En manos de los consejos escolares porque, según la Conselleria de Educación, así lo contempla la ley.

La forma de enseñar en primero de ESO este curso que arranca el 12 de septiembre, dentro de una semana, depende de lo que voten los consejos escolares de cada instituto, convocados mayoritariamente la tarde de este lunes, 5 de septiembre, una vez que los claustros han hecho lo propio.

En los claustros docentes la opción mayoritaria se ha inclinado por evitar la reorganización de los horarios a estas alturas, incluso por parte de los docentes que se oponen a enseñar agrupando materias, dado el follón que implica tener que rehacer horas y asignaturas en todo el centro con apenas cuatro días por delante de cara al arranque de las clases el lunes próximo.

Pero la posibilidad que Educación deja en manos de los consejos escolares, a la hora de que esta última decisión sea la que se adoptará en cada centro, porque el claustro únicamente debe emitir “un informe”, tampoco está previsto que varíe los resultados obtenidos previamente entre los docentes, tenor de la distribución de votos.

Un curso

La propia conselleria señala en su resolución que “es muy importante destacar que la decisión que ahora se adopte por parte de cada uno de los

centros solo afecta a este curso 2022-2023. El pronunciamiento del Claustro y la decisión del Consejo Escolar no es sobre si se considera que la organización por ámbitos parece o no la más adecuada en 1º de la Educación Secundaria Obligatoria, sino sobre cual es la medida que se

considera más conveniente para resolver adecuadamente este inicio de curso tras la suspensión cautelar adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad”.

Y abunda que “el Claustro de profesores deberá debatir y formular una propuesta razonada al Consejo escolar respecto a la disposición curricular por ámbitos en todos los grupos del primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria durante el curso 2022-2023; y que en reunión “extraordinaria del Consejo escolar teniendo en cuenta el informe previo de la dirección del centro y la propuesta del Claustro, deberá aprobar si el centro adopta o no una organización curricular por ámbitos”.

Los votos

En un centro o instituto tipo votan el director, el jefe de estudios, el secretario, un administrativo, y el conserje, además de una media de ocho profesores que suman en conjunto trece votos. En proporción, los padres aportan cinco votos y los alumnos otros cuatro, nueve votos que en ningún caso pueden dar un vuelco a lo acordado por el centro previamente, aunque haya que sumar también el voto del representante municipal en cada caso.

Además los directores de los centros consultados indican que para que un instituto funcione en imprescindible la sintonía con las familias, y que ese trabajo a lo largo de los cursos favorece que en una votación que puede resultar polémica como en este caso, los propios padres acaben por asumir la decisión adoptada previamente en claustro.

No obstante se trata de situaciones mayoritarias, que no generales, por lo que si algún claustro opta por no agrupar las asignaturas como en los dos últimos cursos, -ante la posibilidad que han ofrecido los jueces del TSJ en su cautelar, al impedir que esta forma de enseñar sea obligatoria como pretendía la Conselleria de Educación-, y posteriormente el consejo escolar lo ratifica, estos institutos reorganizarán los horarios antes del día 12 para que la totalidad del profesorado imparta únicamente la asignatura de su especialidad en este nuevo curso.