"Rectificar es de sabios". Así ha explicado el portavoz del gobierno municipal, Antonio Manresa, la decisión del bipartito de paralizar el traspaso a Suma, el organismo dependiente de la institución provincial responsable de gestionar y recaudar los tributos municipales en la provincia, del cobro de impuestos a nivel municipal.

Durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de este martes, el concejal no ha cerrado la puerta a que el proyecto finalmente nunca vea la luz. "No hay nada decidido de antemano. El Ayuntamiento ha considerado que hay que repensar el proyecto, se esta valorando nuevas medidas porque nuestro objetivo es beneficiar al ciudadano", se ha limitado a señalar el concejal, sin entrar en más detalles, al ser preguntado sobre la posibilidad de que el alcalde, Luis Barcala, opte por guardar en un cajón la idea de dejar en manos de Suma el cobro de impuestos, retomando lo que hizo la entonces alcaldesa Sonia Castedo hace casi una década.  

El pasado viernes se confirmó lo que ya se intuía. El proyecto finalmente no se iba a incluir en el pleno de este mes, previsto para este jueves. La presión de la oposición y también de los vecinos había obligado al ejecutivo local a frenar la iniciativa, que estaba previsto que se aprobara en el pleno de manera inmediata.

La Comisión de Hacienda previa al pleno de septiembre, que se celebró el pasado viernes, transcurrió sin una sola alusión al proyecto del gobierno municipal, que llegó a protagonizar una reunión informativa previa con los grupos de la oposición municipal. 

De nuevo, las críticas han vuelto a hacer mella, trastocando los planes del ejecutivo local una vez másNo es la primera vez que Barcala ha cedido a los pulsos públicos. Durante este mismo mes, en apenas una semana, el gobierno de PP y Ciudadanos tuvo que rectificar hasta en dos ocasiones proyectos impulsados desde concejalías dirigidas por los populares, como fue la ubicación de una pérgola en Villafranqueza y el nuevo diseño de la avenida Aguilera.

Por el momento, esa presión política y vecinal ha cambiado los tiempos. Perder esa votación sería un revés de trascendencia política para Barcala, y más a las puertas de unas elecciones.

Al término del encuentro de la pasada semana, tanto desde la izquierda como desde Vox cuestionaron en voz alta la intención de Barcala de traspasar el cobro de impuestos a Suma, asegurando que no existían informes concluyentes sobre los beneficios para los alicantinos del modelo de gestión.

Todos los grupos compartieron serias dudas sobre la conveniencia de cambiar un modelo, el actual, que aseguran que funciona. Y también criticaron en bloque la falta de transparencia del ejecutivo local, que hasta ese viernes no informó a la oposición sobre el proyecto, que desveló este diario a principios de mes. Una semana después de ese encuentro, la oposición no ha recibido oficialmente ninguno de los informes que, según Barcala, justifican los beneficios de externalizar el sistema de cobro.