A su llegada a los centros de Secundaria este jueves, 1 de septiembre, la totalidad de los directores de institutos consultados por este diario en el conjunto de la provincia confían en no tener que cambiar el horario de los profesores, como resultado de las votaciones en claustro primero, y en consejo escolar después, a las que se ven obligados para cumplir el mandato de los jueces del TSJ de la Comunidad frente a la Conselleria de Educación.

Se fueron el último día de julio con los horarios organizados para impartir en primer curso de la ESO obligatoriamente las asignaturas agrupadas, como ya venían haciendo los dos cursos anteriores, pero a su vuelta a las aulas se han encontrado con las nuevas instrucciones de los responsables educativos para cumplir la cautelarísima del tribunal.

Repercusiones

Enseñar a los alumnos que proceden de sexto de Primaria agrupando materias por áreas afines, de forma que el mismo profesor imparta dos o tres asignaturas relacionadas con conocimientos sociolingüísticos, o bien con las áreas científico-técnicas, no puede ser obligatorio este curso como han fallado los jueces, y esto conlleva que los centros voten si quieren seguir haciéndolo así o, por el contrario, volver a repartir materias y horarios de forma individual como en el resto de la ESO, que es lo que conlleva rehacer la organización del curso.

Aseguran los directores que el profesorado implicado en enseñar de esta forma, por ámbitos, suman solo aproximadamente el 10% de cada centro, pero que las repercusiones se prolongan al resto de cursos de la ESO porque ningún docente da clases únicamente a los alumnos de primero. En uno de los centros concretan que, efectivamente, los implicados en enseñar por ámbitos son 24 de 225 docentes en todo el instituto.

Los responsables de los centros tiemblan ante la posibilidad de tener que rehacer los horarios porque con tan solo cuatro días les resulta una empresa “imposible” de gestionar de forma “óptima”.

Y donde lo tienen más complicado es en aquellos institutos en los que, además de los cursos de la ESO, se imparten también ciclos formativos “porque la medida afecta a la plantilla al completo”, advierten, y los días con los que cuentan antes de que arranquen las clases el lunes 12 de septiembre les resultan “claramente insuficientes”.

Complejo

“Rediseñar la organización de todo un centro en el caso de que se adopte esa postura resulta muy complejo”, coinciden en señalar a preguntas de este diario.

Estos mismos directores son los que presionaron a la Conselleria de Educación para que cambiara su propuesta inicial de calendario escolar y retrasara varios días el arranque del curso, desde el 8 al 12 de septiembre, precisamente para poder organizarlo adecuadamente teniendo en cuenta que se estrenan contenidos con la nueva ley en todos los cursos impares, el primero de la ESO entre ellos.

El nuevo currículo que emana de la Lomloe lo acoplaron antes de irse de vacaciones, para poder contar con tiempo a la vuelta para distribuir tareas y organizar los distintos proyectos a lo largo de la semana y media con que cuentan este mes de septiembre, antes del día 12, pero la impartición de las asignaturas agrupadas ha acabado por descuadrar los planes si la votación final es contraria a la obligación inicial que emanó desde Educación.

“Cambiar la forma de enseñar afectaría solo al alumnado de primer curso pero, por contra, obliga a dar la vuelta completa a los horarios de todos los profesores del centro” recalcan. Y este viernes comienzan en buena parte de los centros las votaciones en claustro e incluso en alguno, a última hora de la tarde, las del consejo escolar, que será el órgano que decida finalmente.

Votaciones on line por falta de espacio

Algunos institutos se ven a su vez obligados a llevar a cabo las votaciones en claustro a distancia, por el sistema online, porque, confiesan, no tienen salas con el espacio necesario como para reunir al mismo tiempo a la totalidad de la plantilla. Se trata precisamente de los institutos que imparten además de los cursos de ESO y Bachillerato, un buen repertorio de ciclos de Formación Profesional a cuyos docentes también deben convocar porque se pueden ver afectados en su horario si se decide no dar la enseñanza por ámbitos en primero de ESO. “El claustro tiene que ser telemático, no hay espacio suficiente para todos, aunque suponemos que en la mayoría de los centros se optará por continuar como está organizado, enseñando por ámbitos, con tal de no tener que cambiar horarios deprisa y corriendo” apuntan en uno de estos centros de ESO y FP.

“No tenemos una sala tan grande para toda la plantilla” corroboran en otro de estos centros, amén de “las jornadas maratonianas que tendríamos que llevar a cabo para poder llegar a tiempo con nuevos horarios al inicio del curso. Tenemos una plantilla muy numeroso y el efecto dominó es muy peligroso”, concluyen.