Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una pastilla reduce un 33% las muertes por recaídas cardiovasculares tras un infarto

Un cardiólogo alicantino participa en un estudio para validar este medicamento, en el que han participado 3.000 enfermos de seis países europeos

La polipíldora evita recaídas por infarto ISABEL RAMÓN

El prestigioso cardiólogo Valentín Fuster diseñó hace 15 años lo que llamó la polipíldora para el corazón, un medicamento que aglutina los tres fármacos más habituales para pacientes que han sufrido un infarto. Ahora, un equipo de cardiólogos de toda Europa han demostrado que este medicamento reduce hasta en un 33% las muertes por infarto en personas que ya han sufrido previamente este evento adverso. Entre estos profesionales figura Alberto Cordero, cardiólogo en el Hospital de Sant Joan, quien ha presidido el comité de eventos en este estudio.

El medicamento, llamado Trinomia, incluye: aspirina, atorvastatina (una estatina que se usa para disminuir los niveles de colesterol en sangre y prevenir las enfermedades cardiovasculares) y ramipril, que se usa para tratar la presión arterial, la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal diabética. “Una de las grandes ventajas es que tomar los tres medicamentos en una sola píldora mejora mucho la adherencia, ya que muchos enfermos que han sufrido un infarto con el tiempo abandonan el tratamiento, lo que supone un gran problema”, explica Cordero.

Alberto Cordero, a la derecha, con Valentín Fuster y José María Castellano , coinvestigador principal del estudio

Para este estudio se han reclutado a cerca de 3.000 pacientes de distintos países europeos, como España, Italia, Francia, Polonia, Ucrania y Alemania. El requisito es que hubieran sufrido un infarto recientemente. Los participantes del estudio eran personas con una edad media de 76 años. El 77,9 por cierto tenía hipertensión, el 57,4 diabetes y el 51,3 antecedentes de tabaquismo.

Después de seguir a los pacientes una media de tres años, los resultados fueron concluyentes: el riesgo de sufrir uno de esos cuatro eventos se redujo un 24 por ciento en los que recibieron la polipídora frente a los que siguieron tomando el tratamiento por separado de forma habitual. Los efectos del fármaco combinado fueron especialmente buenos en la incidencia de muerte cardiovascular, que disminuyó un 33 por ciento.

La investigación ha estado coordinada por el equipo de Fuster en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC) y ha sido publicada en la revista New England Journal of Medicine. La misma ha sido subvencionada con una beca de la Unión Europea dentro del programa Horizonte 20-20, “que tiene como finalidad financiar estudios que tengan un impacto en la práctica clínica”, explica el cardiólogo del Hospital de Sant Joan.

Sus resultados fueron presentados recientemente por el propio Fuster en el Congreso Europeo de Cardiología. El camino para llegar a desarrollar una polipíldora para pacientes con riesgo de sufrir un infarto no fue fácil. “Aunque teóricamente era sencillo porque se sabía qué medicamentos debía contener, la práctica era más compleja, por ejemplo, al contener ácidoacetilsalicílico, que se “come” los otros componentes”.

Finalmente el laboratorio farmacéutico Ferrer desarrolló hace unos años esta polipíldora cuya eficacia ha sido demostrada ahora en este gran estudio. “El paso siguiente sería que, vistas las evidencias, en nuestro país se incluya en las guías de práctica clínica para pacientes que han sufrido un infarto o los que tienen un alto riesgo de padecerlo”.

Actualmente la polipíldora se comercializa en diferentes países y ha demostrado además ser muy eficaz para zonas aisladas y rurales en las que los pacientes no tienen muchas posibilidades de desplazarse a hospitales o consultorios médicos. Tomar toda la medicación que necesitan en una ola pastilla mejora mucho su pronóstico.

Compartir el artículo

stats