El magistrado de Alicante José María Merlos, quien por turno ha sido designado para presidir el tribunal popular que juzgará de nuevo el caso Sala, admite la recusación planteada por Miguel López, acusado del asesinato de su suegra, María del Carmen Martínez, pero precisa que, en el supuesto de que fuera desestimada, está dispuesto «a ejercer las funciones de magistrado presidente con absoluta imparcialidad». Y puntualiza que presentó su abstención y ahora admite la recusación "para que no haya duda sobre la pureza del procedimiento ante el tribunal del jurado ni apariencia alguna de parcialidad".

Así lo ha hecho constar Merlos en el informe que, junto al rechazo de López, se ha remitido a la sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad, quien tiene la última palabra en este tema. Se trata del mismo tribunal formado por los magistrados Pilar de la Oliva, Pía Calderón y Juan Francisco Ceres que ya inadmitió la abstención planteada por el propio magistrado a principios de junio. 

El magistrado José María Merlos. JOSE NAVARRO

Merlos expuso que había tenido dos intervenciones previas en el proceso que, a su juicio, podrían invalidarle para juzgarlo. En la primera, formaba parte del tribunal que iba a resolver el recurso de apelación contra la orden de prisión de López, quien estuvo encarcelado preventivamente durante 39 días durante la investigación del asesinato. Este recurso no se acabó resolviendo porque el abogado que entonces llevaba la defensa lo retiró. En la segunda también formó parte del tribunal que decidió sobre el recurso que contra la excarcelación de López presentó la acusación particular.

Para el TSJ, ninguna de estas dos actuaciones, las mismas que ha planteado ahora el acusado, justificaban que Merlos fuera apartado del caso.

La Fiscalía se ha opuesto a la recusación planteada por López mientras que la acusación particular, que en nombre del hijo mayor de la víctima ejerce el letrado Francisco Ruiz Marco, no ha hecho objeción alguna, ni se ha adherido ni se ha opuesto, y acatará la resolución que se dicte.

La celebración de este segundo juicio a Miguel López por el crimen de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, perpetrado el 9 de diciembre de 2016 en el negocio de automoción que regentaba el sospechoso, es consecuencia de la anulación de la primera vista por los graves errores detectados en proceso

Un juicio que inicialmente se saldó con un veredicto condenatorio por siete votos a dos, que fue devuelto por la magistrada que presidía el jurado y que 48 horas después se tornó en un fallo de no culpabilidad por seis votos a tres. 

Hasta el dos ocasiones el Tribunal Supremo ha ratificado que el primer juicio debe anularse después de que, entre otras anomalías, la magistrada Francisca Bru negara a las partes el acta de ese primer veredicto, devuelto por una supuesta falta de motivación de los contraindicios y que nunca pudo ser fiscalizada porque, además, se destruyó. El Alto Tribunal concluyó que la sentencia absolutoria «lesionaba el derecho a un proceso justo».