La provincia de Alicante fue el segundo destino más visitado por el turismo nacional el pasado mes de julio. Así lo señalan los datos del estudio que el Instituto Nacional de Estadística (INE) realiza a través del posicionamiento de los teléfonos móviles, y que permite, entre otros aspectos, tener una aproximación bastante precisa a los flujos turísticos en España. Según este informe, cuyos datos de julio se han conocido hace escasos días -los de agosto se publicarán, previsiblemente, en unas semanas-, ese mes acudieron a la provincia 1.158.426 personas procedentes del resto de España, una cifra tan solo superada por Madrid, que recibió 1.429.467 turistas.

Además de Madrid y Alicante, Cádiz fue la única provincia con más de un millón de visitantes nacionales el pasado julio; en concreto, 1.034.520. No obstante, se superaron también los 800.000 turistas en Tarragona, Girona, Málaga y Barcelona, unos datos que reflejan claramente el tirón de las zonas costeras a la hora de viajar, con Madrid como excepción por su condición de gran urbe y las características particulares de su oferta que ello conlleva, algo que se podría aplicar también, aunque en bastante menor grado, a Barcelona. Las cifras más bajas hablan también de un interés mucho menor hacia zonas de interior: la provincia con menos turistas fue Palencia, con 108.680, y tampoco llegaron a 150.000 en Soria, Ourense, Zamora y Álava.

El estudio sobre la movilidad a través del posicionamiento de los teléfonos también muestra una inequívoca recuperación del turismo nacional tras el parón que supuso la pandemia de coronavirus, especialmente en 2020. El número de visitantes en julio creció un 5% en relación al mismo mes de 2019, con lo que, a priori, el bache provocado por la crisis sanitaria parece superado, aun cuando en julio de 2021 hubo 15.768 turistas más que este año. Esta circunstancia bien ha podido deberse a que las cifras del pasado ejercicio resultaran elevadas de forma un tanto excepcional, al haber aún restricciones para viajar al extranjero y hacer que personas que de otra manera se hubieran ido fuera optaran por viajar por España.

El turismo nacional que recibe la provincia se tiende asociar de forma habitual con Madrid, pero los datos corroboran que es una realidad y no una mera sensación. Uno de cada tres visitantes que recibió la demarcación alicantina en julio procedía del territorio donde se encuentra la capital del Estado: 377.364, muy por encima de los residentes en las provincias limítrofes de Valencia (219.200), Murcia (192.680) y Albacete (56.677). En la lista siguen, aunque ya con datos no tan elevados, Toledo, Barcelona, Ciudad Real, Bizkaia, Valladolid y Zaragoza. Y por municipios, la propia Villa y Corte fue el principal emisor de turistas hacia la provincia: 191.700, también a mucha distancia de Murcia capital (96.212) y la ciudad de València (84.383).

Clara predilección por la costa y Alcoy como principal foco interior

En cuanto a los datos a nivel local, no hacen otra cosa que confirmar, una vez más, lo que ya es sabido: la preferencia por la playa y por destinos consolidados. Aunque, por esa misma regla de tres, se puede corroborar el buen posicionamiento de esos municipios en este sentido. Benidorm volvió a ser en julio la localidad más visitada de la provincia, con 170.674 turistas, un 8,45% más que en julio de 2019. La población de la Marina Baixa sobresale frente a la ciudad de Alicante (117.467), Dénia (115.056) y Torrevieja (101.440), con incrementos en relación a 2019 superiores al 7% en el caso de la capital provincial y la de la Marina Alta, y un aumento mucho más ligero en la ciudad salinera.

La preferencia por la costa en la provincia es clarísima, sin atisbo alguno de duda, al igual que ocurre en el conjunto de España. Además de los citados, otros cuatro municipios superaron los 50.000 visitantes en julio: Pilar de la Horadada, Orihuela, Calp y Xàbia, destinos todos ellos de playa. Y se superaron también los 20.000 en Elche -es muy probable que en gran medida gracias a sus áreas de costa-, Santa Pola, Guardamar del Segura, El Campello y Altea. Asimismo, sobrepasaron los 10.000 visitantes en la Vila Joiosa, l'Alfàs del Pi y Finestrat, y casi también en Teulada. Es muy probable que todos estos datos queden además pulverizados por los registros del mes de agosto.

En cambio, la cifra del principal centro turístico de interior, Alcoy, fue infinitamente más discreta, con 6.952 visitantes en julio. Esta ciudad, no obstante, se consolida como un foco de atracción, aunque sea en proporciones mucho más limitadas, ya que su dato de 2022 también es un 10% superior al de julio de 2019. Además, hay que tener en cuenta que la capital de l'Alcoià suele recibir más visitantes en otras épocas del año; en abril, cuando celebró sus Moros y Cristianos, tuvo 12.302 turistas, y en octubre de 2019 el dato ascendió a 12.674, el registro más alto de los últimos tres años; habrá que esperar al próximo otoño para ver si se supera.