación de la imagen urbanística del puerto, se presentó un vídeo en el que se visualizaba cómo quedará la gran área de espacio lúdico y peatonal del puerto que integrará la isla flotante en la dársena, entre los muelles 5 y 8, que quedarán unidos por un transbordador. El objetivo es que todos los trabajos culminen en enero de 2023, coincidiendo con una nueva salida de la Ocean Race desde Alicante. En ese acto, el presidente López Milla ya pidió disculpas a los vecinos por las molestias que están provocando las obras.
Respecto a las actuaciones que dependen del Ayuntamiento de Alicante, los turistas también se están encontrando actuaciones en zonas frecuentadas, como se trata del Centro Tradicional, donde se acumulan trabajos de la peatonalización de la avenida Constitución, que arrancaron a principios de año y que se iban a prologan seis meses. Sin embargo, el Ayuntamiento acordó paralizar las obras durante las Hogueras para permitir que plantara la barraca y la hoguera del distrito, lo que retrasará el final de la actuación.
También paró por Hogueras la otra gran obra en la zona, la reurbanización de la Plaza Nueva. En este caso, la actuación estaba previsto que se prolongase seis meses, aunque el Ayuntamiento anunció que preveía agilizar los trabajos para que estuvieran listos en dos meses, lo que hubiera permitido su finalización antes de Hogueras. No fue así, por lo que el gobierno local decidió paralizar la actuación durante los días grandes de las fiestas oficiales de la ciudad y retomarla en a principios de julio.
El proyecto, que empezó tirando abajo el acuario que llevaba sin actividad hace años, se centra en mejorar la movilidad con un proyecto también de accesibilidad, modificando la sección existente del viario, con plataformas únicas que ganan nuevos espacios para el tránsito peatonal mediante la eliminación de las bandas de estacionamiento. Durante las obras ejecutadas en estos meses se ha intervenido también en las calles Navas, Susana Llaneras y Periodista Pirula Arderius.
Pero las obras mas "turísticas" no solo están localizadas en el centro de la ciudad, sino también en otros espacios igualmente turísticos pero ubicados fuera del casco urbano, como el proyecto de accesibilidad en el barrio de Urbanova, donde hace unas semanas llegaron las vallas para perimetrar trabajos en parte de las aceras. Los trabajos han arrancado en las calles situadas junto a la carretera.
Vecinos y visitantes lamentan que las obras hayan empezado en pleno verano, cuando el barrio está lleno de día y de noche, con un incremento más que significado en los fines de semana. A partir de septiembre, en cambio, con el inicio del curso escolar y el final de las vacaciones estivales para la mayoría, la aglomeración desaparece. "No había otros meses en el año para hacer unas obras pendientes de hace años", señalan habituales de la zona. Desde la asociación de vecinos, por su parte, admiten que no se trata de la mejor fecha del calendario, aunque subrayan que la actuación era "más que necesaria para los mayores del barrio".
Críticas por "falta de planificación"
La acumulación de obras en zonas turísticas de la ciudad ha generado críticas en grupos de la oposición municipal. La portavoz adjunta de los socialistas, Trini Amorós, recuerda que su grupo llevó a pleno una iniciativa para que «del 15 de junio al 31 de agosto no se realizara obra pública en la ciudad por el derecho al descanso de los vecinos y porque si Alicante es una ciudad turística no puede estar en obras en temporada estival perjudicando a comerciantes y hosteleros en el punto álgido de la temporada». La propuesta fue rechazada. Por su parte, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, subraya que «la falta de planificación y de control en las obras municipales está provocando graves perjuicios a vecinos, comercio y hostelería de la ciudad, sobre todo las desarrolladas en zonas especialmente turísticas».
