No parece que vaya a ser un paseo militar. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, no va a tener fácil sacar adelante su plan para que Suma, el organismo dependiente de la institución provincial responsable de gestionar y recaudar los tributos municipales en la provincia, se haga cargo de cobrar los impuestos a los alicantinos. Así se ha comprobado en la reunión informativa convocada este viernes por el bipartito con los representantes de los grupos municipales, a la que también han asistido el director de Suma, José Antonio Belso, y la diputada provincia de Hacienda, María Gómez, además de técnicos municipales.

Se prevé que la propuesta del gobierno municipal para cambiar el modelo de cobro pase por Comisión de Hacienda la próxima semana, como paso previo a su votación en el Pleno, que se espera para este mes, que se celebrará el 29 de septiembre.

Al término del encuentro, tanto desde la izquierda como desde Vox han cuestionado la intención de Barcala, asegurando que no existen informes concluyentes sobre los beneficios para los alicantinos del modelo de gestión. Todos los grupos comparten dudas a la hora de cambiar un modelo, el actual, que aseguran que funciona. Y también critican en bloque la falta de transparencia del ejecutivo local, que hasta este viernes no ha informado a la oposición sobre el proyecto, que desveló este diario a principios de mes.

La portavoz adjunta de los socialistas, Trini Amorós, ha avanzado que su grupo "no va a consentir que Barcala expolie a los vecinos de Alicante más de cuatro millones por el empeño de traspasar la recaudación tributaria municipal a Suma, un organismo dependiente de la Diputación Provincial". La concejala ha admitido no entender la actitud de Barcala, dejando en el aire un posible interés electoral: “A no ser que sea para contentar a su jefe, Carlos Mazón, no entendemos las razones por las que el bipartito quiere cambiar algo que está funcionando perfectamente. Además, de producirse este cambio, va a costar a las arcas municipales más de un millón de euros al año, lo que nos parece escandaloso”.

Para Amorós, "conociendo a este inoperante alcalde, es capaz de regalar el dinero de toda la ciudadanía cuando está recibiendo un servicio modélico gracias a la profesionalidad y la excelencia de los funcionarios del Ayuntamiento de Alicante". Para la socialistas, ese dinero "se podría dedicar a otras urgencias que padece Alicante, pero está claro que a este alcalde solo le preocupa lo que ordene su jefe de partido, no sus vecinos". 

"A no ser que sea para contentar a su jefe, Carlos Mazón, no entendemos las razones por las que el bipartito quiere cambiar algo que está funcionando perfectamente"

Trini Amorós - Portavoz adjunta del PSOE

Desde Unidas Podemos, el portavoz, Xavier López, asegura que la concejala de Hacienda, la popular Lidia López, "no ha dado ni una sola razón de peso para trasladar la gestión tributaria del ayuntamiento al órgano de la Diputación, Suma". "No hemos visto ningún beneficio económico, pues el ahorro de alrededor de un millón de euros es prácticamente lo mismo que cuesta el pago de nuestro consistorio al ente provincial para que ahora asuma esa tarea. No hemos visto -prosigue López- un beneficio en cuanto a recursos humanos disponibles y no se nos ha explicado con detalle cuántos funcionarios se verán liberados para otros trabajos municipales de las responsabilidades que tienen estos momentos, tampoco vemos -añade el edil de Unidas Podemos- ninguna mejora de calado en infraestructuras que no pudiera ejercer un ayuntamiento como el nuestro, si el Partido Popular tuviera una voluntad real de descentralización de su actividad hacia las Juntas de Distrito".

Además, desde Unidas Podemos critican que se haya ofrecido a la oposición "un convenio redactado y anunciado para firmarse", sin que los grupos políticos hayan "tenido capacidad de maniobra previa con el objeto de expresar opinión y hacer propuestas".

"Este encuentro ha sido un paripé en el que ni había informes, ni había respuestas concretas a nuestras preguntas"

Xavier López - Portavoz de Unidas Podemos

Por tanto, a modo de resumen, desde la coalición morada entienden que "este encuentro a parte de un paripé en el que ni había informes, ni había respuestas concretas a nuestras preguntas, ni había ninguna propuesta reseñable era pura operación de márketing para la candidatura del Partido Popular". "Entendemos también que Barcala está deseoso de hacerle regalos a su candidato autonómico, y creemos que si lo que quiere hacerle es la campaña debería utilizar sus horas libres", ha añadido López, quien también ha hecho alusión a la carrera electoral hacia la Generalitat en la que está sumido el todavía concejal en Alicante, Carlos Mazón.

También desde la bancada de la izquierda, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, ha defendido que "si una cosa funciona bien, para qué cambiarla", a la vez que ha cuestionado el "traspaso de competencias a la Administración provincial". "No nos gusta, porque nosotros sí confiamos en este Ayuntamiento", ha añadido Bellido, para apuntar que las explicaciones a la oposición llegan "tarde" al haber estado excluidos en la elaboración del convenio.

"Si una cosa funciona bien, para qué cambiarla. No nos gusta el traslado de competencias, porque nosotros sí confiamos en este Ayuntamiento"

Natxo Bellido - Portavoz de Compromís

Pero no solo la izquierda duda, y mucho, de la conveniencia de traspasar a Suma el cobro de los impuestos. Tampoco gusta en Vox. El portavoz de la formación ultra, Mario Ortolá, asegura no encontrar "argumentos de peso que determinen que sea necesaria realizar ahora mismo esta cesión". Ortolá, además, ha puesto en duda las palabras de Barcala en las que aseguraba que el traspaso permitiría flexibilizar las condiciones de pago: "No es cierto que Suma tenga una regulación legal más laxa en cuanto al fraccionamiento porque depende de nuestra ordenanza municipal, ya que la Ley General Tributaria es la misma para toda la administración pública, incluida Suma como organismo autónomo".

"No encuentro argumentos de peso que determinen que sea necesaria realizar ahora mismo esta cesión"

Mario Ortolá - Portavoz de Vox

Pero las dudas de Vox no quedan ahí. "Tampoco es cierto que sea imposible descentralizar la atención al ciudadano en los barrios. Si esto es así, ya podríamos cerrar todos los centros comunitarios en los que se atiende a los alicantinos. Es absurdo", ha añadido Ortolá, quien también se ha sumado a las críticas por la falta de transparencia del bipartito: "Es difícil de entender también que en un convenio que afectará al siguiente mandato no hayamos contado con la posibilidad de conocer el proyecto, que ya está cerrado y que es un trágala en toda regla". Desde Vox han anunciado que solicitarán informes técnicos que se emitieron desde Hacienda en 2013 y en 2015.

PP y Ciudadanos guardan silencio tras la reunión

Finalizada la reunión celebrada en las dependencias de Alcaldía, pero con la ausencia del alcalde, ni PP ni Ciudadanos han querido hacer declaraciones al tratarse, según han coincidido, de "una reunión interna de trabajo".

Tras desvelar este diario la intención del bipartito de traspasar el cobro a Suma, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, defendió el proyecto. "Queremos mejorar la eficiencia en la gestión, pensando en el ciudadanos. Podemos ampliar la red de oficinas para acercar la administración al ciudadano porque no quiero que la gente haga colas cuando no es necesario. Todos los ayuntamientos de la provincia ya trabajan con Suma, y de todos los colores políticos. Queremos que la oferta a los ciudadanos sea más cercana, más presencial, que no tengan que desplazarse al centro para el trato con el Ayuntamiento", señaló Barcala a principios de este mes, a preguntas de este diario.

El regidor, por otra parte, también puso en valor que Suma, en caso de certificarse el cambio de competencias, permitirá "multiplicar las herramientas de fraccionamiento, ya que algunas de esas medidas no podemos aplicarlas en el Ayuntamiento porque la ley no lo permite".

El portavoz de Vox, Mario Ortolá, junto a la portavoz popular, Mari Carmen de España, a la llegada a la reunión JOSE NAVARRO

Respecto al calendario de pagos, que actualmente es diferente en el Ayuntamiento de Alicante y en el resto de municipios de la provincia que han dejado en Suma el cobro de impuestos, Barcala aseguró hace dos semanas que todo apuntaba a que no habrá que ajustarse a los tiempos de Suma si se aprueba el cambio de modelo de cobro. "El alicantino está acostumbrado a su calendario y no hay problemas para que Suma adapte su sistema a nosotros. Queremos que esto no genere ningún trastorno para los alicantinos", apuntó el alcalde de Alicante, quien avanzó que externalizar la gestión costará al Ayuntamiento en torno a un millón de euros anuales, una cantidad que, según su postura, compensará con creces la mejora del servicio: "Sólo la inversión de abrir oficinas superan con creces ese dinero, más la atención personalizada en varios idiomas y las mejores formulas de pago".

Hace seis años, Ciudadanos defendió la gestión municipal

La aprobación de la reversión en el sistema de cobro que pretende Barcala supondrá, en el caso de que se certifique, volver una década atrás en cuanto a la gestión tributaria en AlicanteEntonces, el gobierno liderado por la popular Sonia Castedo dejó en manos de Suma la gestión y el cobro de los impuestos a los vecinos de la ciudad de Alicante. Eran tiempos en los que el Ayuntamiento necesitaba liquidez, y Suma la aportaba al adelantar parte de esa recaudación por los tributos.

Ese escenario apenas duró unos años. Ante la presión de los funcionarios municipales, la situación volvió a su estado original poco después, con la llegada del tripartito de izquierdas al Ayuntamiento de Alicante. Hace ahora siete años, unos meses después de que el socialista Gabriel Echávarri se hiciera con la vara de mando, la Diputación accedió a la petición del Ayuntamiento de Alicante de devolverle la gestión de los tributos a partir del 1 de enero de 2016, resolviendo de manera anticipada el acuerdo existente con Suma hasta diciembre de 2017. El Pleno municipal dio luz verde al cambio de gestión con los votos a favor de los socios del tripartito y de Ciudadanos, frente a la abstención del PP.

Según la previsión de ingresos del Ayuntamiento de Alicante para 2022, el gobierno municipal calcula recaudar 86,8 millones por el IBI, 15,9 millones por el impuesto de vehículos, 9,7 millones por la tasa de residuos y 8,4 por el IAE, como los impuestos o tasas con mayor impacto económico.