¿Y si pudiéramos escoger al espermatozoide más fuerte o seleccionar los embriones más viables? Lo cierto es que podemos. O, mejor dicho, los sistemas de tecnología de inteligencia artificial pueden hacerlo mediante el análisis de imágenes de las células sexuales. Pero esta es solo una de las múltiples aplicaciones que tiene la IA en la medicina de reproducción asistida, tal y como ha expuesto Andrea Bernabéu, ginecóloga y codirectora médica del Instituto Bernabéu, en la tercera sesión del Fórum Europeo de Inteligencia Artificial celebrado hoy en Alicante.
En la mesa redonda, conducida por el director del Club INFORMACIÓN, Toni Cabot, y titulada "La aplicación de la IA en empresas de salud, bienestar e inclusión", ha abordado los diferentes usos que pueden tener los sistemas informáticos de aprendizaje automático en las compañías sanitarias.
En este diálogo diferentes expertos e investigadores como la oncóloga e ingeniera informática, Aurelia Bustos; la vicepresidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Irlanda y responsable de IA sector Health, Olga Blanco; el catedrático de Ciencia de la Computación e IA en la Universidad de Alicante, Francisco Escolano; y la doctora Bernabéu han expuesto y desarrollado sus experiencias en sus proyectos basados en inteligencia artificial.
En esta sesión del foro, impulsado por Prensa Ibérica, Encuentros NOW y Ellis Alicante, la doctora en IA Aurelia Bustos ha planteado la necesidad de trabajar en estos proyectos de forma federada, haciéndolos públicos para impulsar el avance. "Para poder aplicar las técnicas de IA en medicina debemos con con grandes bases de datos, por ello es importante abrirlos y publicarlos". Y es que, según Bustos, la gente considera que "la aplicación de la inteligencia artificial en la sanidad es una revolución, pero yo considero que es una evolución".
Sin embargo, las implicaciones éticas del uso de la inteligencia artificial en el sector de la medicina también se han puesto sobre la mesa. "Debemos ser conscientes de cual es el potencial de la inteligencia artificial y utilizar el método científico, como siempre, para poder avanzar en la medicina", ha argumentado la ingeniera informática.
Olga Blanco ha aprovechado su turno de palabra para destacar que lo verdaderamente importante no son la ciencia o la tecnología como disciplinas, sino las aplicaciones que tienen. "La tecnología es un facilitador, una palanca para conseguir que algunas enfermedades puedan tener una prevención mejor y más exhaustiva", ha subrayado.
La última intervención corrió a cargo de Francisco Escolano que desgranó en unos minutos el proyecto Navilens basado en un QR con colores que las personas ciegas pueden "escanear" con el móvil, simplemente con la cercanía del dispositivo, y que les proporciona datos de su entorno.
