Comienza este jueves 1 de septiembre el otoño meteorológico, el astronómico se iniciará el próximo 23 de septiembre, y el tiempo en Alicante espera un apreciable descenso de las temperaturas. Una tregua a los dos últimos días de agosto, en los que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó avisos amarillos por valores superiores a los 36 grados centígrados en el litoral sur. Alertas que se mantuvieron entre las 13 y las 20 horas del martes y miércoles pero que han cesado en el día de hoy. Una jornada que se situará entre nubosidad alta y cielos claros a nubes de evolución vespertina, con vientos de componente sur principalmente.

No se descarta algún chubasco aislado pero en principio será débil. Sin embargo el viernes vuelven a subir los termómetros. «Habrá que estar atentos a este día porque esperamos fuertes rachas de viento del sur, en una jornada señalada por un abrupto ascenso de temperaturas en toda la provincia respecto a la jornada de hoy», advierte Lluís Francés, el Hombre del Tiempo Comarcal de Alicante.

De nuevo la sensación de bochorno se notará mucho más en las zonas prelitorales que en la costa alicantina. Además, la Agencia Estatal de Meteorología tiene activado para mañana el aviso amarillo por altas temperaturas en la demarcación litoral sur de Alicante. Se prevén máximas de 36 grados centígrados entre las 13 y las 21 horas con una probabilidad de acierto de entre el 40% y el 70%. En cualquier caso el sofocante calor está asegurado también para el fin de semana, aunque todo apunta a que las noches serán más llevaderas que las de martes, miércoles y viernes.

En estos días sofocantes, con alguna granizada aislada como la caída en la pedanía villenense de Casas de Menor, aparato eléctrico y lluvias débiles y dispersas con barro, Beneixama ha ofrecido la nota discordante.

El "tornado" de Beneixama

Está constatado que la comarca del Alto Vinalopó es uno de los puntos húmedos de la provincia, aunque con registros siempre inferiores a los de La Marina Alta o El Comtat. «Además -explica Lluís Francés- si hacemos zoom en el mapa provincial encontramos que la localidad de Beneixama se encuentra en un enclave donde llueve de media por debajo de los 500 litros por metro cuadrado y, sin embargo, iniciamos septiembre y ya se han alcanzado los 400 litros por metro cuadrado».

En opinión del experto la razón se debe a que Beneixama se encuentra bajo la influencia de un corredor de gregal propenso a la entrada de frentes y tormentas. A pesar de ello la situación vivida en la tarde del martes, tal y como este diario adelantó el mismo día, fue completamente inusual por la virulencia de un evento de 30 litros por metro cuadrado de lluvia y fuertes vientos que arrancó los tejados de una docena de viviendas y la cubierta del colegio público, derribó pesados muros y vallas, tumbó un centenar de árboles del casco urbano y del extrarradio y arrastró el mobiliario urbano decenas de metros.

Sobre las seis de la tarde hubo una caída en la presión atmosférica de más de 3 hPa en la estación de medición de Beneixama que podría estar asociada a un reventón húmedo, que es un tipo de reventón en el que la precipitación llega al suelo, en general de forma intensa. «En estos casos la fuerte corriente descendente se produce principalmente a consecuencia del peso de los hidrometeoros en forma sólida y líquida, además de acompañarle fuertes rachas de viento que en general suelen superar los 100 km/h. Pero al ser un evento muy localizado, no siempre suelen ser captados por los observatorios de medición meteorológica». Por eso los miembros de MeteoVinalopó lo han enviado al servicio Sinobas (Sistemas de Notificación de Observaciones Atmosféricas Singulares) de Aemet para que se haga un estudio puntual y se clarifique el evento meteorológico que sufrió Beneixama a las siete de la tarde del martes durante un intervalo de apenas media hora. Así se podrá determinar si se ha tratado de un «tornado», tal y como lo describen los vecinos afectados, o bien un reventón húmedo o «Downburst», que es lo más probable en función de las variables de las que disponen en estos momentos los especialistas.

El verano más caluroso en España

Restan 22 días para finalizar el verano astronómico pero todo apunta a que este verano va a ser el más caluroso en España desde que se tienen datos climáticos. El mes de julio ya fue extremo en la Península Ibérica, el más cálido desde al menos el año 1961, con una temperatura media de 25,6 grados que supera en 2,7 grados la del promedio climático de referencia. Fue en concreto 0,2 grados superior a la de julio de 2015, que hasta ahora era el mes de julio más cálido de los registrados en España. Han sido muchos días con temperaturas máximas por encima de los 30 grados y noches tropicales, donde los termómetros no descienden de los 20 grados. Pero lo peor han sido las noches ecuatoriales en la costa, con termómetros que no han bajado de los 25 grados.

Hoy comienza un nuevo mes pero de momento se presenta tan caluroso como el anterior.